Juguetes BDSM para ella

El Conejo Vibrador. Este tipo de vibración garantiza la llegada al orgasmo de cualquier mujer. Este juguete se compone de un eje de rotación y de un doble estimulador del clítoris con forma de orejas de conejo. Este juguete permite la simultánea estimulación de vagina y clítoris. Al deslizarse dentro de la hembra sumisa, ella no tiene más opción que acabar sucumbiendo a la estimulación proporcionada por el juguete. Para simular la acción de las orejas de conejo, un cepillo de dientes eléctrico puede utilizarse para estimular el clítoris.

La bala vibradora (o el huevo vibrador) se desliza dentro de la vagina para proporcionar una discreta estimulación. Cuando este juguete se utiliza en los juegos de dominio, el placer que puede proporcionar puede ser tan imprevisible como imparable.

Los consoladores y vibradores de aspecto fálico no pueden faltar tampoco en tu armario. Algunos imitan la forma del pene, otros son más sofisticados. Busca los que más te gusten. Los hay con estrías o con texturas especiales diseñadas para potenciar el placer. Una correa para consoladores puede ser un complemento ideal para que una mujer dominante penetre a un hombre sumiso.

Las abrazaderas de pezón y los geles para estimulación del mismo son otros de los juguetes a los que puedes sacar un gran rendimiento. Añade ambos elementos a tu arsenal de juguetes. Puedes usar clips o pinzas de madera, pero piensa siempre que el pezón es una zona muy sensible y que puede ser dañado con relativa facilidad. Extrema las precauciones en este aspecto y busca juguetes especialmente diseñados para cumplir esta función.

Existen geles especialmente diseñados para estimular el clítoris. Úsalos, pero ten en cuenta siempre que son ideales para la relación sexual y para la estimulación digital. Su sabor puede resultar desagradable para quien realice el cunnilingus. Si el hombre o la mujer, antes de realizar el cunnilingus, utiliza un enjuague bucal fuerte, favorecerá que el clítoris sienta un hormigueo muy placentero.

Las bolas chinas, bien sean de caucho, vidrio o plástico, introducidas en la vagina de la mujer mientras se realiza un cunnilingus, pueden ser un estupendo complemento de gratificación. Ten unas también a mano, en un rincón de ese armario que hemos ido llenando poco a poco.