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sumisión

El figging o juego con la raíz de jengibre en el BDSM

Nunca hay que despreciar lo que la Naturaleza nos ofrece. Tampoco en la práctica del sadomasoquismo. Ya hemos hablado, en algún post, de las posibilidades que la varita de abedul puede proporcionar al juego BDSM. En esta ocasión vamos hablar de las que nos ofrece una planta de la familia de las zingiberáceas. Estamos hablando del jengibre y, en particular, de su raíz.

Sobre la humillación en el BDSM

Hay palabras que vienen cargadas con una carga semánticamente peyorativa y que, sin embargo, en el universo BDSM adquieren un brillo especial. Una de esas palabras es “humillación”. Nadie mentalmente equilibrado desea sentirse humillado en sus relaciones cotidianas ni en su vida pública. Pero… ¿y en las relaciones BDSM? ¿No son muchas las personas que, asumiendo el rol de sumisas, desean sentirse humilladas durante el desarrollo de una escena BDSM?

El tiempo del PostBDSM

Del mismo modo que en un momento determinado personas como María Llopis empezaron a hablar del postporno, un movimiento que pretendía (y aún pretende) abrir los límites de la sexualidad para que dejen de estar marcados por una industria pornográfica hegemónica que, en la inmensa mayoría de sus producciones, mecaniza de manera antinatural el acto sexual y convierte a la mujer en un simple objeto al servicio del macho, también hay voces que, en los últimos tiempos, han empezado a hablar de PostBDSM.

Grados de humillación en el BDSM

El BDSM no es interpretado de una manera unívoca por todos los amantes del BDSM. Cada cual tiene su propia manera de vivirlo. ¿Quiere esto decir que unas de esas maneras de vivir el BDSM son más puras que otras? Ni muchísimo menos. Y es que, dentro del BDSM, son varios los tipos de jugadores que pueden encontrarse según sea el grado de humillación que estos jugadores busquen experimentar en sus prácticas.

Tortura de las tetas con las manos

¿Qué pueden hacer nuestras manos en unas tetas? Sabemos que pueden acariciarlas y mimarlas, sí; pero no olvidemos nunca que, en el juego BDSM, esas mismas manos pueden hacer otras muchas cosas con las tetas de la sumisa o esclava como pueden ser pellizcar, arañar, estirar, retorcer, manosear, azotar, sopesar, apresar o clavar las uñas. Sin duda, una amplia variedad de acciones que enriquecerán nuestra escena BDSM.

Nace BDSMK, una asociación para todos los amantes del BDSM

Para orientar a todos aquellos que se acercan de puntillas al mundo del BDSM y, al mismo tiempo, para realizar una tarea de educación social que permita que gran parte de la sociedad deje de ver las relaciones BDSM como algo raro o enfermizo, es para lo que ha nacido BDSMK, una asociación que pretende ser de ámbito nacional y que se propone como misión final “superar el estigma, eliminar los miedos, que nadie se asuste de su propio deseo y que todo el mundo pueda vivirlo con libertad, consenso y seguridad”.

El subdrop, el lobo feroz del sado

Una de las palabras que todo iniciado en el sado conoce es la palabra subdrop. El subdrop es, para el practicante sado, una especie de tasa que de vez en cuando hay que pagar por haber disfrutado al máximo de una sesión de especial intensidad. El subdrop es, en esencia, un estado de depresión mental, emocional y física que puede darse después de una sesión SM.

El subspace

Al hablar y, sobre todo, al practicar BDSM, hay que tener siempre presente que hay muchos aspectos psicológicos que intervienen en una escena y también que cada persona tiene su manera particular de reaccionar a cada práctica y que una misma persona puede reaccionar de diferente manera en diferentes momentos o días. Una de esas reacciones puede ser lo que se conoce como “subspace”, es decir, un estado psicológico en el que la persona, al tocar fondo en una escena, se siente como en una especie de trance.

Lecturas BDSM: una fuente inagotable de ideas

La lectura de novelas BDSM puede ser una buena fuente de ideas para toda aquella persona que, con la imaginación al límite de su flexibilidad y su capacidad de imaginar nuevas prácticas eróticas, quiera avanzar un poco más allá de lo rutinario en sus prácticas sexuales. Disponer de buenas fuentes de inspiración es fundamental a la hora de imaginar nuevos horizontes eróticos que alcanzar.

Fetichismo de la lactancia erótica

Dentro de los fetichistas del pecho hay unos fetichistas especiales: los que lo son del acto en sí de la lactancia. En el caso de estos fetichistas, el acto del amamantamiento se convierte en parte central de su sexualidad. Mamar los pechos de su pareja es el sueño principal de todo fetichista de la lactancia erótica y es, también, una práctica que puede darse entre practicantes de juegos BDSM no necesariamente fetichistas.

La castidad forzada

Nada mejor que la castidad forzada para escenificar y simbolizar la dominación femenina. Unos genitales masculinos atrapados en su cárcel de metal, plástico o cuero y un pene al que se le impide la erección son dos ejemplos perfectos de cómo una mujer dominante puede esclavizar el pene de su sumiso y ejercer su dominio sobre él.