La felación y cunnilingus pueden adquirir nuevos matices si tienen lugar dentro de los juegos BDSM. Añadir notas de dominio y esclavitud erótica a estas prácticas es añadirles un plus de placer y excitación. La emoción y la incertidumbre del BDSM le sientan muy bien a felación y cunnilungus.

BDSM y cunnilingus

El cunnilingus siempre sienta bien, pero añadirle la emoción y la novedad del juego de la servidumbre al sexo oral puede servir para aumentar su disfrute. Para la mujer que disfruta con el cunnilingus, que le sea realizado en el transcurso de un juego BDSM le aporta una dimensión completamente nueva. Para las que no se sientan cómodas con él, para las que, de algún modo, sientan algún tipo de vergüenza, la justificación que puede aportar el juego para que el cunnilingus se realice puede servir a esa mujer para desinhibirse y para perder esa vergüenza que le había impedido, hasta ese momento, disfrutar de la maravilla sexual del sexo oral.

Cada postura elegida para el cunnilingus ofrece al macho dominante el uso de diferentes tácticas BDSM. Si la mujer se coloca a cuatro patas, el macho puede masajear sus nalgas mientras realiza el cunnilingus por detrás. También puede estimular la zona anal con una delgada sonda vibrante. Lamer su vulva mientras estimula su ano puede resultar irresistible para la mujer sumisa, que se sentirá entregada a las caricias de su macho dominante.

El cunnilingus también puede ser realizado si la mujer se encuentra en pie o en postura de suspensión. En este caso, una de las piernas debe ser elevada. El hombre, aquí, tiene, además, acceso excelente al clítoris de la mujer. Si colocas así a tu pareja, podrás lamerle la vulva , agitar tu lengua alrededor del clítoris y, después, chuparlo suavemente mientras metes tus dedos en su coño. Seguro que lo agradece.

Si es la mujer dominante la que desea que sus sumisos le realicen un buen cunnilingus, entonces la mujer puede ordenar al macho sumiso que se arrodille ante ella o puede tumbarlo y así, encima de él, ordenarle exactamente lo que hay que hacer con la lengua y los labios con ese coño ardiente que ella acerca a la boca de él.

Si la mujer está atada sobre la cama, en la posición del águila, son otras las combinaciones de Bondage que se ofrecen. Completamente abierta de piernas, la mujer ofrece sus genitales y el hombre dominante puede introducir en esa vagina expuesta algunas bolas vibradoras que pueden servir para aumentar considerablemente el impacto del cunnilingus. Un vibrador con control remoto puede servir también para esta función extra-estimuladora. El dominante puede así, haciendo servir su imaginación, crear una coreografía de movimientos sobre esa vagina que seguramente acabará agradeciendo la danza de labios, lengua y juguete erótico con un estremecimiento de placer.

Para hacer aumentar esas sensaciones, el dominante puede agregar un par de abrazaderas de pezón con cadena incorporada. Mientras el dominante lame y chupa la vagina sabrosona y el clítoris inflamado, puede tirar de las cadenas, aumentando la intensidad de la experiencia. El cunnilingus realizado de esta manera puede servir para ejemplificar el dominio de una manera perfecta y para hacer que tus fantasías de dominación se hagan realidad.

BDSM y felación

La felación común es una experiencia bastante pasiva para los hombres. La dominación implícita en los juegos BDSM puede hacer que el hombre se vuelva más activo, egoísta y participativo. Con su sumiso o sumisa enlazado o enlazada bajo él, quizás en un sofá otomano, el dominante puede colocarse sobre él y penetrar su boca sin tener que preocuparse del placer de la parte sumisa. Por supuesto, un hombre que juega de esta manera debe ser muy consciente del umbral de comodidad de su socio y saber cuán profundamente o con qué rapidez puede empujar sin atragantar a su pareja. “Te la voy a meter hasta la campanilla” es una expresión que no siempre conduce al placer de la parte mamadora.

La finalización de la felación debe estar pactada. No todas las mujeres pueden sentir agradable la sensación del “cumshot”. No todas las mujeres soportan que el hombre eyacule en su boca o en su cara. Sí es más fácil que la mujer pueda sentirse cómoda si la eyaculación tiene lugar sobre su pecho o su estómago

Otra opción que ofrece la felación en los juegos BDSM es que el macho dominante ate a la parte sumisa y, agarrándola del pelo, la obligue a realizar la felación.

Puede parecer una contradicción que una felación sea para el hombre una forma de placer y, al mismo tiempo, pueda convertirse para la mujer en una forma de dominio sobre ese hombre. Muchas mujeres conocen el potencial de energía y dominio que puede obtenerse gracias al dominio de las técnicas de la felación. Ahí está el ejemplo de Cleopatra, reina de Egipto, hábil, según se rumoreaba, en la realización de la fellatio. Seguramente fue esa habilidad mamadora la que hizo que dos de los hombres más poderosos del mundo en aquel tiempo, Julio César y Marco Antonio, acabaran rendidos a sus pies.?

La mujer dominadora puede privar del sentido de la vista al hombre con una venda o una capucha y, bien sea suspendido, bien tumbado y atado, servirse de su pene y sus testículos para realizar la felación a su antojo. Puede también realizarla mientras coloca en el pene un anillo, aumentando así la gama de sensaciones.
Para atender a su propio placer mientras realiza la felación, la mujer pude servirse de un vibrador para estimular sus genitales y para hacerlos gozar.