Negociación de límites

Dar y recibir el consentimiento del compañero es fundamental y absolutamente prioritario a la hora de negociar los términos y límites a los que puede llegar una escena BDSM. La negociación crea un espacio para que todos los participantes en el juego hablen de sus necesidades, sus deseos, sus fantasías eróticas y temores y, en definitiva, de aquellos límites que quieren poner al juego. ¿Hasta dónde se quiere llegar? Eso es algo que debe quedar meridianamente claro tras el proceso de negociación. Ésa es, al fin y al cabo, su finalidad.

¿Cómo debe iniciarse este proceso de negociación? Una manera de iniciarlo es identificar qué función o funciones habremos de tomar. Por ejemplo: quién será dominante y quién sumiso, quién será el sádico y quién el masoquista. Hablar del tipo de actividades eróticas que se desean realizar debe servir para fijar y determinar los roles de actuación.

El BDSM no es algo acotado; engloba muchas actividades diferentes, muchos tipos de fetichismos y escenarios que serían muy difíciles de enumerar. La imaginación humana puede no tener límites. Basta buscar por las redes sociales y las páginas especializadas en eventos BDSM para hacerse una ligera idea de dicha prolijidad.

Listado de prácticas BDSM

Para pactar unas normas de actuación y unos límites en el juego, hay personas que, a la hora de realizar la negociación BDSM, elaboran una lista y marcan sí o no dependiendo de aquel tipo de actividades en las que les gusta participar y aquéllas en las que no.

Esto, que en apariencia puede parecer muy sencillo, no lo es tanto en la práctica. Hay prácticas y actividades que podrían incluirse en una zona gris e intermedia. Puede ser factible de realizar o no. Dependerá, muy seguramente, de las circunstancias en que se realicen y del modo según se practiquen. Puede ser que, si estás negociando esa lista de cosas a realizar, sientas curiosidad por una práctica determinada pero tengas dudas sobre si te gustará o no. En este caso, nunca señales sí o no sin haberte informado debidamente antes sobre la práctica sexual en sí y sobre sus características.

Un consejo a seguir es el siguiente: si una actividad te atrae pero tienes dudas sobre ella, no la descartes categóricamente de antemano; y señalízala de alguna manera que indique que dicha práctica, quizás, podrá ser realizada tiempo después, cuando tengáis más experiencia con otro tipo de actividades y experiencias.

Hablar con la pareja de una manera abierta y sincera de por qué una actividad erótica concreta termina en una columna u otra servirá para que la pareja se conozca mejor y más íntimamente, adquiriendo, así, una información muy valiosa sobre los propios y mutuos deseos.

La lista puede elaborarse a partir de una enumeración de prácticas a las que pueden corresponder tres opciones de respuesta: sí, no o quizás. Cada una de estas actividades puede ser comentada con algún tipo de nota al margen, comentario, etc.

¿Qué actividades podrían ser éstas? Hacemos un breve listado:

  • Spanking o azote en el culo
  • Cane o golpes de bastón
  • Slapping o bofetadas
  • Flogging o azotamiento con látigo
  • Blindfoldm o vendaje de los ojos
  • Ball gag o juego con las pelotas
  • Mouth gag o juego con la boca (mordazas, etc.)
  • Ropa bondage
  • Ataduras bondage
  • Cera caliente
  • Cremas especiales para proporcionar calor o frío
  • Abrazaderas de pezón
  • Tirar del pelo
  • Uso de líquidos corrosivos
  • Rascado y frotamiento
  • Collares
  • Correas
  • Roles de dominio o sumisión
  • Control del orgasmo

Este listado es sólo una breve introducción a todo lo que puede realizarse en la práctica BDSM. Podrían incluirse los juegos de rol sexual en los que la persona actúa como un animal. O los juegos en los que se practica algún tipo de suspensión. O el uso de material médico como pudieran ser las sondas uretrales. O los juegos en los que se practica la electro-estimulación. Todo eso puede entrar a formar parte de un listado que, a la hora de la verdad, sois vosotros, en el seno de vuestra pareja, los que tenéis que elaborar y tenéis que decidir gracias a una negociación franca y absolutamente sincera.