sumisión
El ritual del lavado de pies
El lavado de pies puede ser una magnífica manera de escenificar la sumisión a un Amo o Ama. El acto de lavar los pies a alguien incorpora a la escena que se esté desarrollando unas connotaciones religiosas que pueden irle muy bien a una escena de dominio y sumisión. El del lavado de pies es, sin duda, un acto de humildad y de entrega. Ese mismo acto, realizado por un sumiso en una escena BDSM, reafirma la sumisión de su actitud.
La fantasía de la Reina
El asistente de la Reina, ese sirviente que sirve para todo, desde fregar los suelos a dar un homenaje oral a su Ama, es una imagen muy excitante para cualquier dominante. Si este asistente, además, aparece completamente feminizado, el impacto visual de la representación de esta fantasía y la satisfacción que puede crear en Dominantes y Sumisos pueden ser extraordinarios.
El castigo de la “garganta profunda”
Una práctica sexual idónea para introducir en una sesión BDSM es la de la garganta profunda, esto es, aquélla en la que la persona sumisa se vea obligada, para rendir pleitesía a su Amo, a meterse el pene de éste entero en la boca y a realizar una felación profunda y completa. Esta práctica puede ser una maravillosa manera de plasmar esa adoración y esa voluntad de proporcionar placer al Amo que tan bien puede sentarle a una escena BDSM
Tipos de flagelación
La flagelación es parte casi obligatoria de muchas escenas de BDSM. No es difícil que una persona que desconozca el universo BDSM asocie sus prácticas directamente al uso del látigo. Pero el látigo y la flagelación pueden ser utilizados de muchas maneras dentro de las escenas BDSM. Hay maneras y maneras de flagelar o azotar y cada una de ellas tiene su propia finalidad y debe realizarse de la manera adecuada y con los instrumentos convenientes para ello.
La fantasía de la institutriz
La de la institutriz es, entre las fantasías de dominación femenina, una de las más habituales. El éxito de la escenificación de esta fantasía depende fundamentalmente de la capacidad del Ama para mantener su autoridad y para imponer sus castigos. Los encantos de esta fantasía son difícilmente explicables a todas aquellas personas que no sean devotas seguidoras de los juegos de dominio y sumisión. ¿Por qué alguien puede desear ser azotado?
El papel del Tutor
Es difícil concebir el BDSM y las relaciones de dominio y sumisión entre un Amo y una sumisa sin contar con la participación de un Tutor. Para toda aquella mujer que intuye tendencias sumisas dentro de sí y que quiere aclararlas, el papel del Tutor es fundamental. El Tutor será para esta mujer que desea introducirse en el mundo BDSM una especie de instructor, un guía que la ayudará a descubrir la existencia o no de esa tendencia latente que parece querer aflorar a su personalidad.
Castigos prohibidos
El hecho que una persona dominante deba castigar a una persona sumisa por exigencias del juego nunca puede significar que la persona dominante pueda elegir a su capricho y antojo el castigo que primeramente acuda a su imaginación. Hay castigos vedados que nunca deben usarse. Un castigo no debe nunca causar un daño emocional a la persona sumisa. Hay que diferenciar claramente el maltrato psicológico y el castigo en los juegos de dominio y sumisión propios de la práctica BDSM.
La fantasía de la niñera
El Ama que elige el papel de niñera disfruta de poseer un control absoluto sobre su sumiso. En esta fantasía, el sumiso y el Ama establecen una relación extraordinariamente íntima y estrecha. Aquí no puede existir la distancia emocional que existe entre el Ama y el sumiso en las fantasías de la Amazona o la Diosa. Esa distancia emocional sería absolutamente inapropiada en este caso.
Fetichismo del mueble humano o fornifilia
Hay un fetichismo muy asociado a las prácticas BDSM y que tiene muchos puntos en contacto con los juegos de dominio y sumisión más intensos. Ese fetichismo es el fetichismo de los muebles humanos o fornifilia. Para el fetichista fornifílico, nada más excitante que ver convertida a su pareja de juegos eróticos en un mueble. Este mueble, qué duda cabe, es un mueble que puede resultar especialmente funcional: lo mismo puede servir para sostener una bebida como para ser penetrado por el fetichista excitado.
El switch: el rol alterno en el BDSM
Hay personas que se acercan a las prácticas de dominio y sumisión escogiendo un rol determinado y fijo. Esas personas o son dominantes o son sumisas. Nunca cambian de rol jueguen con quien jueguen. Hay otras personas, sin embargo, que, dependiendo de los intereses del momento o de determinadas preferencias, alternan su rol. Estas personas que en ocasiones ejercen el rol de dominantes y en ocasiones el de sumisas reciben, dentro del mundo del BDSM, el nombre de “switch”.
Mordaza y BDSM
La mordaza o gag es un instrumento que, colocado en la boca, impide la pronunciación de palabras o su clara articulación por parte del sumiso. Es un instrumento que, en el BDSM, es de aplicación común. Saberlo utilizar y conocer los riesgos que acarrea su uso es imprescindible para obtener los mejores resultados de él.