BDSM
BDSM abarca un grupo de prácticas y fantasías eróticas relacionadas entre sí que se vinculan a las denominadas sexualidades no convencionales o alternativas. Su nombre indica: Bondage, Dominación, Sumisión y Masoquismo
Agujas en las tetas
El juego con agujas es uno de los juegos más apreciados y valorados en el universo del sado. La penetración de la carne está cargada de un simbolismo muy sexual. Visualmente muy impactante, todo juego con agujas debe realizarse extremando las medidas de precaución. Estas medidas deben ser más exhaustivas cuando el órgano sobre el que se clava la aguja es la teta. Clavar agujas en las tetas no puede hacerse de cualquier manera.
Quemaduras y su tratamiento en el juego BDSM
Los juegos con fuego o con instrumentos que puedan quemar entrañan sus riesgos. Las antorchas, las varitas violetas o la cera derretida son, entre otros, algunos de los instrumentos o medios que, en el universo BDSM, pueden causar algún tipo de quemadura. Extremar las medidas de precaución es fundamental para evitar cualquier tipo de accidente. Saber reaccionar ante ellos es fundamental, y todo practicante de BDSM debe estar preparado para solventar cualquier situación que se presente. Una de ellas son las quemaduras. Tratarlas convenientemente para su curación es algo que quien practica BDSM debe saber o sobre lo que, al menos, debe tener unas ciertas nociones.
Posturas para el spanking
Son muchas las posturas que pueden utilizarse en una sesión de spanking. La mayor parte de ellas, sin embargo, pueden agruparse en dos grandes grupos. Uno de ellos recibe el nombre de OTK (iniciales de la expresión anglófona “over the knee”, sobre las ordillas). El nombre del otro grupo es OTS (“over the shoulder”, sobre los hombros). Elegir una u otra depende de los gustos de cada cual. Sin duda, la primera es la más habitual y también la que más variantes ofrece.
Botiquín para una sesión BDSM
El BDSM exige seguridad. Sin seguridad no existe BDSM. Esa seguridad que el BDSM exige tiene que venir proporcionada, en su mayor parte, por la sensatez de los practicantes. El BDSM no es una búsqueda alocada del límite más lejano. El BDSM es una búsqueda pactada del placer, pero siempre existe la posibilidad de que, por una inconsciencia de sus practicantes o un error de éstos, pueda ocasionar algún problema de salud. Por eso es necesario tener a mano un botiquín de emergencia para hacer frente a cualquier imprevisto.
Tipos de practicantes de BDSM
La variedad de prácticas incluidas en el BDSM es puro reflejo de la variedad de practicantes de BDSM existentes. La tipología del practicante de BDSM incluye, por ejemplo, a personas a las que simplemente les atrae el bondage, a amantes de los juegos de rol de dominio y sumisión, a practicantes de los juegos del sado, a apasionados del spanking y a hombres y mujeres a los que les gusta combinar diversos tipos de prácticas.
Uso de las pinzas en el BDSM
Nada mejor que unas buenas pinzas para realizar una buena sesión de tortura de pezones, de genitales (labios vaginales, escroto, clítoris, testículos o pene) y de otras partes del cuerpo. En los sexshops pueden conseguirse fantásticas pinzas de materiales diversos que ofrecen todas las garantías para reducir al mínimo la posibilidad de realizar alguna herida en la piel o en la carne del sumiso o sumisa, pero si no se dispone de pinzas especializadas también pueden utilizarse las típicas pinzas de colgar la ropa, preferiblemente de madera.
Límites del juego BDSM y palabra de seguridad
El juego BDSM tiene sus límites y esos límites deben ser pactados por los intervinientes en el juego. Que sean pactados quiere decir que deben ser comentados. Obligatoriamente se debe hablar de ellos. Ninguno de los intervinientes en el juego debe presuponer que el otro participante va a conocer o a intuir cuáles son sus límites. En el establecimiento de los límites del juego BDSM en el que se va a participar no hay intuiciones que valgan.
Sexo duro y BDSM, ¿son lo mismo?
Agarrar por el pelo, dejar un arañazo en la espalda, abofetear la cara con la intensidad suficiente como para dejarla roja, propinar una buena tanda de azotes en las nalgas, insultar mientras se dan órdenes de inequívoco contenido sexual… todos estos actos tienen cabida en un encuentro de sexo duro. Casi todos ellos hacen referencia a la utilización de recursos físicos para tomar el control de la pareja. Casi todos ellos hablan del uso de la fuerza física para doblegar la voluntad del amante.
Posturas bondage
Extendido con los brazos en cruz, atado en decúbito supino a una otomana, sentado y atado a una silla o inmovilizado con cuerdas y suspendido del techo con los brazos sobre la cabeza… Éstas son algunas de las posturas más comunes del bondage. Pero el juego BDSM avanza y, las parejas que ya llevan un cierto recorrido en la práctica de los juegos BDSM pueden querer experimentar con posturas más físicas y dramáticas.
La lluvia dorada
Lluvia dorada. El simple nombre sirve tanto para despertar la repulsa más extrema en una persona como para hacer a una fetichista de la misma temblar de emoción ante el simple hecho de imaginar cómo un chorro de orina está cayendo sobre su rostro o su cuerpo. La orina y la micción son, individualmente o al unísono, los objetos que centralizan y contienen la esencia de este fetichismo tan asociado a las prácticas BDSM.
Mordaza y BDSM
La mordaza o gag es un instrumento que, colocado en la boca, impide la pronunciación de palabras o su clara articulación por parte del sumiso. Es un instrumento que, en el BDSM, es de aplicación común. Saberlo utilizar y conocer los riesgos que acarrea su uso es imprescindible para obtener los mejores resultados de él.