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fetichismo

Fetichismo del mueble humano o fornifilia

Hay un fetichismo muy asociado a las prácticas BDSM y que tiene muchos puntos en contacto con los juegos de dominio y sumisión más intensos. Ese fetichismo es el fetichismo de los muebles humanos o fornifilia. Para el fetichista fornifílico, nada más excitante que ver convertida a su pareja de juegos eróticos en un mueble. Este mueble, qué duda cabe, es un mueble que puede resultar especialmente funcional: lo mismo puede servir para sostener una bebida como para ser penetrado por el fetichista excitado.

La lluvia dorada

Lluvia dorada. El simple nombre sirve tanto para despertar la repulsa más extrema en una persona como para hacer a una fetichista de la misma temblar de emoción ante el simple hecho de imaginar cómo un chorro de orina está cayendo sobre su rostro o su cuerpo. La orina y la micción son, individualmente o al unísono, los objetos que centralizan y contienen la esencia de este fetichismo tan asociado a las prácticas BDSM.

El fetichismo del cuerpo inerte

La erotización del cuerpo humano en reposo, tanto si éste quiere representar la imagen de una muñeca sexual realista como si pretende dar la apariencia de dormido o muerto, es una práctica sexual fetichista en la que confluyen el terror y la atracción, el miedo y lo excitante. Los fetiches centrados en ese reposo o en esa inmovilidad del cuerpo humano son fetiches controvertidos que son considerados tabús por muchas personas.

El fetichismo médico

Basta dar un paseo por la red para comprobar que son muchas las personas que buscan a otras personas para realizar alguna sesión de fetichismo médico. Eso demuestra lo muy extendido que se haya este tipo de fetichismo strong en el que los uniformes, los instrumentos médicos, las vendas, los exámenes físicos y la ambientación adquieren, quizás más que un ningún otro tipo de fetichismo, una importancia especial.

El maquillaje fetish

En los juegos fetish no hay normas escritas sobre el uso del maquillaje o la apariencia del cabello o el peinado. Será el gusto de los jugadores lo que determine dichas normas. Por tanto, habrá tantos tipos de normas y tantos tipos de maquillajes fetish como tipos de jugadores. Cada persona tendrá su propio punto de vista y su propia preferencia cuando se trata de cabello y maquillaje.

Animales humanos: la elección del animal en el juego de rol

La elección del animal es determinante cuando se va a participar en un juego de rol en el que se va adoptar un papel animal. Para determinar el tipo de animal y, con ello, marcar los derroteros por los que puede avanzar el juego, debes elegir la especie, la personalidad y el modo de interactuar que dicho animal tendrá con su entorno. Eligiendo esos tres aspectos, ya tendrás configurado tu yo animal para tu juego de rol.

La escena fetish

El fetish se hace carne en la escena. La escena fetish señala el momento de la verdad, ese instante en que el objeto adquiere su protagonismo y determina lo que debe y cómo debe suceder entre los participantes en la misma. La planificación del escenario y el realismo que se imprima a la escena son fundamentales para el éxito de la misma.

El juego fetish y su planificación

Sabemos que la espontaneidad es algo que se valora mucho al hablar de las relaciones sexuales. Parece como si el único valor a tener en cuenta fuera la pérdida de la parte más racional de nosotros mismos que la pasión más exacerbada lleva consigo. No hay que hacerse fanático de nada. De la espontaneidad, tampoco. Un poco de planificación no viene nunca mal. Ni siquiera cuando se habla de encuentros sexuales.

El juego de rol, el alma del fetish

Con el nombre de juego de rol erótico se conoce aquella práctica en la que tú y tu amante representáis un papel para hacer realidad una de vuestras fantasías sexuales. El juego de rol es, en el fondo, el corazón y el alma de las fantasías eróticas de la sexualidad fetish.

Los animales humanos: fetichismo de perros y cachorros

Puede ser que en apariencia el fetiche de los perros y cachorros ofrezca menos posibilidades y complejidades refinadas que el fetiche, por ejemplo, del pony, pero no hay que dejarse vencer por las apariencias. Es verdad que en este fetiche no aparecen bridas ni sillas de montar ni orejeras ni cascos ni nada por el estilo. Pero, ¿has pensado alguna vez todo lo que puedes tener cuando tienes un perro? Piensa en juguetes, huesos, golosinas…

Los animales humanos: fetichismo del pony

Que el fetichismo se mueve en ocasiones sobre la fina línea de la aberración es algo que se ha repetido continuamente en los círculos más diversos. Cuando se habla del fetichista que centra su fetiche en personas animalizadas no son pocas las personas que asocian este fetichismo con una latente zoofilia. No vamos a entrar a analizar los motivos psicológicos que hacen que una persona convierta un perro, un pony o un cerdo en fetiche. El caso es que hay infinitos tipos y géneros de animales y criaturas disponibles para este tipo de fetiche.