Las kajiras: esclavas al modo del universo de Gor
Treinta y tres novelas describen la vida en el planeta Gor, un planeta fruto de la imaginación del escritor y filósofo estadounidense John Norman (1931). La serie de Gor encontró rápidamente un amplio número de fervientes seguidores. Entre ellos podemos encontrar a un nutrido grupo que ve en las novelas de John Norman una inagotable fuente de inspiración para sus juegos de rol, pero también podemos encontrar un sinfín de seguidores “sexuales” de las mismas. En el mundo de Gor, las mujeres son capturadas y convertidas en esclavas. La esclavitud, de hecho, está a la orden del día. La esclava en Gor recibe un nombre muy particular: kajira.
¿Cómo utilizar las esposas en los juegos BDSM?
La inmovilización es una de las prácticas más habituales en el BDSM. Ésta suele realizarse con cuerdas o cintas, pero existe un instrumento que, con un marcado carácter fetichista, puede resultar muy útil en las prácticas de inmovilización. Ese instrumento son las esposas. Las esposas resultan muy vistosas y, sin duda, dan mucho juego en las prácticas BDSM y también en aquellas prácticas “vainilla” a la que se le quiere dar un toque especial. Lo que no hay que olvidar nunca, tanto si las esposas se utilizan para juegos de rol dentro de una relación “vainilla” como si se utilizan dentro de una práctica específicamente BDSM, es que hay que saber utilizarlas.
Jean-Paul Four: maestro de la fotografía BDSM
Uno de los grandes nombres actuales de la fotografía Fetish y BDSM es, sin duda, el del francés Jean-Paul Four. Uno de los mejores piropos que pueden hacerse al trabajo fotográfico de Jean-Paul Four es el de constatar que hay muchas mujeres y de todo tipo que quieren ser fotografiadas por él. El uso de escenarios sobrios, casi desnudos, y de modelos no profesionales son las dos características principales de la obra de este fotógrafo francés.
Psicología de la humillación erótica
Si algo caracteriza a la humillación en general es que tiene la capacidad de tocar importantes botones emocionales. Cuando la humillación se vuelve erótica o, si se prefiere, sexual, la influencia de la misma sobre las emociones se hace mayor. Esto obliga a los practicantes de la humillación erótica a pactar y consensuar el contenido de la misma.
Anastimafilia o el deseo de la gordura
Que ser impreciso no es deseable ya lo sabemos. Basta con que cantemos aquello de “ellos las prefieren muy, muy gordas, gordas, gordas, supergordas…” para darnos cuenta de hasta qué puntos puede ser imprecisa la utilización del “ellos”. ¿Que quiénes son los anastimáfilos? Aquellos que gozan con la gordura de su pareja, las personas que tienen la filia o fetiche sexual que conocemos con el nombre de anastimafilia.
Penitencias variadas para aplicar en la relación D/s
Recientemente hemos dedicado algún que otro artículo a las diferentes penitencias que se pueden aplicar dentro de las relaciones D/s. Hemos hablado de las penitencias de escritura y de las penitencias posicionales. En este post vamos a recoger algunas penitencias variadas que pueden servir para conseguir que la parte sumisa no se desvíe del acatamiento de la disciplina que, en todo caso, es la base sobre la que se sostiene la relación D/s.
La humillación erótica en el BDSM
El BDSM no puede ser entendido sin la existencia de la humillación erótica. Cuando hablamos de humillación erótica lo estamos haciendo del ejercicio de la humillación psicológica dentro de un contexto sexual. ¿Quiere eso decir que la humillación erótica debe ser, ineludiblemente, una humillación de carácter sexual? No. O no, al menos, necesariamente. Conoce mejor los fundamentos teóricos de la humillación erótica dentro de las prácticas BDSM.
Penitencias posicionales en el BDSM
Ya lo indicamos en este blog cuando hablamos de las penitencias de escritura en el BDSM: toda relación D/s exige, tarde o temprano, la imposición de una penitencia. Sin castigo no existe BDSM pero el castigo debe ser, siempre, proporcional y adecuado. Entre las opciones que la parte Dominante tiene a la hora de escoger una penitencia para castigar a su sub existen las que se conocen como penitencias posicionales.
Efebofilia: un fetichismo cronofílico
Imposible olvidar un arranque de novela como éste. Es el inicio de la novela Lolita, del autor de origen ruso nacionalizado estadounidense Vladimir Nabokov. En ella, Nabokov cuenta la historia de Humbert Humbert, profesor de literatura francesa y que tiene una obsesión sexual: las muchachas pubescentes, es decir, que aquéllas que se encuentran en el inicio de la adolescencia o, dicho de otro modo, de la pubertad.
El sado: placer más allá de los genitales
Son muchas, sin duda, las prácticas que pueden llevarse a término mientras escenificamos una escena sado. Unas más espectaculares, otras menos, todas ellas están llamadas a cumplir una función dentro del universo del sado. Algunas de ellas, además, resaltan algo característico del sado y que es lo que queremos recalcar en el artículo de hoy. Ese algo es que las prácticas sadomasoquistas convierten a todo el cuerpo en lugar posible de experimentación del placer.
Castigos inmediatos y castigos formales en el BDSM
Los castigos que puede aplicar la parte Dominante pueden clasificarse de múltiples maneras. En este artículo vamos a realizar una clasificación en la que se distinguen dos grandes grupos de castigos diferenciados entre sí por el momento en que se aplican. Los primeros, los llamados castigos inmediatos, son aquéllos que se aplican en el mismo momento en que se comete la falta que debe ser castigada. Los segundos, los denominados castigos formales, son aquéllas que se posponen a una determinada fecha.