Claves del auto bondage

Dentro de los amantes del bondage hay un subgrupo de personas a las que les gusta experimentar la doble sensación de atar y ser atadas. Estas personas son las amantes de lo que se conoce con el nombre del selfbondage o auto bondage. Como Juan Palomo, el amante del selfbondage se lo guisa y se lo come él solito. Él planifica cómo va a ser la atadura, él elige el lugar en el que va a realizarse, él escoge el material, él visualiza los pasos a seguir, él goza la estimulación de planearlo todo… El amante del selfbondage mantiene una negociación pero esa negociación es únicamente consigo mismo y, por supuesto, con los propios miedos.

Cuando se habla de practicar selfbondage hay que hablar del tipo de material que se elige para practicarlo. El selfbondage se puede practicar con cuerdas o también con elementos de carácter metálico como pueden ser esposas, cadenas o candados. Lo más auténticamente bondage, sin embargo, es recurrir a las cuerdas.

Qué duda cabe que el selfbondage tiene unas características que obliga a extremar las medidas de precaución y seguridad. Quien practica el auto bondage debe ser consciente de que, en caso de plantearse alguna dificultad, será él solo quien deba resolverla. Por eso la planificación, siendo siempre importante en la práctica bondage, se hace en este caso especialmente capital. No hay que confiar en la improvisación y hay que prever las dificultades que pudieran presentarse. Después de todo, el selfbondage es una práctica de riesgo. Y eso no hay que olvidarlo en ningún momento.

Consejos de seguridad

Por eso es necesario que tengas siempre presentes las siguientes medidas de seguridad:

  • Si utilizas esposas, conoce perfectamente su funcionamiento y ten la llave de las mismas a tu alcance.
  • Ten junto a ti unas tijeras de punta roma.
  • No combinar en caso alguno un juego de selfbondage con uno de asfixia erótica. Si ésta no es muy recomendable en caso alguno, en éste de la combinación con el auto bondage debe quedar completamente vedado.
  • No obstruir las vías respiratorias durante el desarrollo del juego.
  • Buscar siempre un lugar que sea cómodo. Una cama o un colchón pueden ser sitios ideales para practicar selfbondage.

Tenidas en cuenta todas estas prevenciones de seguridad, debes tener siempre presente que, como en todo tipo de práctica bondage o BDSM, la experiencia es un grado para que se desarrolle de manera correcta. Por eso recomendamos no iniciarse en el selfbondage con composiciones o prácticas especialmente complicadas. Hay que empezar por lo sencillo. Por hacer ataduras que no afecten a las manos, por ejemplo. La progresiva experiencia será la que proporcione la necesaria seguridad para poder enfrentarse a prácticas más complejas de auto bondage. Antes de alcanzar dicha experiencia, lo mejor es entrenarse realizando ataduras en las piernas y los pies e, incluso, en el torso, trenzando algún tipo de corsé de cuerdas.

La práctica será la que nos permita familiarizarnos con los diferentes tipos de cuerdas y los diversos tipos de nudos que pueden realizarse. Será esa misma práctica la que nos haga conocer con qué fuerza hay que apretar las cuerdas en cada zona del cuerpo.

Una buena manera de iniciarse en el selfbondage es la de aprender a realizar correctamente un nudo corredizo. Que sea muy fácil de realizar y relativamente fácil de quitar es importante para que la acción pueda transcurrir de una manera fluida y sin plantear mayores problemas de seguridad.

¿Qué tipo de cuerda recomendamos para realizar estas ataduras? Una cuerda ni demasiado fina ni demasiado gruesa que sea suave al contacto con la piel. Ésa es la cuerda ideal. De unos 8 mm de diámetro y unos 10 metros de largo. Como suele decirse, mejor que sobre que no que falte.

Una vez todo dispuesto, es la hora de realizar la atadura. En la red puede encontrarse más de un vídeo en el que, paso a paso, se muestran los pasos a seguir para realizar una práctica de auto bondage. Si estás interesado en realizar una práctica de este tipo, busca esos vídeos. Eso sí: contémplalos siempre con espíritu crítico. Aférrate a tu sentido común antes de llevar a la práctica lo que hayas contemplado en el vídeo y, como ya te hemos señalado, extrema las medidas de seguridad. Puede ser tu vida la que esté en juego.