Un látigo multicolas especial

En un post anterior analizamos de manera general los diferentes tipos de látigos multicolas que son utilizados en la práctica BDSM y señalamos cómo éstos se dividían en floggers y cats. En aquel artículo vimos cómo los segundos eran utilizados para aplicar castigos más severos. Los floggers, mientras tanto, acostumbran a ser utilizados para un tipo de práctica sado en la que prima más la visualidad que la severidad.

El flogger es un tipo de látigo multicolas que tiene más de sensual que de severo. Si un Dominante desea infligir un castigo duro deberá echar mano de un látigo unicola (ver el artículo dedicado a él)o de algún tipo de vara. Si, por el contrario, se desea escenificar una sesión tranquila y sin gran intensidad, el flogger es el instrumento de castigo BDSM apropiado.

Tipos de floggers

Ahora bien… ¿qué tipo de flogger? Y es que el flogger ofrecerá distintas prestaciones (intensidades) según sea el material del que esté hecho.

  • Flogger de baja intensidad. Estos floggers están realizados con cuero de ciervo, oveja, cabra o conejo. Suaves, estos floggers tienden a no marcar y pueden ser utilizados en senos y genitales de la parte sumisa.
  • Flogger de intensidad media. En este caso, el flogger está fabricado con cuero de caballo, alce o gamuza. El sonido producido por este flogger al impactar sobre la piel del sumiso puede resultar muy interesante. Muy llamativo auditivamente, el flogger médium permite un equilibrio muy adecuado entre ardor y sonido.
  • Flogger High o flogger de alta intensidad. Si un/a Dominante y su sumiso/a pactan realizar una sesión de alta intensidad con un flogger apropiado a tal efecto se deberá escoger uno realizado con cuero de búfalo, toro o canguro. Este flogger sólo debería ser usado para castigar a sumisos/as de alto nivel o en circunstancias en las que la piel ya estuviera caliente por un castigo previo con otro tipo de flogger. Con este tipo de látigo multicolas no deberían golpearse ni las áreas genitales ni otras zonas sensibles como podrían ser, por ejemplo, los senos.

Normas de uso de un flogger

Por sus propias características, el flogger es un instrumento de castigo que, al impactar sobre la piel del sumiso/a, impacta sobre una amplia área de la piel. Controlar la fuerza con la que se golpea es determinante para conseguir la intensidad y el efecto deseado.

Para utilizar correctamente el flogger hay que tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Procura que las tiras de su cola estén completamente extendidas. Las tiras dobladas o trabadas convierten el golpe en una incógnita, pues el efecto producido por el flogger puede ser completamente distinto al buscado.
  • Limpia adecuadamente el flogger después de cada uso, sobre todo cuando el flogger esté realizado con materiales livianos.
  • Procura que el peso del flogger esté equilibrado en la mano del Dominante.
  • Presta atención al mando del flogger antes de comprarlo. Un mango muy pequeño o hecho de material flexible afecta negativamente al esfuerzo de torsión. Utilizando un flogger con mango flexible o demasiado pequeño el/la Dominante sentirá un mayor cansancio que utilizando un flogger con mando rígido y algo más grande.

Como suele recomendarse al utilizar todo tipo de látigo en las prácticas sado hay que prestar atención al espacio físico en que se utiliza el flogger (debe ser un espacio amplio y libre de objetos contra los que pueda chocar el látigo), a las señales que emita el sumiso/a y a sus reacciones y a la distancia desde la que se flagela al sumiso/a. El dominio de la técnica es algo que sólo se consigue con práctica, pero el inicio en las técnicas de flagelación siempre debe realizarse con la ayuda de un experto que asesore y guíe. Y, por supuesto, el/la Dominante nunca debe utilizar el látigo cuando, por algún motivo, está enfadado/a o molesto/a con el sumiso o sumisa. El enfado es un sentimiento que puede nublar el juicio y, por consiguiente, hacernos perder el control de nuestros actos. La flagelación es un acto de relevancia suficiente como para que sea practicada poniendo en ella los cinco sentidos. Sólo así resultará efectiva desde el punto de vista de la práctica BDSM.