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Info BDSM

El seno como fetiche

En general toda nuestra cultura occidental ha convertido las mamas en un fetiche. Pero el fetichista verdadero y auténtico no centra su fetiche en la mama en general, sino en una mama muy específica según su forma y tamaño. Para el fetichista de la mama, no hay duda alguna: el seno (ese seno) es la parte más hermosa, sexy y deseable del cuerpo de una mujer.

Juegos de dominio y relación en la pareja

Al igual que en vuestras fantasías se han dirimido cuestiones personales de poder y dominio, también puede suceder así con los problemas que existan entre los dos. Los cambios que se produzcan en el juego influirán en mayor o menor medida en vuestra relación.

Juguetes de BDSM para el hombre, consoladores y anillos de pene

La crema o loción estimulante del pene. Estos tipos de productos crean una sensación de hormigueo en el pene erecto, intensificando así la excitación y el aumento de la sensibilidad del mismo. Este tipo de geles son los más utilizados en la estimulación manual y a la hora de mantener relaciones sexuales, aunque su sabor puede ser desagradable para la mujer en el momento de realizar una felación.

Juguetes de BDSM para la mujer, vibradores y consoladores

El Conejo Vibrador. Este tipo de vibración garantiza la llegada al orgasmo de cualquier mujer. Este juguete se compone de un eje de rotación y de un doble estimulador del clítoris con forma de orejas de conejo. Este juguete permite la simultánea estimulación de vagina y clítoris. Al deslizarse dentro de la hembra sumisa, ella no tiene más opción que acabar sucumbiendo a la estimulación.

Recomendaciones de juguetes BDSM y Bondage para parejas

La capacidad de la parte dominante de la pareja de ejercer su control total y completo sobre la excitación sexual de la parte dominada es el principio central de los juegos BDSM. Pero ese control no debemos creer que es únicamente un control sobre saber en qué momento exactamente va a correrse la pareja y de qué forma va a hacerlo.

Consejos para cuando es tu amante quien tiene el fetiche

Siéntete afortunado. Si tú no eres quien tiene el fetiche pero tu amante te ha comunicado el suyo es porque te dejó abiertas las puertas de acceso a lo más íntimo de su sexualidad y su mundo interior. Eres un visitante de lujo de ese espacio secreto y personal. Lo primero que debes tener en cuenta es que la aventura sexual es una de las cosas más divertidas que puede ofrecerte la vida. Simple y llanamente.

Control del orgasmo. Ejercer el control total sobre la eyaculación

La capacidad de la parte dominante de la pareja de ejercer su control total y completo sobre la excitación sexual de la parte dominada es el principio central de los juegos BDSM. Pero ese control no debemos creer que es únicamente un control sobre saber en qué momento exactamente va a correrse la pareja y de qué forma va a hacerlo.

Consejos para el fetichista, jugando con el fetiche imposible

Si tu fetiche se centra principalmente en una determinada imagen o dibujo, en algo que, más que hacerse, debe ser visto, no es complicado incluir a otra persona en dicha sesión de sexo fetichista. Tampoco resulta complicado en exceso tomar el control del fetiche. Si estás ante el ordenador, controla la sesión desde el ratón. Si se trata de una película, el mando a distancia te dará ese poder controlador. Con un libro ilustrado, será tu mano la que decida cuándo cambiar de página y cuándo no.

Las fantasías sexuales en el BDSM: mazmorra, sogas y flagelación

De lo que estamos hablando no es de sexo tántrico, pero tampoco vamos a afirmar aquí que el BDSM tampoco es un deporte, aunque se pueda ver a sus practicantes sudar, perder el aliento, con el corazón bombeando sangre a doscientos por minuto, con las muñecas arañadas por una soga y los genitales y las nalgas tan enrojecidas como doloridos pueden quedar los músculos.

Fetiches asociados al sexo, objetos físicos o partes del cuerpo

Muchos fetiches van más allá de la persona en sí. Lo son de una, pero necesitan o exigen la participación de otra para poder existir y realizarse. Pueden tener que ver con una parte corporal de esa otra persona, con un acto en sí (por ejemplo, verter jarabe de frambuesa sobre un cuerpo desnudo) o con algún objeto determinado (ropa interior usada, por ejemplo). El fetiche parece menos estrambótico y extraño cuando implica a otra persona. Convertirlo en una especie de juguete para dos hace que se vuelva más normal, que pueda ser más “comprendido”.