En la zona alta de Barcelona, en el bario de Sant Gervasi, en el número 5 de la calle Atenas, se encuentra el que está considerado el primer club legal de BDSM de toda Europa: el Club Social Rosas Cinco.

Para los amantes del Bondage, la Dominación, la Sumisión y el Masoquismo (eso quieren decir las iniciales BDSM), Rosas Cinco es un lugar de obligada referencia en la Ciudad Condal. Entendido como una asociación sin ánimo de lucro, este club nació hace ya más de quince años con un objetivo claro: “profundizar en la búsqueda y el intercambio de experiencias BDSM”.

En un tiempo en el que el BDSM va perdiendo poco a poco la imagen un poco lumpen y oscura que tenía décadas atrás (gracias seguramente a fenómenos como el de Cincuenta sombras de Grey), este club social puede preciarse de haber sido punta de lanza en la lucha por normalizar no tanto un movimiento sino una agrupación de gustos. Conseguir que la sociedad deje de ver esos gustos como una especie de enfermedad mental ha sido otro de los objetivos históricos del club.

Hay gente a la que le gusta ser atada, personas que disfrutan azotando o siendo azotadas, gente a la que le gusta vivir su sexualidad de una forma diferente a la que es entendida (o malentendida) como normal… Esa gente encuentra un lugar de reunión perfecto en el Club Rosas Cinco.

Entre las paredes de este local, los bedesemeros y bedesemeras que residen habitualmente en BCN o que visitan la ciudad pueden encontrar el látigo que están buscando, cepos, cuerdas, máscaras y todo tipo de utensilios y juguetes sexuales relacionados con la práctica del BDSM, así como una mazmorra en cuyo interior hacer realidad sus fantasías.

Rosas Cinco

El primer club BDSM de Barcelona

Fundado por un banquero suizo, este local para BDSM de Barcelona fue en sus inicios un club exclusivamente privado. A él solo tenían acceso los amigos y conocidos de su fundador.

En la actualidad, el club está abierto a todo el mundo. La entrada en él es gratuita. Para ser socio de este club privado para BDSM solo es necesario pagar una cuota (mínima) al año y ser mayor de edad.

En la actualidad, más de 1.000 personas gozan de la condición de socios de este club. Hacer un retrato robot de los mismos supone asomarse a un universo muy heterogéneo. Entre ellos hay personas de todas las edades, procedencias, grupos culturales y sociales y profesiones.

La presencia de parejas dentro de este club de Barcelona para BDSM es cada vez más habitual. ¿Quiere eso decir que Rosas Cinco es un club de intercambio de parejas? No

Tampoco es, como se ha dicho en alguna ocasión, un local gay. En él se aceptan todas las variantes, sin distinción de sexo o rol. Por eso no se excluye la posibilidad de que puedan acudir a él homosexuales ni de que haya parejas que visiten el local con el deseo de experimentar con otras parejas.

Eso sí: ni la homosexualidad ni el deseo de realizar intercambios sexuales con otras parejas es el eje alrededor del que giran las relaciones en el interior de este club con mazmorra en Barcelona. El eje central y lo que justifica la existencia de Rosas Cinco es, simple y llanamente, el amor al BDSM y el gusto por sus prácticas.

Club BDSM

Normas del Club Rosas Cinco

Como en todo club de prestigio, en éste también se vela por el cumplimiento de una serie de normas básicas. Una de las funciones básicas del equipo de este local es vigilar que no entren en él personas que no sean auténticas amantes del BDSM, así como de cuidarse de que no se realicen en su interior prácticas que, por la inexperiencia de los participantes o por mala praxis de alguno de ellos, puedan resultar peligrosas.

Si hay algo fundamental en el BDSM son los límites y éstos deben ser absolutamente respetados. El BDSM no puede servir para enmascarar una violación ni debe poner en riesgo la salud de quienes participan en sus prácticas.

En este sentido, acudir a Rosas Cinco es una garantía de seguridad. El celo en velar por dicha seguridad y la experiencia en el universo BDSM convierten al equipo de este club privado para BDSM de la Ciudad Condal en la mejor garantía de que todo se va a desarrollar por los cauces deseados.

El dresscode de esta asociación BDSM de Barcelona está explicitado claramente en su página web. El color negro en la vestimenta es obligatorio tanto los viernes como los sábados. Los jueves y domingos, el dresscode es más laxo. Se permiten estéticas fetish, leather, nude, elegante, militar, látex… Lo que no se permite, bajo ningún concepto, es entrar en el local con zapatillas deportivas de colores, sandalias o bermudas.

En el interior del Club no se permite la tenencia, tráfico o consumo de drogas, así como la prostitución o cualquier tipo de relación BDSM a cambio de dinero.

Otras de las estrictas normas de comportamiento en el interior de local que el Club impone a sus socios son las siguientes:

  • No se puede grabar ni hacer fotos en su interior (salvo cuando la Dirección, con motivo de alguna ocasión especial) lo permita.
  • No se puede practicar la masturbación en solitario.
  • No se puede practicar scat (prácticas que tengan que ver con las heces).
  • Si se desea practicar lluvia dorada o juegos eróticos que requieran del uso de la electricidad (electroestimulación erótica) hay que solicitar permiso a la Dirección del Club.
  • Las prácticas que se desarrollen en el interior del club deben cumplir las tres máximas del BDSM, es decir: deben ser sensatas, seguras y consensuadas.
  • Los socios deben comprometerse a mantener el anonimato de todas aquellas otras personas con las que coincidan en el Club.
  • Se prohíbe beber en la mazmorra, que queda reservada para realizar en ella prácticas BDSM.
  • Se invita a los socios a comunicar enfermedades o problemas físicos que pudieran afectar al uso compartido de instalaciones e instrumentos.
  • Todo socio debe seguir unas normas mínimas de higiene y debe cuidarse de mantener la higiene tanto del local como de los instrumentos que use.
  • Cuando el socio lleve a una persona nueva al Club debe informar a éste para hacer la ficha del nuevo socio y entregarle su carnet previo pago de la cuota anual.
  • En cada visita al Club hay que realizar una consumición mínima.
  • Se prohíbe el pago con tarjeta tanto de la cuota anual como de las consumiciones.

Finalmente, en cuanto a las normas de Rosas Cinco hay que señalar que la Dirección del Club se reserva el derecho de admisión y el derecho a parar una determinada actividad cuando lo considere oportuno. El incumplimiento de estas normas puede hacer que el socio sea expulsado del Club tanto transitoria como definitivamente.

Mazmorra Barcelona

Alquiler de mazmorras en Barcelona

Rosas Cinco ofrece a sus socios la posibilidad de alquilar el local entero, así como su mazmorra.

A quien le guste el BDSM y desee alquilar una mazmorra en Barcelona, sin duda este local es un lugar ideal para celebrar cualquier tipo de fiesta, evento o presentación. También puede alquilarse para realizar en él sesiones fotográficas, así como rodajes de cualquier tipo (cinematográfico, publicitario, etc.).

Además, de manera más o menos cíclica se celebran en él talleres de iniciación al BDSM y a sus diversas prácticas. En este sentido, la práctica del Shibari (atadura erótica japonesa) es una de las más llamativas. Tras participar en un curso de este tipo, ¿quién va a renunciar a disfrutar del placer de practicar Bondage en Barcelona?

Bien ubicado, al Club Social Rosas Cinco se puede llegar fácilmente en transporte público. Sus horarios son los siguientes: Jueves, de 20 a 1 AM; Viernes y Sábados, de 23 a 5 AM; Domingos, de 18 a 1 AM. El resto de la semana permanece cerrado.

Bondage Barcelona