Planteando el primer escenario de dominación

Cuando decidas establecer un encuentro, no pienses, en modo alguno, en representar una escena. Reúnete con él para comer en un lugar público. Ahí podrás comprobar si es una persona limpia, atractiva, afable y tolerable. También podrás constatar si te resulta agradable su compañía. Que alguien de confianza sepa con quién estás y lo que estás haciendo. Esa será una garantía por si en algún momento y por algún motivo, algo se tuerce. Y resístete a las prisas de ir con él, de intentar que tus fantasías se hagan realidad cuanto antes. Vuelve a recordar lo que ya te hemos indicado: tú eres quien domina, tú quien eliges, tú quien lleva las riendas.

Sería importante que se tuvieran disponibles resultados de las pruebas de detección del VIH antes de que se produzca o pueda producirse cualquier intercambio de fluidos corporales. Los resultados tardan tiempo en llegar, sí; pero un poco de espera y control del deseo puede salvarte la vida. Así de crudo y así de sencillo. ¿No querrás morir por una fantasía, verdad?

Por otro lado, debes tener en cuenta que para compartir una escena y que ella resulte completamente satisfactoria es necesario que exista un conocimiento mutuo que en modo alguno es fácil y rápido de alcanzar. La confianza mutua debe afianzarse conforme la relación se vaya desarrollando. Dos desconocidos intentando reproducir una fantasía están abocados a la insatisfacción.

Otro modo de encontrar con quién poner en práctica tus fantasías es acudiendo a los clubs y grupos sociales destinados a ello. No dudes de que los hay. Búscalos por tus alrededores. Si vives en una gran ciudad, seguramente no tendrás problemas para encontrar alguno. Si vives algo retirada de la gran ciudad, indaga cuál es el lugar más cercano y plantéate la conveniencia o no de realizar una pequeña “excursión” de tanto en tanto.

Muchos grupos aceptan solamente parejas y mujeres solteras. Es fácil que en estos lugares puedas encontrar hombres solteros y sumisos que son limpios, presentables y que están libres de cualquier tipo de enfermedad. En estos grupos puedes encontrar no sólo nuevas ideas, sino también un apoyo emocional que puede servirte para sentirte más a gusto contigo misma, proporcionándote, al mismo tiempo, una nueva y más activa vida social. Incluso si ya posees un sumiso, acudir a estos grupos o clubs puede ser una manera de enriquecerte y enriqueceros sensorial y vitalmente.

También existe la posibilidad de participar en “reuniones en línea”. En la actualidad hay una gran cantidad de sitios webs, salas de chat, canales de IRC y foros dedicados a diversas formas de BDS. Este tipo de contacto, sin embargo, atesora diferentes riesgos potenciales. Como en todo contacto on-line, tú no puedes saber si tu socio está diciendo la verdad sobre su edad, sexo, estado civil, apariencia, intereses, nivel de experiencia, intenciones o cualquier otra cosa. Antes de dar un paso erróneo, habla mucho con ese socio con el que has contactado, intenta conocerlo más, busca (si es posible) a alguien que haya compartido con él algo más que un café.

Debes tener en cuenta también que, debido a sus propias características, la comunicación on-line puede ser tremendamente íntima. Esto hace que la relación avance a marchas mucho más aceleradas que otras formas de romance. Es fácil enamorarse de alguien que parece hecho a nuestra medida, pero recuerda que hay que calibrar hasta qué punto todo lo que se nos dice on-line es cierto. Hay que recordar aquí, más que nunca, el sabio consejo de las abuelas: “no es oro todo lo que reluce”. Por eso hay que hablar mucho, y hablar de cosas que no tengan tanto que ver con tu propia pasión como con esas pequeñas cosas que acaban determinando que una aventura resulte exitosa o no. Hay que guardar siempre una cierta perspectiva. Y mirar desde ella con frialdad.

También debes tener en cuenta que puede darse el caso de que tu socio telefónico sólo quiera ser eso: un socio telefónico, alguien que no quiera ir más allá de la línea caliente que establezcáis en vuestras conversaciones. Para evitar frustraciones por esto hay que decir bien a las claras y desde el principio lo que se busca y anhela. Los intereses deben ser mutuos y semejantes. Recuerda que no hay que perder el tiempo en calentones sin premio.

No queremos, y menos desde aquí, qué incongruencia, denigrar la relación on-line. Pero debes tener en cuenta que introducirte en una relación de ese tipo viene a ser algo así como conducir un coche de gran cilindrada y potencia por una carretera llena de curvas, y que para conducirlo necesitas mucha habilidad y control de tus propios impulsos. Las escenas cibernéticas pueden ser increíblemente calientes. Conocemos a mucha gente que ha participado en ellas y han quedado plenamente satisfecha. La comunicación on-line, después de todo, pone la información, el apoyo, la amistad y, por qué no, el romanticismo, al alcance de todos, se sea de donde se sea y se viva donde se viva. Y eso es bueno y enriquecedor.