Más vale que sobre…

No hace falta decir que en una práctica como el bondage la elección de la cuerda es un asunto fundamental. El tipo de cuerda elegido determinará en gran medida el éxito o el fracaso del juego en sí. No serán las mismas las sensaciones experimentadas cuando se utilicen cuerdas sintéticas que cuando se utilice el algodón o el cáñamo ni la cuerda para trepar causará en la piel la misma sensación que la cuerda náutica. Finalmente, será determinante el tamaño de la cuerda que elijamos para el tipo de nudo que vamos a realizar.

Al pensar en la longitud de la cuerda bondage hay que pensar, ante todo, en que si hay que pecar es mejor hacerlo por exceso que por defecto. Siempre será mejor tener que manejarnos con una cuerda bondage a la que le sobra longitud que hacerlo con una a la que le falta. A la primera siempre podremos cortarle algunos decímetros. La segunda, directamente, arruinará nuestro juego. Será imposible completar con ella la atadura y la escena quedará frustrada.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de escoger una longitud de cuerda bondage? En primer lugar, el tipo de atadura que vamos a practicar. En segundo, el tamaño de la persona que va a ser atada. En algún post anterior en el que ya hablamos de los tipos de cuerda bondage apuntamos algún que otro truco. El principal de ellos era servirse de unas medidas estándares (de entre 1,5 y 3 metros para restricción de muñeca y tobillo y de entre 9 y 10 metros cuando se tiene que realizar una restricción en la que se envuelvan ambas extremidades).

Factores para elegir la longitud de cuerda

En este post vamos a ahondar un poco más en diversos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de elegir una longitud de cuerda BDSM.

El primero de estos factores es, como ya se ha apuntado, el tipo de nudo que se va a realizar y la cantidad de ellos que van a realizarse. Cuando se practica un bondage de inspiración shibari, lo habitual es realizar bastantes nudos. Esto, claro, incrementa la longitud de cuerda bondage necesaria para finalizar la atadura. Un tipo de práctica bondage que también requiere de una mayor longitud de cuerda es la suspensión.

Otro aspecto que influye directamente en la longitud de la cuerda bondage es el grosor de la misma y el material de que está hecha. Cuanto más gruesa sea y más rígido sea el material, más longitud de cuerda se necesitará para realizar un nudo ya que el radio de curvatura mínimo para realizar ese nudo será mayor.

Teniendo en cuenta estos aspectos hay que calcular cuánto debe medir la cuerda bondage que vamos a utilizar en nuestro juego. El cálculo de esa longitud y su exactitud ganará en agilidad y precisión conforme mayor sea la práctica del jugador bondage. Para iniciarse en el juego servirán las medidas que a continuación te detallamos. Todas ellas están calculadas teniendo en cuenta que vamos a utilizar una cuerda de algodón trenzado y 6 mm de diámetro.

Si los nudos que van a realizarse son nudos planos hay que tener en cuenta que cada nudo consumirá una longitud de cuerda bondage de unos 12 cm. Por su parte, el nudo simple (es decir, aquél en que la cuerda se anuda sobre sí misma), gasta una longitud de cuerda de 21 cm.

Para realizar los bragueros de cuerda o sakura se precisan cuerdas bondage de una longitud de unos 3 metros. Con ella puede cubrirse tanto la zona genital como la anal.

Una vez sabemos el número de nudos que vamos a utilizar hay que tener en cuenta qué zona del cuerpo vamos a atar, medir cuál es la circunferencia del mismo y saber cuántas vueltas vamos a realizar. Obtenido un resultado de todas esas variables añadiremos a dicho resultado un 20% del mismo. La cifra que se obtenga será la que determine la longitud de cuerda bondage a utilizar en nuestra atadura. No será, seguramente, una cifra exacta; pero sí será muy aproximada y, lo que es más importante, no se quedará corta. Como ya sabes, en esto de la longitud de cuerda bondage, más vale que sobre que no que falte.