Presiona ESC para cerrar

sumiso

El ritual del lavado de pies

El lavado de pies puede ser una magnífica manera de escenificar la sumisión a un Amo o Ama. El acto de lavar los pies a alguien incorpora a la escena que se esté desarrollando unas connotaciones religiosas que pueden irle muy bien a una escena de dominio y sumisión. El del lavado de pies es, sin duda, un acto de humildad y de entrega. Ese mismo acto, realizado por un sumiso en una escena BDSM, reafirma la sumisión de su actitud.

La fantasía de la Reina

El asistente de la Reina, ese sirviente que sirve para todo, desde fregar los suelos a dar un homenaje oral a su Ama, es una imagen muy excitante para cualquier dominante. Si este asistente, además, aparece completamente feminizado, el impacto visual de la representación de esta fantasía y la satisfacción que puede crear en Dominantes y Sumisos pueden ser extraordinarios.

La fantasía de la institutriz

La de la institutriz es, entre las fantasías de dominación femenina, una de las más habituales. El éxito de la escenificación de esta fantasía depende fundamentalmente de la capacidad del Ama para mantener su autoridad y para imponer sus castigos. Los encantos de esta fantasía son difícilmente explicables a todas aquellas personas que no sean devotas seguidoras de los juegos de dominio y sumisión. ¿Por qué alguien puede desear ser azotado?

La fantasía de la niñera

El Ama que elige el papel de niñera disfruta de poseer un control absoluto sobre su sumiso. En esta fantasía, el sumiso y el Ama establecen una relación extraordinariamente íntima y estrecha. Aquí no puede existir la distancia emocional que existe entre el Ama y el sumiso en las fantasías de la Amazona o la Diosa. Esa distancia emocional sería absolutamente inapropiada en este caso.

Las cinco fantasías arquetípicas de la dominación femenina

Las fantasías propias de la dominación femenina pueden ser infinitas. Desde una sirena que embauca a un joven marinero para llevarlo a su trampa del fondo del mar hasta una elegante dama que acepta el homenaje de un caballero enamorado, son muchas las variantes que pueden darse. Sin duda, cada una de estas fantasías necesita un enfoque distinto para poder ser llevada a la práctica. Esto puede hacer pensar en una cadena infinita de enfoques y planteamientos, pero lo cierto es que todos ellos pueden agruparse en un manojo de fantasías prototípicas, cinco arquetipos de fantasía de dominación.

La dómina y el sumiso: las expectativas mutuas

El éxito o el fracaso de una escena BDSM no dependen tanto de la lista de actividades que las negociaciones recojan como de la actitud que mantengan los participantes en la escena. Y, de entre todas las actitudes, la que más determina el hecho de que la escena resulte positiva o no es la que mantenga durante la misma la dómina y cómo se ajuste a las necesidades propias y a las del sumiso.

BDSM: herramientas de corrección

La disciplina correctiva puede administrarse con instrumentos muy variados, algunos muy formales e ideados para la función, otros mucho más improvisados. Los instrumentos utilizados para ejecutar la corrección se pueden dividir en tres categorías: la propia mano humana, los implementos rígidos y los flexibles.

Los límites del castigo

Todo castigo debe tener sus límites y ser proporcional al “pecado” cometido por el sumiso. Tampoco cada sumiso es igual. El nivel de tolerancia al dolor es diferente en cada uno. Atender a las reacciones que el sumiso tenga antes el castigo y encontrar el nivel justo del mismo es responsabilidad de toda Ama que se precie. La experiencia, como siempre, es un grado.

Dosificando el dolor en la escena BDSM

En el desarrollo de la escena BDSM es fundamental la dosificación del dolor. El manejo de los recursos que la parte dominante tiene en sus manos es fundamental para que el castigo se desarrolle del modo adecuado. No es lo mismo, por ejemplo, la nalgada con finalidad disciplinaria que la nalgada entendida como un recurso erótico para excitar. Esos conceptos hay que tenerlos muy claros y presentes cuando se inicia la escena de dominio y sumisión.

Técnicas de dominio en la escena BDSM

El castigo ante público, el uso adecuado de la voz y la combinación de correcciones y métodos de castigo son instrumentos perfectos para conseguir la obediencia y la humillación del sumiso dentro de la escena BDSM. Si concluye con el sumiso besando el instrumento castigador, mejor que mejor.

Preparando la nalgada

Dentro del desarrollo de la escena BDSM pueden darse diferentes situaciones. Una de ellas es que el sumiso o sumisa suplique un castigo o, en cierto modo, se le obligue a suplicarlo. Todo forma parte de un proceso que debe concluir en el castigo. Cuando éste llegue, las nalgas deben haber sido preparadas convenientemente.