El universo BDSM está lleno de siglas. DD/lg son unas de esas siglas. Con ellas se hace referencia a una relación BDSM en la que la parte Dominante se identifica con un padre (Daddy Dominant) y la parte sumisa se identifica con una niña pequeña (little girl). Así, la relación Daddy Dom/Little girl sería un tipo de relación de Dominación /sumisión (D/s) en la que la parte Dominante no solo guía a la sumisa sino que, además, la protege, igual que protegería un padre a su hija: de una manera especial.

Cuando se habla de una relación DD/lg se puede llegar a pensar que la parte Dominante debe tener bastante más edad que la parte sumisa para, así, dar mayor verosimilitud a los respectivos roles. En verdad, no es necesario. La parte Dominante y la parte sumisa en una relación DD/lg pueden, perfectamente, tener una edad similar. De hecho, para que este tipo de relación BDSM funcione bien, dé sus frutos y éstos sean satisfactorios para las dos partes de la relación solo es necesario lo que, después de todo, es comúnmente necesario en todas las relaciones BDSM: que la parte Dominante y la parte sumisa sean compatibles entre sí.

Sobre las relaciones DD/lg, al igual que sobre otros tipos de relación D/s, se han creado una serie de mitos y prejuicios que, ciertamente, no tienen por qué corresponderse con la realidad. Hay personas que consideran que tras la little girl se oculta una mujer que padece un cierto grado de complejo de Electra, es decir: que, en mayor o menor medida, está enamorada de su padre. Otras personas, por su parte, consideran que la little girl es una mujer que, de alguna manera, perdió algo durante la niñez y que el hecho de participar en una relación Daddy Dom/little girl solo expresa, de alguna manera, la necesidad psicológica de esa mujer de volver al tiempo de la infancia para recuperar aquello que en su día perdió. Indudablemente, el hecho de que una mujer tenga atracción por la participación, como little girl, en una relación DD/lg, no tiene por qué estar relacionado con las motivaciones expuestas.

Dentro del DD/lg, al igual que dentro de otros tipos de relaciones BDSM, se pueden encontrar variedades distintas. Hay participantes que comparten con la práctica del DD/lg la afición a los ageplay, es decir, a los juegos de rol en los que los participantes simulan tener una edad distinta a la que en verdad tienen. ¿Quiere eso decir que todos los amantes del Daddy Dom/little girl son, también, amantes del ageplay? No. De hecho, hay muchos practicantes de Dd/lg para quienes los “juegos de edad” no tienen ningún atractivo.

Para entender mejor las relaciones DD/lg es necesario perfilar las figuras del Daddy Dom y de la little girl.

El Daddy Dom

Hay participantes masculinos en los juegos de D/s que desean dominar a sus mujeres. Para estos Dominantes, la palabra posesión es clave en el establecimiento de la relación con su sumisa. Para este tipo de Dominantes, la sumisa es su posesión y como tal la trata en todo momento. Hay Dominantes, sin embargo, que ven a su sumisa no solo o no tanto como una posesión, sino que la ven como una especie de hija a la que hay que guiar, formar o proteger de cualquier tipo de eventualidad que pudiera ponerla en riesgo. Este tipo de Dominante sería, básicamente, el Daddy Dom. La preocupación por su little girl sería, en el caso del DD, la motivación principal que guía el comportamiento de este tipo de Dominante.

El DD ve a su sumisa como a una líder, una mujer capaz de tomar las riendas de su propia vida y que, en su vida cotidiana, se comporta como una mujer fuerte. Eso, unido al hecho de que, en el juego privado, esa mujer se comporte, convertida en una little girl, de una forma tan maleable, no solo hace que el Daddy Dom se sienta feliz por poder gozar de una situación así, sino que se siente, además, muy orgulloso de su “hijita”.

El DD, que tiene, dentro de la relación DD/lg, los objetivos que hemos señalado, está siempre dispuesto a escuchar a su lg. Al fin y al cabo, como todo padre, el Daddy Dom se siente poseído por un afán insaciable por conocer completamente, en cuerpo y alma, a su little girl.

La little girl

La little girl, por su parte, no acostumbra a ser, en su vida real, una mujer sumisa o incapaz. Por el contrario, la lg acostumbra a ser una mujer que, como hemos dicho anteriormente, lleva el timón de su vida y sabe perfectamente hacia dónde desea dirigir esa vida. En el juego BDSM, sin embargo, y como si de una niña pequeña se tratara, lo que la little girl busca por encima de todo es llamar la atención de su Dominante y satisfacerlo en todo momento tanto física como emocionalmente porque de ese modo le expresa su gratitud por todos los cuidados que el DD tiene con ella.

El DD es para la lg una especie de superhéroe. Igual que las niñas pequeñas, por regla general, piensan que su padre es un superhéroe, así las little girl piensan que el Daddy Dom es una especie de Superman, un Batman a su servicio. Por eso no temen mostrarle sus emociones, sus alegrías ni sus penas. Al fin y al cabo, en ningún sitio se sienten más seguras las lg que al lado de su DD. Al lado del Daddy Dom, la little girl puede abandonar todo tipo de preocupaciones y dejar su mente en standby. Después de todo, su papá le mima.

Muchas personas confunden a la lg con la “Lolita”. No se debe caer en este error, ya que la Lolita, por definición, es la mujer joven que, por encima de todo, basa su relación con los hombres adultos no en la necesidad de ser cuidada y mimada, sino en la de despertar el instinto sexual de esos hombres. Esto, en caso alguno está presente en la little girl. La lg no es, como es la Lolita, una femme fatale.

Así, la relación DD/lg se caracteriza, básicamente, porque tanto la parte Dominante como la parte sumisa anteponen a sus necesidades las necesidades de su pareja. En la relación DD/lg, cada uno de los miembros de la pareja es el centro del mundo del otro y en función de eso articulan su relación.