Presiona ESC para cerrar

Fetichismo

Fetichismo es la devoción hacia los objetos materiales que se denominan fetiches. El fetichismo sexual es una parafilia que consiste en la excitación erótica o el logro del orgasmo a través de un talismán u objeto fetiche.

‘Sploshing’ o sobre cómo mezclar alimentos y erotismo

La lengua inglesa, siempre tan rápida a la hora de crear neologismos, ha creado un maravilloso vocablo, splosh (o sploshing), que hace referencia al uso de alimentos para tener mejor sexo. ¿Qué alimentos pueden ser utilizados en la práctica del sploshing? Mermeladas, helado, miel, salsas, huevos, leche, zumo, refrescos con gas, flan…

Maskers y dollers: los hombres-muñeca

Son hombres. Heterosexuales en su mayoría. Pero les gusta disfrazarse de mujer. Lo hacen utilizando máscaras y prótesis, exagerando los rasgos femeninos hasta, finalmente, proyectar una imagen que recuerda poderosamente a una muñeca hinchable. No son transexuales ni lo hacen, todos, por un impulso erótico. Son conocidos como maskers o dollers. También como hombres muñeca. Conoce algo más este fetichismo.

El fetiche como instrumento para animar la vida de pareja

Es a estas parejas que no se resignan al adormecimiento de la pasión a quienes proponemos otra opción a la hora de insuflar nuevas energías a su sexualidad: la de incorporar un fetiche a su vida sexual. Un fetiche puede convertirse en un aderezo muy adecuado para una relación sexual que está comenzando a padecer el anquilosamiento de la rutina.

El puppy play o juego del perrito

No busques la palabra “follar” en el mundo del fetiche. Busca la palabra jugar. Es la que acostumbran a usar los fetichistas (o al menos determinados fetichistas) cuando se refieren a la práctica sexual. Y de entre todos los fetichismos que podemos encontrar quizás ninguno da al factor lúdico la importancia que le de el puppy play. En este fetichismo, uno de los miembros de la pareja se convierte en puppy, un cachorro al que hay que educar y cuidar.

La hierofilia o el fetichismo de lo sagrado

Entre religión y sexo siempre han existido más relaciones de las que en apariencia podrían parecer. Esto se hace especialmente evidente en el caso de uno de los fetichismos más curiosos y, sin duda, polémicos que existen: la hierofilia. Con ese nombre se conoce aquel fetichismo en el que el placer sexual es alcanzado gracias a la intermediación o intervención de objetos sagrados o religiosos.

El nyotaimori o sushi corporal

Cercana a la fornifilia podemos encontrar una práctica con claras connotaciones fetichistas en la que el cuerpo femenino queda, también, absolutamente cosificado. Esa práctica de la que hablamos se conoce con el nombre de nyotaimori o sushi corporal y consiste en convertir el cuerpo de la mujer (si fuera el del hombre hablaríamos de nantaimori) en una especie de bandeja sobre la que servir el sushi o el sashimi que se va a comer en una reunión. Estos alimentos deberán ser comidos sobre la piel desnuda de la persona.

Elmer Batters o el fetichismo fotográfico de los pies

Si hay alguien que ha elevado la plasmación del fetichismo de los pies y las piernas a la categoría de arte ése es el fotógrafo estadounidense Elmer Batters. Al dejar tras de sí una excelente obra fotográfica en la que pies, piernas y panties se convertían en contenido principal de la misma, Elmer Batters unía su nombre al de otros insignes fotógrafos que, de una manera u otra, han convertido el fetichismo en la temática principal de su obra.

Las bragas usadas, objeto de consumo

El fetichismo por la ropa interior usada (Used Panties Fetish) no es nuevo. De hecho, es difícil encontrar un fetichismo nuevo. Sólo aquéllos que tengan que ver con determinadas tecnologías puede ser entendidos como nuevos y, aún así, seguro que hincan sus raíces en alguna tradición más o menos antigua. En los últimos tiempos, el fetichismo de la ropa interior usada ha experimentado una notable implantación. A ello ha ayudado, sin duda, la expansión de internet. Conseguir una prenda interior usada ya no es ahora una tarea de riesgo como podía serlo años atrás.

Uso de enemas en los juegos BDSM

El fetichismo médico siempre ha tenido un glamour especial. En cierto modo, no es necesario ser especialmente fetichista para practicar un juego de rol en que doctores, doctoras, pacientes, enfermeros y enfermeras se enzarzan en todo tipo de prácticas que pueden ir desde la simple y casi infantil revisión médica hasta prácticas más agresivas como pueden ser la puesta de inyecciones, la colocación de aparatosos vendajes, el uso de algún tipo de espéculo o la utilización de enemas, es decir, la introducción de un líquido por vía rectal.

Alva Bernadine, fotógrafo de la forniphilia

De entre los fotógrafos que han centrado parte de su obra en la plasmación de algún tipo de fetichismo, Alva Bernadine es uno de los más llamativos y originales. Su estética surrealista y su modo de utilizar el cuerpo femenino lo convierten en un fotógrafo fácilmente reconocible dentro del universo de la fotografía erótica. Especialmente interesante resulta su serie fotográfica dedicada a la fornophilia, ese fetichismo tan original como visualmente impactante y que consiste en convertir a la pareja en una especie de mueble.

La fotografía fetichista de Jonathan Leder

Una de las características fundamentales del fetichismo es, sin duda, su componente visual. En todo fetichismo existe un componente visual muy marcado y eso lo convierte en objetivo preferente de las cámaras fotográficas. Son muchos los fotógrafos que, en un momento determinado de su carrera, han prestado atención a la temática fetichista y se han decidido a realizar fotografía fetichista. Entre esos fotógrafos se encuentra Jonathan Leder.