Se conoce con el nombre de autonepiofilia el fetichismo consistente en la experimentación de un fuerte deseo por usar pañales sin que, lógicamente, exista la más mínima necesidad fisiológica de hacerlo.

Muchas personas confunden este tipo de fetichismo con el infantilismo, pero son dos fetichismos distintos. El fetichismo de los pañales se centraría única y exclusivamente en el uso de esta prenda mientras que el infantilismo haría referencia, de una manera más general, a la expresión del deseo de volver a la infancia. Así, el infantilista podría llegar a tomar un biberón, cosa que el fetichista del pañal “puro” no haría. El fetichista del pañal no acostumbra a comportarse como un bebé, cosa que sí hace el infantilista y que lo identifica y caracteriza como tal. ¿Quiere eso decir que no existe contacto entre el fetichista del pañal y el infantilista? No. Que el fetichismo de los pañales y el infantilismo parafílico sean fetichismos distintos no quiere decir, en modo alguno, que no existan contactos entre ellos. De hecho, un 40% de los diaper lovers (DL) o amantes de los pañales se consideran, también, bebés adultos o Adult Babies (ABs). Tanto los DL como los ABs acostumbran a ser hombres de orientación heterosexual y tanto unos como otros, también, rechazan cualquier tipo de desviación pedófila.

La autonefioplia o fetichismo de los pañales guarda también cierta relación con el fetichismo del látex. De hecho, algunos fetichistas del látex se sienten atraídos por los pañales o, mejor dicho, por el plástico que recubre los pañales desechables.

Los pañales son también utilizados, en ocasiones, en sesiones de Bondage, en especial cuando estas sesiones tienen que ser largas. Al usarlos en esas ocasiones, los pañales sirven para controlar a la persona sumisa y para, en cierta manera, avergonzarla. En determinados juegos BDSM los pañales se usan para simbolizar la dependencia absoluta de la parte sumisa respecto a la parte dominante.

El fetichismo de los pañales guarda relación directa, también, con una subcultura fetichista que recibe un nombre made in Japan: omorashi. Este concepto japonés puede traducirse por algo así como “mojarse uno mismo”, expresión bastante ilustrativa sobre un fetichismo consiste en excitarse el tener la vejiga llena o al sentirse atraído sexualmente hacia la persona que, teniendo la vejiga llena, es incapaz de contener sus ganas de miccionar. Dentro del universo omorashi, hay miembros del mismo que utilizan pañales. A las prácticas omorashi en las que los pañales tienen cierta presencia se las llama “omorashi omutsu” u “omorashi oshime”, expresiones que pueden traducirse como “orinarse uno mismo en el pañal”.

Al igual que sucede en otros fetichismos, el fetichismo de los pañales tiene muchas formas de hacerse patente. La mayor parte de los amantes de la autonepiofilia se excitan orinando en sus pañales, pero hay otros, por ejemplo, que los utilizan para defecar en ellos, pues es eso, precisamente, y no el hecho de orinarse en ellos, lo que les excita.

Dentro de los fetichistas de los pañales, los hay de muy diverso tipo atendiendo a la variante exhibicionista que puede intervenir en ellos. Los hay que prefieren usarlo en público y otros (la mayoría) que solo consienten en el uso del pañal en sus prácticas fetichistas cuando éstas son privadas.

Otro criterio que puede servirnos para clasificar a los fetichistas de los pañales tiene que ver con el tipo de pañal que usan durante la práctica fetichista en la que participan. Así hay fetichistas que prefieren los pañales desechables (mucho más fáciles de comprar y usar) y los hay que, por el contrario, prefieren los tradicionales pañales de tela. A éstos últimos, en gran medida, el uso de los pañales de tela acostumbra a conectarlos, psicológicamente, con su infancia.

Lógicamente, desde el territorio de la psicología se ha intentado dar una explicación al fetichismo de los pañales echando mano al socorrido discurso de la infancia. Siguiendo las directrices marcadas por Freud, el fetichismo de los pañales sería una especie de “personalidad expulsiva anal”, una fijación en la fase anal del desarrollo que podría desarrollarse en aquellas personas cuyos padres intentaron educarlas para ir al baño solas cuando, en verdad, no estaban todavía preparadas. Si te reconoces como fetichista de los pañales,¿crees que dicha explicación es acertada?