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Cuatro consejos para iniciarse en el sado

La escena va a comenzar y tú eres nuevo en esto. Seguramente tienes muchas dudas e inquietudes. No te preocupes. A continuación vamos a proporcionarte una serie de consejos y recomendaciones prácticas que van a ayudar a que todo fluya de la manera más agradable y sencilla posible.

Safeword o palabras de seguridad

Es imprescindible que el sumiso tenga unas palabras claves para dar información vital sobre cómo se encuentra durante el desarrollo del juego. Esas palabras deben tener un principio rector que las guíe y ese principio rector no es otro que el de seguir a rajatabla los principios de seguridad, sensatez y consenso.

Furrys: fetichistas (o casi) del peluche

Quizás a ti no te lo parezca, pero hay gente a la que le resulta sumamente erótica la imagen de una persona disfrazada de animal de peluche. O que encuentran tremendamente erótico disfrazarse de peluche y frotarse con otras personas igualmente disfrazadas. Tigres, ardillas, perros y gatos, conejos y pingüinos, leones…

Luchando contra las rutinas

Con frecuencia la rutina amenaza con anquilosar las relaciones eróticas en el seno de la pareja. Esto también puede suceder cuando estas relaciones llevan ya un tiempo aventurándose por los caminos del BDSM. Cuando eso empieza a suceder, basta con realizar pequeños cambios para empezar a ver de manera distinta lo cotidiano. Programar una escapada romántica para insuflar nuevos aires a lo que pudiera parecer viciado es también una buena idea para revitalizar la relación.

Más juguetes para el sado ( y 4)

Los instrumentos cotidianos son, ya lo vimos en el post anterior, una magnífica opción para todos aquellos que, con imaginación, quieran crear una original colección de juguetes eróticos que puedan servirle para sus juegos sadomasoquistas. Mostramos aquí algunos de estos convertibles y os sugerimos algunas ideas para que podáis introducirlos en vuestros juegos.

Todo a punto para empezar a jugar

Que la configuración de la escena es algo que debe realizarse meticulosamente es algo que ya ha quedado claro. Hemos hablado de ello en alguna ocasión. Y para que esa configuración quede convenientemente planificada es de vital importancia la elección del equipaje y ropa que se necesitará para escenificar la misma y plasmar el guión que hayáis imaginado.

Los pezones: territorio BDSM

Ellos son, sin duda, uno de los puntos más sensibles de la anatomía humana. Por eso ocupan un lugar estelar en los juegos sadomasoquistas. No hay pareja que fantasee con encuentros BDSM que olvide la importancia que los pezones y su excitación juegan en una buena escena sadomaso.

BDSM, espejos y pornografía

Los espejos pueden agregar un estimulante e increíble impacto visual a los juegos BDSM. El socio dominante puede colocar un espejo en la parte delantera de su sujeto sumiso para, así, poder ordenarle que observe en él de qué modo usa y abusa de su cuerpo.

Más juguetes para el sado (3): los convertibles.

Llamamos “convertible” a cualquier objeto que comúnmente no se utiliza con fines sexuales pero que, gracias a la creatividad sexual de una mente imaginativa, puede convertirse en un maravilloso instrumento que ponga un poquito de salsa a nuestros encuentros sexuales. Esa imaginación creativa y una mirada curiosa pueden ser grandes aliadas cuando sales de compras.

Juego y sexo anal en el BDSM

El juego y el sexo anal son dos prácticas sexuales que le van de perlas a las escenas BDSM. Una buena manera de escenificar la autoridad con una imagen especialmente simbólica es la de penetrar analmente al sumiso o sumisa. La higiene en ambos casos es fundamental, así como el pacto absoluto y sincero entre la parte activa y la pasiva. Bien realizado, el sexo anal puede ser una fantástica fuente de placer.

Más juguetes para el sado (2)

Continuamos con el inventario de juguetes eróticos que el mercado te ofrece para aderezar y ambientar tus escenas BDSM. Nada es desaprovechado por la imaginación sadomasoquista, que siempre anda a la busca de instrumentos con los que poder proporcionar un dolor deliciosamente placentero.