La magia de un zapato de tacón

Si hay algún fetichismo prototípico ése es el fetichismo de los zapatos de tacón. Lo ha “padecido” gente como Luis Buñuel o García Berlanga y las creaciones de diseñadores como Christian Dior o Roger Vivier han iluminado los sueños más ocultos de no pocos fetichistas a lo largo de varias décadas. Sin duda, no serían las mismas las piernas que lucirían mujeres como Jennifer López, Lady Gaga, Catalina de Cambridge o Miley Cyrus si no dispusieran de la maravillosa colaboración de estos sensuales y casi mágicos complementos con las que acostumbran a aparecer ante el público.

Y es que unos zapatos de tacón no sólo hacen más alta a la mujer que los luce, también estilizan la figura y realzan las nalgas. Esta estilización es debida a que, al caminar sobre tacones, la mujer debe contraer ciertos músculos. Entre estos músculos se encuentran las corvas, que embellecen su apariencia.

Por otro lado, hay sexólogas que han afirmado que el caminar con tacones hace que se mejore la fuerza y la habilidad de contracción de los músculos de la pelvis. Al caminar con zapatos de tacón se contraen los músculos vaginales. Esa contracción de los músculos de la vagina ayuda a mejorar o conservar en buen estado el suelo pélvico y a mejorar la vida sexual.

Éstos podrían ser, junto a otros, algunos de los motivos que hacen que la mujer tenga los zapatos de tacón entre sus complementos más preciados. La mujer puede sentir su feminidad reforzada gracias a esos centímetros de más que le dan los zapatos de tacón. Alguien como Marilyn Monroe, por ejemplo, llegó a decir: “dale a una mujer los zapatos adecuados y podrá conquistar el mundo”. Y es que el tacón da sensación de poder y da otra apariencia a la ropa que se lleva. Sin duda, la mujer encuentra en el zapato de tacón un perfecto complemento para lucir más hermosa.

Pero… ¿y el hombre? ¿Qué encuentra el hombre en el zapato de tacón? ¿Qué hace que el zapato de tacón se convierta en un fetiche para el hombre? En algunos casos, el reconocimiento del cambio experimentado por la mujer gracias al uso de este complemento. En otros, la asociación que el zapato establece con el pie, otro de los oscuros objetos del deseo de muchos fetichistas.

A un hombre le puede gustar un zapato de tacón que conserve el olor de su propietaria. O puede gustarle ese mismo zapato como un instrumento que le sirva para feminizarse en algún tipo de juego.

Tipos de fetichismo del zapato

Entre los fetichismos más habituales del fetichismo del zapato de tacón podemos encontrar el shoeplay, el shoelik, el shoetrample y el shoexniff. Vamos a ver en qué consiste cada uno de ellos.

  • Shoeplay. Como el propio nombre indica, el shoeplay hace referencia a cualquier tipo de juego con zapatos. El fetichista del shoeplay disfruta viendo cómo una mujer juega con el pie con sus zapatos. Este juego puede de varios tipos. El danling, por ejemplo, sería ese movimiento que la mujer realiza al hacer balancear el zapato con la punta de los dedos, saliendo del tacón. El dipping sería aquel movimiento que realiza la chica cuando, estando de pie, saca el pie del zapato y lo vuelve a meter. El heelpopping, por su parte, es aquel movimiento en el que la mujer saca el talón fuera del zapato mientras deja dentro los dedos con el zapato apoyado en el suelo. Finalmente podemos encontrar un movimiento, el heeltoehold, un movimiento sólo apto para mujeres que dominen el arte de caminar con zapatos. Para hacerlo, hay que colocar todo el peso del cuerpo sobre los tacones, elevando la punta de los pies.
  • Shoelik. Este tipo de fetichismo, que puede resultar excesivamente extraño para mucha gente, consiste en lamer los zapatos que nos excitan.
  • Shoetrample. Este tipo de fetichismo consiste en desear pisar o, sobre todo, ser pisado con unos zapatos de tacón. El shoetrample puede ser light o hardcore dependiendo de si el acto de pisar se realiza con un punto de apoyo o no. Indudablemente, si se practica el shoetrample hay que tener en cuenta que es una práctica que puede resultar peligrosa. Un tacón fino y un peso excesivo colocado sobre un punto corporal delicado puede ocasionar una lesión grave en algún órgano interno.
  • Shoesniff. Este tipo de fetichismo de los zapatos de tacón consiste en oler los zapatos que han sido usados.

Al fetichista de los zapatos de tacón puede gustarle lamer, oler, ver cómo una mujer juega con un zapato de tacón o ser pisado por él, pero también puede volverle loco la idea de eyacular dentro de uno de estos zapatos, o adorarlo o hacer el amor con una pareja vestida únicamente con esos zapatos.

Si tienes ese fetichismo, si eres un fetichista de los zapatos de tacón, compártelo con tu pareja. Seguro que desea lucir para ti sus mejores zapatos de tacón para que tú puedas sentirte tan feliz y estimulado como ella desea.