dominatrix
Dominación: autoestima y empoderamiento del Ama o Dominatrix
La práctica de la dominación permite al ama expresar su poder. Al asumir ese rol y todo lo que eso implica (nuevos comportamientos, nuevo lenguaje, nuevos rituales), la persona que ejerce de ama siente, psicológicamente, que se convierte en alguien más. Si escoges ese papel podrás hacer y decir cosas que, en la vida ordinaria, están estrictamente prohibidas.
La primera sesión con una Dómina
Si queremos contactar por vez primera con una Dómina debemos saber exactamente qué es lo que Ésta puede ofrecernos. En este artículo intentamos dar respuesta a esa pregunta y explicarte qué ofrece habitualmente una Dómina profesional en una primera cita.
Consejos para vestir a una Dómina
El hábito no hace al monje, desde luego. Ninguna Dómina lo será por la simple razón de ir vestida de una manera determinada. Será el carácter y su savoire faire dentro de los juegos FemDom lo que convertirá a la Dómina en tal. Pero lo cierto es que, en el BDSM, la ambientación es un grado. No es lo mismo realizar cierta práctica BDSM en el comedor de casa que en una mazmorra convenientemente equipada. Del mismo modo, el modo que haya escogido la Dómina para vestirse servirá para incrementar o reducir la potencia de su imagen.
Juegos FemDom BDSM para humillar a un sumiso
Dentro de las prácticas BDSM, los juegos FemDom de humillación son aquéllos que están destinados a crear una situación en la que los sumisos hombres se sientan profunda y especialmente sometidos a los caprichos y órdenes de su Dómina. ¿Qué tácticas puede utilizar una Dómina para que, usándolas de manera consensuada y negociada, su sumiso pueda sentirse especialmente humillado y obediente ante ella? En este post te damos algunas ideas.
¿Cómo se puede distinguir al falso Amo?
Nadie nace enseñado. Adentrarse en el mundo del BDSM implica un aprendizaje y ese aprendizaje no sólo debe hacer referencia al uso de unas técnicas u otras. Saber manejar correctamente un flogger o una pala servirá de poco si no se sabe escoger al sumiso o sumisa adecuado. De nada servirá tampoco contactar con alguien que dice ser Amo si no se sabe distinguir si ese Amo verdaderamente lo es y sabe comportarse como tal o, por el contrario, es un Amo falso.
El facesitting
El facesitting es una de las prácticas más comunes de los juegos de dominación y sumisión en los que el hombre actúa como sumiso. En el facesitting o “trono de la reina”, la cara del hombre queda atrapada bajo las nalgas de la mujer, que se sienta sobre ella. En esta práctica no importa para nada el placer masculino. La relegación de sus deseos es total. Así, el hombre sólo debe cumplir una obligación: la de satisfacer a esa mujer que se ha sentado literalmente sobre su cara.
La feminización como técnica de dominación
Una de las técnicas más habituales en los juegos de dominación y sumisión entre un Ama y un sumiso es la de la feminización, es decir, la de incorporar al sumiso masculino una serie de comportamientos, ropas, etc. tradicionalmente asociadas al sexo femenino. Al término de feminización están asociados otros términos como pueden ser sissy, flamboyant, queen, Nelly, etc. Con estos nombres puede conocerse al hombre sumiso que, en el transcurso de una escena de dominación y sumisión, adquiere roles de comportamiento asociados tradicionalmente al género femenino.
Los collares virtuales en el BDSM
En un post anterior ya vimos los diferentes tipos de collares que podían encontrarse en el universo BDSM. Estos collares de los que hablamos, collares de cuero, cuerda o metal, son los collares clásicos de las relaciones BDSM. Gracias a las redes sociales ya no hace falta desplazarse a un local de ambiente BDSM para conocer a otros amantes del sexo no vainilla. Esto, que ha multiplicado para los practicantes del BDSM las posibilidades de encontrar compañero de juego, ha acabado provocando la aparición de un nuevo tipo de collar BDSM: los collares virtuales.
El juego de la carcelera y el prisionero
De entre los juegos de rol que pueden escogerse para escenificar una práctica de dominación y sumisión erótica hay uno que puede resultar especialmente atractivo tanto por su impacto visual como por las posibilidades de variación que ofrece a los jugadores: el del prisionero y su carcelera.
Felación y sumisión
Lo bueno de la felación, felatio, francés o mamada (de todas estas maneras se puede llamar al acto de estimular el pene con la boca, además de soplada, chupada, guagüis, comida…) es que en el placer que proporciona (siempre magnífico a poco que la persona que la ejecuta posea un mínimo interés en realizarla y un mínimo arte) no es sólo un placer de connotaciones físicas. En el gozo que el hombre experimenta con la felación intervienen también elementos de carácter psicológico. En el imaginario masculino, la mamada ha aparecido durante mucho tiempo como un acto de dominación.
Tipos de relaciones de dominación y sumisión
Nada mejor que la estabilidad junto a una persona para extraer el máximo partido de placer a las relaciones sexuales. Nada mejor que el conocimiento de los gustos íntimos de cada uno y de los ritmos corporales de cada cual para que la unión sexual entre dos personas resulte completamente placentera. El conocimiento mutuo juega, pues, a favor del placer cuando de sexo hablamos. Esto, que es norma común en cualquier tipo de relación sexual, se hace más imperativo cuando hablamos de relaciones de dominio y sumisión.