El escenario y los alrededores del fetiche.

Una de las cosas que no deberán faltar en la planificación de una escena fetish será el escenario. Aunque la escena fetish gire en torno del objeto fetiche en sí, todo lo que rodee a ese objeto tendrá su importancia en el desarrollo de la escena fetichista. Por ejemplo: ¿tendrá lugar en un lugar alquilado para el caso?, ¿estarás desnudo?, ¿sucederá en la bañera? Son detalles adicionales, sí, pero los detalles adicionales también cuentan en el resultado final de una escena.

La escena fetish puede girar alrededor de distintos ejes:

  • Si la escena se centra en un juego de rol, entonces la importancia de la misma se centrará en el público o semipúblico que participe en la escena. Ésta se iniciará en el mismo momento en que los jugadores sean presentados unos y otros.
  • Si el fetiche se centra en el vestuario, la escena fetish puede girar alrededor del momento de vestirse y ser observado o asistido; pero también puede girar en torno al momento de presentarse vestido ante el otro jugador o en torno al instante en que uno se desprende de ciertos ropajes.
  • Si el fetiche se centra en un objeto o en una parte determinada del cuerpo, la escena fetichista girará en torno a lo que se hace con el objeto o con esa parte del cuerpo y en cómo se alimenta un sentimiento especial por parte de la persona hacia esa parte del cuerpo o ese objeto que se ha convertido para ella en fetiche.
  • Un evento fetish centrado en la coacción sexual puede incluir escenas que vayan desde la oferta de sexo a cambio de bienes o servicios hasta la representación de lo que puede suceder en un centro penitenciario entre dos reclusos, desde el perdón de una multa de tráfico a cambio de una mamada hasta una demostración de algún tipo (por ejemplo, un striptease).
  • Las nalgadas o los castigos pueden hacerse efectivas dentro de un juego en el que, por ejemplo se represente el castigo a un niño o a una niña desobedientes.

Hay escenas fetichistas que vienen marcadas por un marcado componente psicológico. Uno de ellos, por ejemplo, sería aquél en el que una persona solicita instrucción sexual. O aquél en que se es secuestrado. O aquél en el que un niño es cogido por un extraño. También figuran entre este tipo de escenas fetish aquéllas en las que intervienen componentes de humillación o abusos o tocamientos o conversión del compañero en una especie de mascota.

El realismo, clave para el éxito de la escena fetish

Sea cual sea el escenario escogido para una escena fetiche, la atmósfera de dicho escenario debe reflejar el fetiche. La creatividad proporcionará la dosis de realismo necesaria para que el evento adquiera verosimilitud y efectividad. Lógicamente, no todas las escenas requieren de la existencia de un escenario especial. Muchas de ellas pueden desarrollarse en el interior de la casa. Después de todo, cualquier rincón de la casa puede metamorfosearse en algo distinto con un poco de imaginación y buena mano.

Una mesita cubierta de toallas blancas y una serie de instrumentos y unas libretas de anotaciones pueden servir, por ejemplo, para convertir una habitación normal en el despacho del médico o en la sala de examen de una enfermería. Entre dichos instrumentos puedes añadir guantes de goma, lubricantes, paños, juguetes sexuales… También puedes obtener a buen precio, y si deseas darle un tono más realista, fonendoscopios, termómetros, jeringuillas, etc. Teniendo todo eso a tu disposición, ya estás más que preparado para invitar a pasar a tu paciente.

Cuando entre, el juego ya habrá comenzado. Y no habrá vuelta atrás. Quizás en ese instante te sientas atenazado por los nervios. No lo hagas. Piensa que no tienen sentido. La paciente o el paciente están de tu parte. Aunque parezcan del contrario, juegan en tu mismo bando.

Una buena manera de sacudirse los nervios es intentar recordar en todo momento para qué se está allí. Siendo consciente de eso, podrás disfrutar de unos instantes de sexo de gran intensidad. Deberás entender para ello que toda la motivación de lo que estéis realizando será fundamentalmente sexual y que lo que estéis haciendo será, solamente, otra manera de celebrar vuestra conexión sexual de aquélla a la que estéis habituados. Debes meterte esto en la cabeza: no hay nada malo en practicar este otro tipo de encuentro sexual, en especial si esto ayuda a hacer de vuestro sexo en común algo mucho más rico y excitante. Quizás descubras que te pone a mil convertirte en maestra y azotar el culo de tu compañero, a quien le encanta fingir que es un alumno desobediente y díscolo, merecedor de las mayores nalgadas: aquéllas que tú, con gran gozo, le proporcionarás en el seno de vuestra escena fetish.