¿Por qué hacen estas cosas?

Es importante entender exactamente qué resulta atractivo en los fetiches y en los juegos de rol. Piensa que, por ejemplo, en los fetiches de género puede resultar divertido “probar” qué siente la otra mitad, aunque sea ligera y levemente. Ir descubriendo el significado de los fetiches hará que podáis disfrutarlo más y aumentará la temperatura sexual de vuestros encuentros.

Por lo general, la evolución de todo fetiche se produce en soledad. La experiencia nos dice que está muy relacionado con la masturbación. Tú tienes una forma particular de pensar mientras te masturbas. Todos la tenemos. Hay imágenes a las que recurrimos para encendernos y para extraer mayor placer de ese momento íntimo de autosatisfacción. Pero esto, aunque es bastante general, no tiene por qué ser siempre cierto. Muchos fetiches involucran a otra persona de un modo u otro. Aún así, no pecamos de inexactos si afirmamos que la mayoría de los fetichistas pasan una buena cantidad de su tiempo de placer con su fetiche en la intimidad. En privado, nuestras fantasías pueden correr de cualquier manera mientras nos masturbamos. No necesitamos dar explicaciones a nadie ni justificarnos ante nadie. Somos nuestro propio oyente y nuestro juez. Aunque puede suceder que nos planteemos y nos interroguemos sobre las posibilidades de llegar un poco más lejos y de sacar a nuestro fetiche del ámbito privado de la masturbación.

La masturbación en el fetichismo

Uno de los factores principales que influyen en el hecho de que muchas personas sean incapaces de sentirse cómodas con sus propias fantasías y fetiches es la vergüenza sexual. En concreto, la vergüenza acerca de la masturbación. No tengas esos prejuicios. Piensa que la masturbación es físicamente saludable. Es buena para el flujo de la sangre en los genitales. Es buena para los tejidos del piso pélvico. También para los órganos y músculos que intervienen en ella. La masturbación también es positiva y saludable como estimulante para el cerebro. Tu imaginación sexual se activa y la masturbación funciona para tu organismo como un estupendo ejercicio antiestrés. El orgasmo es un maravilloso camino de aprendizaje de tu propia sexualidad y puede serte de utilidad para hacer entender a los demás (sobre todo a aquella persona que deba compartir su sexualidad contigo) cómo eres sexualmente. Haciéndolo, esa persona estará más cerca de saber qué teclas son las que tiene que tocar y cómo debe hacerlo para hacerte aullar de placer.

La mayoría de las personas aprenden a masturbarse en la oscuridad. Aprendemos a ocultarlo como si fuera algo que debiera causarnos vergüenza. Lamentablemente no entendemos que masturbarnos es tan saludable como cepillarnos los dientes. Incluso hay quien entiende la masturbación como una manera de hacer trampa a la pareja. Por eso casi nadie habla de cuáles son sus fantasías mientras se masturba, especialmente cuando esas fantasías se alejan de los socialmente considerado normal y aceptado por la mayor parte de la sociedad.

Como ya hemos dicho, hay una idea generalizada que señala que las personas en pareja no deberían o no deberían necesitar masturbarse. Esta falacia se vuelve rápidamente contra las personas, pues puede generar frustración o incluso resentimiento entre los miembros de la pareja si la satisfacción no es plena en algún momento. Las personas inmersas en una relación pueden masturbarse tranquilamente. Incluso deben, ¿por qué no? En soledad y en compañía.

Nuestro tiempo privado sexual es tan importante como cuando éramos solteros. Una persona que disfruta del sexo en solitario no está, en modo alguno, engañando a su pareja. Se está cuidando, simplemente. Se está mimando. Lo importante es ver cómo esa persona puede extraer el máximo placer a esos instantes de placer en solitario. Te daremos algunos consejos porque sabemos que tú también (no lo niegues) te masturbas poco, bastante o mucho independientemente de la relación que puedas mantener con tu pareja.

Para añadir temperatura a tus sesiones de masturbación bastaría con tener un poco de previsión y con prestar un poco más de atención a los detalles. Quizás hasta debas comprar algo on-line. En primer lugar, piensa en tu fetiche, en la forma en que te excita y en lo que te gustaría que sucediera con él. A menudo bastan un par de toques puntuales para hacer más real una fantasía.

Fotografías, películas o ejemplos visuales de tu fetiche podrían servirte para animar tu masturbación. Todo puedes encontrarlo en internet. Incluso lo que tú creas que es más personal y raro. Busca tus páginas favoritas e indaga en busca de grupos de internautas con fetiches semejantes o iguales al tuyo. Esos grupos te proporcionarán las imágenes que mejor se adapten a tus gustos. Con esas imágenes podrás zambullirte en tus fantasías más personales. Podrás ser una puta o un cachorro humano o alguien ahogado bajo un culo revestido de panty. Podrás observar todo eso en la pantalla de tu televisor o de tu ordenador. Y mientras lo observar tendrás las manos libres. Y con las manos libres podrás tocarte todo lo que quieras. Sin complejos ni vergüenzas. Mimarse a uno mismo es un placer. Pero en eso no hace falta que insistamos. Porque tú ya lo sabes, ¿verdad?