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Las fantasías sexuales en el BDSM: mazmorra, sogas y flagelación
De lo que estamos hablando no es de sexo tántrico, pero tampoco vamos a afirmar aquí que el BDSM tampoco es un deporte, aunque se pueda ver a sus practicantes sudar, perder el aliento, con el corazón bombeando sangre a doscientos por minuto, con las muñecas arañadas por una soga y los genitales y las nalgas tan enrojecidas como doloridos pueden quedar los músculos.
BDSM y poder, manejar al sumiso al antojo del dominante
Jugar con el ejercicio del poder es uno de los elementos primordiales del BDSM. A los dominantes les entusiasma e incendia la idea de poseer un poder absoluto sobre los actos del sumiso. No hay que olvidar, por ejemplo, que ver a una mujer masturbarse es una de las escenas favoritas del consumidor masculino de pornografía.
Vestimenta BDSM, Voyeurismo, Exhibicionismo y Humillación Erótica
El voyeurismo (el deseo de ver a una persona desprevenida desnudarse y tener relaciones sexuales) y el exhibicionismo (el deseo de ser visto desnudándose o manteniendo relaciones sexuales) a menudo juegan un papel importante en el BDSM. Para activar su control en un juego de BDSM, un dominante puede ordenar a un sumiso que realice el acto sexual en público.
Dominación erótica y juegos de rol en el BDSM, un juego de poder
La dominación erótica no está restringida a un dormitorio a una mazmorra diseñada para juegos BDSM. Puede ser que las parejas deseen jugar a juegos de rol en el exterior. El hacerlo añade un punto de aventura que puede venirle muy bien al juego.
Lenguaje erótico, decir guarradas en las relaciones de sexo
Un socio dominante puede utilizar el lenguaje soez para indicar a la parte sumisa lo que debe realizar y para informar de lo que realizará él mismo a continuación. Más degradante o sucio que las palabras en sí pueden resultar los juegos de rol que se realicen, la humillación implícita que lleve lo realizado o el nivel de violencia que pueda existir en las acciones del acto que se está desarrollando.
Jugando con la temperatura y juguetes de vidrio en el BDSM
Otra manera de hacer participar a la temperatura en los juegos eróticos es servirse de los juguetes sexuales de vidrio. Estos están hechos comúnmente con un tipo de cristal que es capaz de mantener tanto el frío como el calor, son hipo-alergénicos y muy higiénicos, puesto que pueden limpiarse y esterilizarse de manera muy sencilla.
Problemas ocasionados por la práctica del Sado – Parte III
No hay que olvidar nunca que, al practicar el sado, se están asumiendo unos riesgos que se deberán evitar gracias a la asunción de precauciones y, por supuesto, a la práctica y experiencia. Hay que estimular la piel de la polla tocándola, acariciándola, haciéndoles cosquillas, raspándola, etc. con un número ilimitado de instrumentos, desde los dedos, las uñas, los dientes o el cabello hasta instrumentos artificiales y más sofisticados. Los principales riesgos que puedes encontrar son la abrasión o la perforación.
Jugando con la temperatura en el BDSM – Quemaduras e hielo
Las experiencias BDSM se esfuerzan por ofrecer sensaciones extremas e inesperadas partiendo de la sumisión del cuerpo. Esta es una erótica que desdibuja fronteras entre lo bueno y lo malo y que está orientada sobre todo a conseguir un mayor descubrimiento sexual. Uno de estos descubrimientos puede ser el de jugar con velas encendidas y cera caliente.
Problemas ocasionados por la práctica del Sado – Parte II
Durante el juego, la tentación de doblar la polla puede ser muy grande. En general, este giro o torsión suele aplicarse tanto al pene como a los testículos. Piensa una cosa: una polla dura es más fácil de lesionar que un pene blandengue y en posición de descanso. Lo mismo sucede con los testículos. Los cojones endurecidos e inflamados por el deseo son más fácilmente lesionables que los testículos alicaídos.
Problemas ocasionados por la práctica del Sado – Parte I
El objetivo principal de los juegos que os estamos proponiendo es el placer, y mucho. Una de las mejores maneras de asegurarnos de que tu práctica de estos juegos de Sado sea lo más agradable posible es saber con qué tipos de riesgos lidias en cada categoría del juego. Cuando sabes lo que puede ir mal, tienes la información adecuada para reaccionar si, por algún accidente, se causa algún daño tan imprevisto como indeseable.
Perder los sentidos con el Bondage, suspensión y azote erótico
Las nalgadas, esos cachetes en las nalgas, es una práctica común que combina el dolor y el placer, sadismo y masoquismo. El dominante puede golpear al sumiso de muchas maneras, obligándole a adoptar muchas posturas. Sea cual sea la que se utilice (sobre las rodillas, doblado sobre un mueble, a cuatro patas, de pie…), la acción de dar un cachete en el culo siempre simboliza un cierto dominio y explotación sexual.
