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BDSM

BDSM abarca un grupo de prácticas y fantasías eróticas relacionadas entre sí que se vinculan a las denominadas sexualidades no convencionales o alternativas. Su nombre indica: Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo

La privación sensorial

La privación sensorial siempre ha funcionado como castigo. Al niño, de hecho, cuando se le castigaba de cara a la pared o se le obligaba a permanecer encerrado en su habitación, se le estaba privando de contacto social. Esa privación sensorial sigue mostrándose como un medio perfecto para imponer castigos y domesticar a los desafiantes. La combinación de varios tipos de privación, de hecho, resulta particularmente eficaz en los juegos BDSM.

La suspensión bondage

La suspensión bondage es una de las prácticas estrella del bondage y del BDSM. La suspensión bondage implica el hecho de que se ate a una persona y, bien sea mediante cuerdas, bien mediante cadenas, bien mediante algún aparato especialmente destinado a ello, elevarla del suelo. Esta práctica requiere unas medidas de seguridad muy estrictas para evitar lesiones, pero puede producir muchos momentos de placer.

La dómina y el sumiso: las expectativas mutuas

El éxito o el fracaso de una escena BDSM no dependen tanto de la lista de actividades que las negociaciones recojan como de la actitud que mantengan los participantes en la escena. Y, de entre todas las actitudes, la que más determina el hecho de que la escena resulte positiva o no es la que mantenga durante la misma la dómina y cómo se ajuste a las necesidades propias y a las del sumiso.

¿Quieres ser una dómina?

¿Quieres explorar la vertiente dominante de tu feminidad? ¿Deseas convertirte, a tiempo completo o parcial, en una mujer peligrosa y misteriosa, feroz y dominadora, para imponer a tu pareja tus ritmos sexuales? ¿Deseas sentirte segura sensualmente? ¿Quieres ser una dominatrix? ¿Tu pareja te ha pedido que tomes el control de vuestra sexualidad y no sabes por dónde empezar para convertirte en esa dómina que él espera?

El placer de morder y ser mordido

Si eres de los que piensan que, para practicar el juego erótico, en nuestras bocas sólo tenemos los labios y la lengua, estás perdiéndote todas las oportunidades de placer que los dientes te ofrecen. Piensa en el placer de mordisquear la lengua, los labios, las mejillas, el cuello, la espalda, las pantorrillas… Piensa en ese placer de apresar la carne de tu amante y cerrar lentamente tu boca sobre ella, dejando sobre su piel, sin llegar a rasgarla, la marca de tus dientes.

El arte de la bofetada

No se puede concebir el BDSM sin la bofetada. La bofetada es parte principal de estos juegos. Eso sí, hay que saber cómo y dónde darla y, sobre todo, debe haber sido pactada. El consenso es, en estos juegos, absolutamente preceptivo. Todo lo que se realice sin haber sido pactado y consensuado es susceptible de ser considerado abusivo.

Términos ingleses del BDSM

El contrato, en el juego BDSM, debe ser la plasmación por escrito de lo pactado en la negociación previa entre los jugadores de la escena BDSM. En él se deben articular las necesidades de los jugadores, así como sus límites y fronteras que no desean traspasar. El contrato debe recoger lo que las personas que van a jugar a BDSM quieren, lo que les espera y lo que están dispuestos a asumir.

El contrato de sumisión en el juego BDSM

El contrato, en el juego BDSM, debe ser la plasmación por escrito de lo pactado en la negociación previa entre los jugadores de la escena BDSM. En él se deben articular las necesidades de los jugadores, así como sus límites y fronteras que no desean traspasar. El contrato debe recoger lo que las personas que van a jugar a BDSM quieren, lo que les espera y lo que están dispuestos a asumir.

BDSM: la negociación de las reglas del juego (II)

En la negociación de la puesta en escena de una fantasía erótica BDSM hay que establecer claramente los límites y hablar sin tapujos y sinceramente de los gustos y deseos, pero también de los problemas físicos que se tienen o de las reacciones psicológicas que pueden afectar al correcto desarrollo de la escena y a la obtención de placer gracias a ella.

BDSM: la negociación de las reglas del juego

Para que la escena BDSM sea un éxito y tanto la parte dominante como la sumisa queden satisfechas deben cumplirse las expectativas de ambos. Ni quedarse cortos ni, por supuesto, llegar demasiado lejos. Para conseguirlo, es fundamental que se realice una sincera negociación entre las dos partes y en la que se hable de gustos, anhelos y, sobre todo, límites que, una vez establecidos, deben ser absolutamente respetados.

Entrando de puntillas en el BDSM

Cualquier paso en la vida real requiere un poco de coraje. En la vida sexual, también. Probar cosas nuevas puede resultar aterrador para algunas personas, especialmente cuando estas cosas afectan a nuestras actividades íntimas y sobre todo cuando estas actividades nos exigen una determinada exposición emocional y mental.