Relación entre horóscopo y fetiche
No es lo mismo ser de aquí que de allá. No es lo mismo haberse criado en un ambiente represivo que en uno liberal. No es lo mismo ser del Barça que del Madrid ni votar al PP que hacerlo a Podemos. Hay fronteras que separan a unas personas de otras y una de las más infranqueables es la de haber nacido bajo un determinado signo del zodíaco. El Leo es Leo y el Sagitario, Sagitario. Y no hay vuelta de hoja. Eso determina, según afirman los apasionados del zodiaco, nuestro modo de ver la vida, nuestra manera de sentir y nuestra forma de ser.
El haber nacido mientras la elíptica que describe la Tierra en su anual girar alrededor del Sol atraviesa una determinada zona o franja celeste determina todos esos factores a los que nos hemos referido y determina, también, cuál es nuestro fetiche preferido, es decir, qué objeto u acción sirve para generar atracción, aumentar nuestro deseo o incrementar nuestra excitación.
Veamos a continuación cuál es el fetiche de cada signo del zodíaco según Monika Correia Nobre, astróloga, fundadora y directora de Astroflor, una escuela de astrología y meditación.
El fetiche de los Aries
Los Aries se sienten especialmente estimulados y excitados en aquellas situaciones que, de una forma u otra, impliquen algún tipo de riesgo o en las que intervenga, de alguna manera, la velocidad.
El fetiche de Aries es el cabello. O, mejor dicho: el pelo. Y es que Aries puede sentirse especialmente estimulado tanto por una larga cabellera como por el vello capilar o el vello púbico.
Esta atracción fetichista por el pelo se traduce, también, en una tendencia a introducir juguetes de peluche en la práctica sexual o en participar en juegos en los que uno de los participantes se disfrace de animal de peluche.
El fetiche de los Tauro
Si hay algún signo del zodíaco al que podamos relacionar directamente con lo afrodisíaco y con la tendencia natural a disfrutar del sexo ése es Tauro. Tauro se pone con nada. A Tauro puede estimularle una fondue de chocolate, un masaje o una comida aromática o especialmente cargada de sensualidad.
El fetiche Tauro por excelencia es el sushi corporal o nyotaimori (esto es: el comer sushi directamente servido sobre el cuerpo desnudo de la pareja).
Relacionado directamente con el hecho de comer directamente del cuerpo del amado podemos encontrar una práctica fetichista en la que el fetichista se lleva a la boca en introduce, en parte, en ella, bien sean las manos del amado, bien sus pies.
El fetichismo en Géminis
Con una marcada tendencia natural a gozar sin prejuicios ni límites de cualquier tipo de entretenimiento y diversión, el Géminis es un tipo de persona a la que le gusta hablar, directamente y sin ambages, de todo tipo de prácticas sexuales. Esto le excita especialmente.
El símbolo perfecto de Géminis son los mitológicos Cástor y Pólux. Inmortal el primero, ofreció su inmortalidad cuando falleció su hermano para, a cambio de esa entrega, poder estar de nuevo junto a él. Una de las lecturas del mito apunta a que un gemelo siempre busca al otro para, así, sentirse completo. Todo Géminis, pues, busca a su gemelo perdido. Así, a nivel de fetichismo, la persona Géminis sentirá cierta excitación erótica al contemplar una estatua o un maniquí. Esa estatua o ese maniquí (que puede ser, perfectamente, de plástico) vendría a simbolizar, de alguna manera, a ese gemelo perdido al que se busca más o menos desesperadamente.
El fetichismo consistente en la atracción por maniquíes o estatuas recibe el nombre de agalmatofilia.
El fetichismo de los Cáncer
Caseros y familiares: así son los Cáncer. No le propongas a un Cáncer según qué aventuras en según qué sitios. Para el Cáncer, nada como el hogar cuando de lo que se trata es de gozar del sexo. Por eso para él resulta especialmente afrodisíaco un lugar hogareño bien ambientado.
Dentro de ese ambiente, Cáncer puede dar rienda suelta al fetichista que habita dentro de él y abandonarse a unas prácticas fetichistas que reciben el nombre de formicofilia y en las que los insectos desempeñan una función capital.
Al Cáncer le gusta sentir cómo las moscas, las hormigas u otro tipo de insectos caminan sobre su piel. Monika Correia cita a un ilustre formicofílico: Salvador Dalí. El famoso pintor de Figueres afirmó en alguna ocasión que le gustaba ponerse miel en los labios para que las moscas “limpias” de Port Lligat acudieran a su pasearse por ellos.
El fetichismo de los Leo
Si alguien necesita ser el centro de atención es el Leo. Alaba a un Leo y comprueba cómo tus alabanzas actúan sobre él como un impagable afrodisíaco. Un Leo no podrá resistirse a ti si tú te dedicas a loar sus virtudes.
Una vez metido en faena, al Leo le gusta potenciar su protagonismo. La de brillar es su aspiración máxima, también en lo referente a la práctica sexual. El fetichismo de este signo del zodíaco, pues, tiene que ver directamente con el brillo de su cuerpo. Para potenciarlo, el Leo busca ser untado con sustancias aceitosas o con miel para, a continuación, ser lamido a conciencia por su pareja.
El fetiche de los Virgo
No te dejes engañar por su aire angelical. Lo que en apariencia puede parecer virginal no tiene por qué serlo en realidad. Al Virgo le gusta el sexo como al que más. Eso sí: le gusta el sexo limpio. La bañera, la ducha o el agua compartida no debe faltar en una práctica erótica que motive especialmente al Virgo.
Al Virgo le gusta la higiene y le gusta la salud. Por eso el fetichismo de los Virgo está directamente relacionado con prácticas médicas. El espéculo, las sondas vesicales, los enemas, el juego uretral… todas estas prácticas (a las que ya hemos dedicado algún post en nuestra web) pueden hacer las delicias de la persona Virgo.
En un próximo post trataremos sobre los fetichismos más comunes en las personas Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.