No hace demasiado dedicábamos un artículo en nuestra web a los juguetes caseros para practicar BDSM. Hablábamos en él de lo útiles que pueden resultar en ocasiones objetos tan sencillos como unas pinzas de tender la ropa, un foulard, una cuchara de madera o cualquier tipo de cinta para practicar diversos juegos propios del universo BDSM.
En este artículo vamos a hacer hincapié en esa idea hablando de un material tan sencillo como útil: el esparadrapo. Él va a servirnos para demostrar que para gozar del BDSM no es necesario recurrir a mazmorras, látigos de diseño, mordazas y toda esa parafernalia que, aunque no vamos a negar que le sienta de maravilla a las prácticas bedesemeras, no es absolutamente imprescindible. Y es que con el esparadrapo pueden realizarse muchos juegos BDSM. En este post os vamos a dar unas ideas para que podáis introducirlo en vuestros juegos más picantes.
¿Qué es el esparadrapo?
Todo el mundo sabe lo que es el esparadrapo, pero si alguien no lo tiene claro diremos que es una tira más o menos estrecha de tela o plástico que está cubierta por sus lados por una capa adherente y que se usa para sujetar vendajes y como apósito directo en las heridas superficiales.
En el mercado podemos encontrar tipos de esparadrapo muy diversos, tanto en anchura como en color. Quizás el más sugerente para practicar BDSM sea el esparadrapo de color negro, aunque el transparente también puede ser una buena opción.
Relacionado directamente con el mundo de la enfermería y la medicina, el esparadrapo puede ser muy útil para practicar juegos de fetichismo médico o para practicar el “medical play”. También puede servir para practicar Bondage y para improvisar unas esposas.
El hecho de que el esparadrapo se adhiera a la piel permite experimentar con el dolor causado por él al retirarlo. Dependiendo de la anchura del esparadrapo y del lugar en que se coloque, el dolor provocado al retirarlo será mayor o menor. Por ejemplo: no es lo mismo aplicarlo a una zona corporal velluda que a una zona depilada. Tampoco es lo mismo, por ejemplo, aplicarlo a la planta de los pies que a los genitales.
Juegos con esparadrapo
Como os hemos indicado al inicio del artículo, vamos a proponeros a continuación una serie de juegos BDSM con esparadrapo.
Juegos con la enfermera
Los juegos de rol son, tal y como apuntábamos en uno de nuestros artículos, el alma del fetish. De hecho, es probable que el BDSM no existiera si no existiera la capacidad de crear juegos en los que todos, Amos y sumisas, Dóminas y esclavos, son otros de quien acostumbran a ser en la vida cotidiana. Una buena manera de introducir el esparadrapo en los juegos BDSM es la de convertir a la compañera de juego en una enfermera que debe intentar curar el daño que ella misma nos haya hecho. Por ejemplo: después de darnos con la fusta o el látigo, pone un poco de esparadrapo sobre la zona dañada para, acto seguido, retirarlo causando ese dolor más o menos intenso del que hemos hablado anteriormente.
También se puede hacer lo anterior cuando, por ejemplo, se ha jugado con agujas o se ha pisado al sumiso.
Esparadrapo en el rostro
Una buena forma de causar dolor al sumiso utilizando esparadrapo es colocar el mismo sobre el rostro de aquél. Las opciones en este sentido son varias, más o menos dolorosas. Quitar el esparadrapo de la frente o de la mejilla no causará especial dolor, pero… ¿y si se coloca en una zona con pelo (por ejemplo, las patillas)?, ¿y si tapamos los ojos con él?, ¿y su cubrimos completamente la oreja para privar al sumiso del sentido del oído?, ¿y si rodeamos el cuello de nuestro sumiso completamente con esparadrapo y después lo vamos retirando poco a poco? Sin duda, las sensaciones experimentadas serán muy diferentes.
Esparadrapo en zonas corporales sensibles
Como hemos indicado anteriormente, no es lo mismo colocar el esparadrapo en unas zonas corporales que en otras. Hay zonas de nuestro cuerpo más sensibles que otras. El interior de los muslos, por ejemplo, es una zona especialmente sensible lo mismo que lo son los pezones, las axilas o las zonas con vello. Aplicar esparadrapo y quitarlo después es una buena forma de usar esparadrapo en el BDSM.
A la hora de aplicar esparadrapo en las zonas sensibles de nuestro cuerpo recomendamos experimentar. ¿Cómo? Apretando más o menos el esparadrapo sobre la piel para que la adherencia sea mayor, por ejemplo. O colocando primero tiras más finas para, a continuación, aplicar tiras más anchas.
Esparadrapo para tapar la boca
Dentro del BDSM encontramos a amantes de las prácticas relacionadas con la llamada asfixia erótica. Midiendo muy bien los pasos dados y prestando especial atención a las reacciones del sumiso (hay que recordar siempre que la asfixia erótica es una práctica sexual arriesgada) se puede utilizar el esparadrapo para tapar la boca del sumiso y, así, dificultar su respiración. Tapar al mismo tiempo las fosas nasales y la boca, no hace falta decirlo, implica arriesgarse a que pueda ocurrir un accidente nada deseable. Si se opta por practicar este juego, la atención debe ser máxima. Nosotros, ciertamente, no recomendamos practicar juegos que pongan en riesgo la vida del sumiso.
Esparadrapo en la zona genital
Una muy picante manera de practicar BDSM usando esparadrapo consiste en aplicarla sobre el pene o los labios vaginales. El dolor causado por la aplicación y retirada de esparadrapo en estas zonas dependerá de los humedecida o no que se encuentren. A mayor humedad, más difícil será pegar el esparadrapo y, por tanto, menos dolor causará el quitarlo. Una buena forma de secar la zona es utilizar un secador para, así, reducir la humedad de la vagina o, en su caso, el glande. Una vez “secas” esas zonas, aplicaremos el esparadrapo, lo dejaremos un rato y, después, tiraremos de él.
En este caso, como en los casos anteriores, el dolor causado al retirar el esparadrapo dependerá en buena medida de la anchura de la tira. A mayor anchura, mayor dolor.
Esparadrapo con semillas
Combinando el uso del esparadrapo con semillas o granos como los de arroz o los garbanzos pueden crearse nuevas sensaciones y nuevos dolores. ¿Cómo? Por ejemplo: tumbando al sumiso boca abajo y, tras colocar algunos garbanzos en alguna parte de su espalda, tapando esos garbanzos con el esparadrapo. Una vez están así tapados, se puede dar con una pala sobre la zona en la que está el esparadrapo. Los garbanzos incrementarán el dolor experimentado por el sumiso. También se incrementará ese dolor si se obliga al sumiso a tumbarse boca arriba o si se practica el trampling sobre él. Si se opta por esta opción hay que practicarla con mucho cuidado, pues puede resultar muy dolorosa.
Otra buena manera de provocar dolor a un sumiso utilizando esparadrapo y garbanzos es colocando los garbanzos con el esparadrapo en la planta de los pies para, después, obligar al sumiso a caminar con ellos. También se pueden colocar en las nalgas para, después, obligar al sumiso a permanecer sentado durante un largo período de tiempo.
Esparadrapo e ingestión forzada
Dentro del BDSM hay gente a la que le gusta practicar la digestión forzada. En algunos casos, al sumiso le cuesta comer la sustancia escogida. No se la traga. Una buena forma de obligarle a hacerlo es tapar su boca con esparadrapo. Éste no será retirado hasta que no se haya tragado completamente el producto ordenado.
Esparadrapo con tabasco
Un juego BDSM con esparadrapo muy picante (y nunca mejor dicho) y resultón, consiste en untar con tabasco la parte central del esparadrapo dejando los laterales secos y sin tabasco para que puede pegarse. Una vez preparado así, se podrá aplicar el esparadrapo sobre los testículos, el glande, los labios vaginales o del ano. Sin duda, el sumiso o sumisa no tardará en sentir que sus partes más íntimas arden.
Como ves, son muchos los juegos BDSM que pueden practicarse con un rollo de esparadrapo… y un poquito de imaginación.