Hay que ser pulcro para practicar Bondage

La pulcritud es uno de los requisitos imprescindibles del universo Bondage. Cuando hay que limpiar las cuerdas, colócalas en bolsas separadas o bolsas de lencería y procura lavarlas con agua caliente, eligiendo entre los ciclos de tu lavadora un ciclo delicado. Ni nombrar el detergente o la lejía. Ambos productos deben permanecer lo más lejos posible de tus cuerdas. Sécalas al aire, independientemente de cuál sea el material del que están hechas, y, si son sintéticas, evita ponerlas en la secadora.

Al almacenar las cuerdas, enrolla cada una de ellas en una bobina distinta. Puede ser buena idea elegir un color diferente de cuerda para cada tamaño de la misma. Eso te ayudará a ganar tiempo en el momento adecuado para echar mano de la que más te convenga. Y, lógicamente, guárdalas en algún lugar de fácil acceso. Si las llevas al altillo seguramente será muy molesto tener que buscar la escalera y subirse a ella cuando el deseo está llamando a la puerta y exige su satisfacción.

Puede suceder que no le pilles el tranquillo a eso de los nudos. Vamos, que te hagas un lío a la hora de hacer un nudo y no sepas qué tipo de nudo es el más conveniente a la hora de iniciar tu juego bondage. Como en casi todo en la vida, la práctica es un grado. A fuerza de hacerlos ganarás la seguridad que necesites y las decisiones acudirán rápidas a tu mente y a tus manos.

Cosas interesantes para tener en tu ajuar de Bondage

Toma nota de las propuestas que vamos a hacerte. Todas ellas te servirán para pasar buenos ratos.

  • Una máscara de seda o satén para tapar los ojos. Al hacerlo, no hay que apretar demasiado y hay que procurar que el nudo no incomode en la nuca.
  • Esposas de cuero o nailon. Hay que evitar lo que sea incómodo o pueda causar lesiones o arañazos en la piel. Por eso este tipo de esposas son muy adecuados. Si se sujetan con velcro o hebillas, pues mucho mejor. Las hay para encadenar las muñecas, éstas a los tobillos o los muslos, etc. La variedad de tipos disponibles seguro que sirve para saciar los apetitos de tu imaginación.
  • Cintas Bondage. Es una cinta especial que se adhiere únicamente a sí misma (no a la piel ni al pelo) y que es ideal para envolver y unir tobillos y muñecas.
  • Sábanas Bondage. Son sábanas que, en cada esquina, tienen una especie de agujero/esposa dotadas de velcro y que sirven para fijar muñecas y tobillos.
  • Limitaciones bajo la cama. Si no tienes una cabecera adecuada a la que puedas atar tus cuerdas, este artilugio formado por correas y esposas se puede colocar bajo el colchón y se quita y pone muy fácilmente.
  • Restricciones de jamba. Este artilugio puede serte útil para, con sólo una puerta, experimentar con la suspensión sin cuerdas (colgar a tu sumiso por la muñecas y tenerlo a tu merced, colgado de una puerta).