Dentro de los diferentes tipos de relaciones de Dominación y sumisión, hay unas que suponen alcanzar el nivel más alto. A ese tipo de relaciones, que son las que se dan entre un Amo y una esclava, se las llama con el acrónimo TPE o, lo que es lo mismo, Total Power Exchange e Intercambio Total de Poder. En este tipo de relación, la esclava ha cedido a su Amo el absoluto control de su persona y su vida, siendo la interdependencia entre los dos polos de la relación totalmente completa.

El Intercambio Total de Poder es, para Amo y esclava, un estado que afecta a la esfera mental y a la física y se fundamenta en un consentimiento que solo se puede revocar en circunstancias muy particulares y que tienen que ver con cuestiones relacionadas con el sentido común, la seguridad y, por supuesto, la legalidad.

Tipos de relaciones D/s

Dentro de las relaciones D/s podemos encontrar cuatro tipos. Esos cuatro tipos se diferencian en el grado de compromiso de los participantes de la relación y casi nunca pueden encontrarse en estado puro. ¿Qué queremos decir con esto? Que lo más habitual es encontrar relaciones que se encuentran entre dos tipos.

Los cuatro tipos de relación D/s prototípicos son los siguientes:

  • Erotic Power Echange (EPE). En este tipo de relación D/s la cesión de poder se limita, única y exclusivamente, a las actividades eróticas.
  • 24/7 (sumisa). Todas las actividades de la vida de la pareja se ven afectadas por la cesión de poder, pero la parte sumisa se reserva el poder de decisión sobre aquellos límites que no pueden traspasarse bajo ningún concepto.
  • 24/7 (esclava). En este caso, al contrario que en el anterior, la parte sumisa (en este caso ya considerada esclava) deja a su Amo que éste imponga los límites, aunque ella se reserva una cierta autonomía en diferentes zonas de su vida. La autonomía financiera sería una de ellas y la capacidad de moverse con libertad total o parcial, por ejemplo, sería otra.
  • Total Power Exchange (TPE). En el Intercambio Total de Poder la esclava no mantiene zona alguna de autonomía. En este caso, que es el que estamos analizando en este artículo, el Amo tiene el poder absoluto.

Lógicamente, es muy difícil que, más allá de las teorías relacionadas con las diferentes tipologías dentro del universo de las relaciones D/s, el Intercambio Total de Poder se dé en el mundo real. Para empezar, la esclavitud es ilegal. Para seguir, el término esclavitud, asociado al universo BDSM es un término que no puede separarse del consenso y, por tanto, del pacto. Y para terminar, hay órdenes que jamás de los jamases podrán ser obedecidas si la parte sumisa/esclava de la relación no se encuentra emocionalmente alienada ni sufre abusos de carácter emocional por parte de la parte Dominante. Si se diera ese caso, es decir, si se produjeran situaciones de abuso o de alienación dentro de una relación de Intercambio Total de Poder, éste ya no podría considerarse como tal ni, por supuesto, parte integrante del BDSM. Así, el Intercambio Total de Poder debe ser entendido más bien como una meta no tanto alcanzable como ideal, una meta a la que una pareja se va acercando conforme avanza en su relación y profundiza en su confianza mutua pero a la que nunca se acaba de llegar.

Características básicas de la relación TPE

Así, los parámetros básicos que diferencian a una relación TPE de otro tipo de relaciones D/s son los siguientes:

  • Los miembros de una pareja TPE se comprometen de por vida.
  • La esclava, una vez que se ha entregado completamente al Amo, no pueden dejar la relación. (Esto, claro, siempre que el Amo no cometa un acto delictivo hacia la esclava).
  • No suele existir un contrato de sumisión y, por lo tanto, no suelen existir reglas.
  • No existe una palabra de seguridad. Eso sí: el Amo no puede llevar a su esclava más allá de los límites naturales.

El día a día de la relación TPE

De lo explicado en los párrafos anteriores y de lo que nos puede dictar la lógica se deduce que no es fácil adentrarse en los vericuetos de una relación de Intercambio Total de Poder. La relación TPE debe ser entendida, por ambas partes, como una relación a largo plazo, un lento adquirir confianza, comprensión y conocimiento no solo del otro, sino también de uno mismo. Y es que, como suele decirse, uno nunca sabe del todo como actuará en determinadas circunstancias.

Dentro del Intercambio Total de Poder se puede dar una circunstancia que, en gran medida, puede resultar paradójica. Y es que la esclava a la que se le quita el poder decisorio sobre determinadas cosas (puede ser, por ejemplo, el control de sus finanzas) no siente el avance en el TPE como una pérdida de libertad, sino exactamente como todo lo contrario. La esclava, al avanzar en el Intercambio Total de Poder, se libera del peso de todas aquellas decisiones que están fuera de su control. El gozar de la capacidad de decidir puede vivirse en muchas ocasiones como una angustia. La esclava, al entregar su poder decisorio, se libera de esa angustia. Y eso, paradójicamente, la hace más fuerte.

En otras ocasiones, sin embargo, es el Amo quien puede imponer a la esclava, dentro del Intercambio Total de Poder, que se ocupe de todos los temas que afectan a la pareja, sean éstos de carácter económico, laboral o social. En estos casos, el empoderamiento de la esclava se produce precisamente a partir de la asunción de todas esas responsabilidades. La esclava vive con orgullo que el Amo delegue en ella todas esas responsabilidades y se convierte en una fiel, estricta y entregada cumplidora de los deseos del amo.

Tanto en un caso como en el otro, lo que los miembros de una relación de tipo TPE deben buscar es un equilibrio entre la supervisión por parte del Amo de la vida de la esclava y el fomento de una cierta creatividad que permite el convertir el Intercambio Total de Poder en algo vivo y no en algo estancado y sin capacidad de evolución.

Dentro de un Intercambio Total de Poder, Amo y esclava, lógicamente, deben asumir un papel. El del Amo, desde fuera, puede parecer muy sencillo; pero no lo es. Y es que el Amo, pese a su poder aparentemente absoluto sobre la esclava, no debe tomar (en el seno del BDSM) decisión alguna que pueda afectar negativamente a la esclava. No hay que olvidar que es imperativo del BDSM que la esclava encuentre “su” bienestar en el seno de una relación D/s. El TPE, como tipo de relación de Dominación/sumisión que es, no escapa a esa regla. El que el Amo deba perseguir el bienestar de la esclava y el consentimiento son los dos pilares sobre los que debe sustentarse toda acción impulsada por el Amo en el seno del Intercambio Total de Poder.

Los deberes y responsabilidades de los socios del Intercambio Total de Poder se definen claramente antes de iniciarse la relación. En ésta, las dos partes deben actuar como dos mitades que interactúan y se equilibran entre ellas. Una vez iniciada la relación, ésta puede evolucionar, como lo hacen todas las relaciones, hacia el éxito o hacia el fracaso. Para evitar éste, lo mejor es tratar los problemas que puedan surgir de una manera abierta y, por supuesto, sincera. También como en todas las parejas, en la formada por las dos partes que participan en un Intercambio Total de Poder es fundamental la comunicación. Siempre será gracias a ella que la relación pueda avanzar hacia nuevas metas.