Dominación
Dominación y Sumisión es un conjunto de prácticas sexuales que pertenece al BDSM donde se centra en una relación consensuada que implica el dominio de un individuo sobre otro en un contexto sexual limitado o indefinido en el tiempo.
Reacciones negativas y ansiedad de la ama tras la dominación
Para ser Ama debes enfrentarte a los planteamientos de una cultura que a diario exige que te comportes como una niña bonita. Por eso, una vez hayas cumplido con tu papel en el juego, puede suceder que te sientas cohibida y que, en cierto modo, pienses que has violentado tu propia forma de ser, que la has traicionado. La idea de poder, así, se te puede convertir en algo aterrador y que te haga sufrir.
Reacciones negativas y ansiedad del sumiso post Sumisión
Lo habéis pasado en grande durante una sesión. Has sido una gran ama y él un gran sumiso. Habéis disfrutado y él te ha reconocido que ha sido mil veces mejor que cualquier fantasía. ¿Por qué entonces esa especie de ansiedad, casi depresión, que se apodera de él al día siguiente?
Reacciones negativas y decepciones de los sumisos en su fantasía
Puede suceder tranquilamente que un hombre que siempre ha anhelado entregar su voluntad a una mujer dominante se tenga que enfrentar a emociones de carácter ambivalentes al día siguiente de que esa entrega se haya hecho realidad. Quizás lo que esperaba maravilloso ha resultado decepcionante. O quizás está decepcionado consigo mismo porque, a la hora de la verdad, ha soportado menos dolor del que se había imaginado que podía soportar.
Equilibrio entre fantasía y realidad. Cambios de personalidad
Cualquier cambio en una relación requiere un período de adaptación, máxime si dicho cambio es debido a la introducción de nuevas fantasías sexuales en el seno de la misma. Para adaptarse a esos cambios, evitar los peligros y saborear los beneficios de un régimen de relación en el que domine lo femenino, hay que tener en cuenta diversos factores de los que iremos hablando a continuación.
Aspectos a tener en cuenta en el primer encuentro de dominación
Cuando decidas establecer un encuentro, no pienses, en modo alguno, en representar una escena. Reúnete con él para comer en un lugar público. Ahí podrás comprobar si es una persona limpia, atractiva, afable y tolerable. También podrás constatar si te resulta agradable su compañía. Que alguien de confianza sepa con quién estás y lo que estás haciendo.
Encontrar escenario de dominación y un hombre sumiso
Las teorías psicológicas más extendidas derrumban esa prevención que puede hacerte asociar el juego de dominio con el simple delito sexual. Las personas que son conscientes de sus deseos y que los aceptan como parte constitutiva de su ser es mucho menos probable que se conviertan en alguien que, de puro violento o monstruoso o descontrolado, pueda devastar la vida de quien le acompaña en su sexualidad.
Buscar un cómplice de juegos para la dominación sexual
Las teorías psicológicas más extendidas derrumban esa prevención que puede hacerte asociar el juego de dominio con el simple delito sexual. Las personas que son conscientes de sus deseos y que los aceptan como parte constitutiva de su ser es mucho menos probable que se conviertan en alguien que, de puro violento o monstruoso o descontrolado, pueda devastar la vida de quien le acompaña en su sexualidad.
Dominar los prejuicios y miedos para ejercer de ama dominante
Las teorías psicológicas más extendidas derrumban esa prevención que puede hacerte asociar el juego de dominio con el simple delito sexual. Las personas que son conscientes de sus deseos y que los aceptan como parte constitutiva de su ser es mucho menos probable que se conviertan en alguien que, de puro violento o monstruoso o descontrolado, pueda devastar la vida de quien le acompaña en su sexualidad.
La vocación de las mujeres para la dominación femenina
Una vez establecidas las reglas del juego y el reparto de papeles, es muy probable que quien deba ejercer el control dominante no haya tenido fantasías de control masculino. Puede suceder que esa mujer a la que se le pide ser ama no esté interesada en jugar al equilibrio de poder dentro de las relaciones o puede, incluso, sentirse más sumisa que dominante.