Tortura de pene y testículos

Dentro de las prácticas sado brilla con luz propia la tortura genital masculina o CBT. Este acrónimo viene de la expresión inglesa “Cock and Ball Torture” (tortura de pene y testículos) e incluye una serie de prácticas que entre las que se incluyen el verter cera tibia sobre los genitales, la flagelación, la opresión testicular, el estrujamiento, la inserción de elementos en la uretra, la electro-estimulación, el pisar o la tortura de cosquillas.

Juguetes para CBT

Entre los diferentes juguetes e instrumentos que suelen utilizarse en las prácticas CBT encontramos algunas de los siguientes.

  • Aplastadores de testículos. Gracias a un mecanismo de tornillo o tuerca estos instrumentos de plástico o metal permiten aplastar los testículos lentamente.
  • Estiradores testiculares. Estos artefactos, usados por el hombre para elongar sus genitales, acostumbran a generar una especie de peso que permite dicha elongación. Cuero y acero son, entre otros, los materiales más habituales con los que están realizados los estiradores testiculares.
  • Humblers. Estos instrumentos, que son algo así como una especie de cepo, obligan al hombre a mantener sus piernas dobladas hacia delante. El movimiento se vuelve muy dificultoso cuando se usan los humblers y que cualquier movimiento puede generar un intenso dolor en los testículos aprisionados por estos instrumentos que acostumbran a estar realizados en metal.
  • Paracaídas. Hechos generalmente de cuero, estos pequeños collares llamados paracaídas se ajustan alrededor del escroto y su finalidad es permitir colgar diversos pesos de ellos. Con tres o cuatro cadenas colgantes y forma habitualmente cónica, algunos de estos paracaídas testiculares están especialmente diseñados para permitir la conexión de electrodos para practicar juegos de electro-estimulación. Hay que extremar las precauciones a la hora de colgar pesos de los paracaídas testiculares.
  • Esposas de testiculares. Estos instrumentos, en los juegos CBT, acostumbran a ser usados como instrumentos que simbolizan la posesión. Para simbolizar mucho mejor esa posesión o ese sentido de la pertenencia nada mejor que incorporar un candado a este juguete erótico que cumple una función primordial que permite demorar e intensificar la eyaculación.

Seguridad y CBT

Si todos los juegos BDSM exigen la existencia de una palabra de seguridad para conseguir que, iniciado el juego, las prácticas que forman parte de él disminuyan su intensidad o, directamente, se detengan, esa exigencia es, en el caso de la tortura genital masculina o CBT, mucho mayor.

La práctica del CBT puede provocar abrasiones, cortes, señales o hematomas. Los espermatoceles pueden ser, también, unas de las lesiones más habituales de los juegos CBT. Llamados también quistes espermáticos, los espermatoceles no son otra cosa que una acumulación de sangre en un punto determinado del testículo. Son benignos pero bastante dolorosos. Un dolor intenso y continuo en los testículos puede ser debido a una torsión o a una rotura testicular. En caso de que se produzca este extremo, la persona afectada debería, cuanto antes, acudir a un centro sanitario para ser evaluada convenientemente por un médico. La atención médica urgente es, en estos casos, absolutamente preceptiva. Una vez se acuda al médico, la sinceridad por parte del lesionado practicando CBT debe ser absoluta. La vergüenza no debe tener cabida en las explicaciones que se den al profesional de la medicina. De dicha sinceridad dependerá el acierto del diagnóstico y, a la larga, la curación de la lesión.

Al practicar CBT hay que vigilar:

  • Que no se produzca necrosis por falta de circulación sanguínea cuando se realizan ataduras.
  • Que no se produzcan quemaduras cuando se juegue con cera. Una buena manera de evitarlo es usar velas de parafina. La parafina se derrite a menor temperatura que otros tipos de cera y, por tanto, es mucho más complicado que pueda causar quemaduras. La utilización de aparatos de electro-estimulación también puede ocasionar quemaduras. Para evitarlo, lo mejor es utilizar aparatos homologados y hacerlo siempre siguiendo las instrucciones de uso.
  • Que no se produzcan pequeños desgarros cuando se usen pinzas.
  • Que no se produzcan desgarros al utilizar pesos.
  • Que no haya infección ni se produzca cuando se utilicen sondas uretrales o agujas. Para reducir este riesgo es muy importante extremar la higiene de los objetos, desinfectar la zona previamente y utilizar en todo momento guantes estériles.
  • Que no se produzca, al azotar los genitales, al pisarlos o al golpearlos con el pie, un desgarro o fractura de la capa que envuelve los cuerpos cavernosos. Complicaciones de una lesión de este tipo pueden conducir a la esterilidad del lesionado.
  • Que no aparezcan hematomas, se deforme el pene o se rompan algunos capilares si se utiliza una bomba de vacío de una manera demasiado intensa o durante demasiado tiempo.

Las prácticas CBT pueden resultar muy estimulantes y satisfactorias para todos los amantes del BDSM si se realizan de la manera correcta y siguiendo las normas mínimas de seguridad.