El hierro candente en el BDSM

Una de las maneras más claras de demostrar y plasmar el dominio que una parte dominante tiene sobre un sumiso es el branding, esto es, el dejar sobre la piel una marca al rojo vivo. Al realizar esta práctica, el practicante de BDSM rememora prácticas que ya se recogieran en el código penal francés del primer imperio, cuando se marcaba a los ladrones con una flor de lis, o que ya existiera en la señalización de los hombres destinados a galeras, en los esclavos negros del Sur americano o en las antiguas tribus australianas o africanas, donde el acto de marcarse la piel al rojo vivo se entendía como un rito de tránsito a la adolescencia o como un simple adorno corporal. Esta última acepción del uso del branding es la que se utiliza actualmente en las casas de tatuaje para satisfacer a aquellos clientes que desean tener en su piel la señal de una marca realizada al rojo vivo.

En la actualidad, los practicantes del branding pueden escoger entre dos tipos de técnicas. La primera es la que recibe el nombre de strike y es la más tradicional. Se realiza con hierro forjado. La segunda recibe el nombre de cautery y se realiza con un electro-cauterizador. Sin duda, esta segunda opción resulta mucho menos elegante que la primera y mucho menos atractiva a la hora de realizar una ceremonia BDSM en el que marcar al rojo vivo sea parte fundamental de la misma.

El resultado del acto de marcar al rojo vivo dependerá de diversos factores. Los dos más importantes serán la temperatura alcanzada por el hierro y la presión que se ejerza con el mismo sobre la piel de la persona marcada.

Curación de la marca al rojo vivo

Lo verdaderamente importante al practicar el branding, más allá de la espectacularidad de la acción y de las connotaciones de dominio intrínsecas a esta práctica, son las medidas sanitarias que se tomen para impedir que la herida producida por el hierro candente pueda infectarse.

La higiene de la zona quemada es fundamental para evitar dicha infección. Para que esa higiene sea la adecuada hay que tener en cuenta varias cosas. La primera de ellas es no tocar la zona con las manos. Tampoco hay que rascarse ni quitarse las costras.

Lo primero que hay que pensar es que la herida dejada por el branding es una quemadura de tercer grado y como tal debe ser tratada. Una quemadura de tercer grado es aquélla en la que la piel ha sido completamente destruida y, por lo tanto, inutilizada para conseguir la protección que el cuerpo requiere.

Para realizar una correcta higiene de la herida hay que lavar la herida dos veces al día. Para realizar ese lavado hay que emplear algún tipo de líquido antibacterial, algún jabón o algún antiséptico suave. En ningún caso debe emplearse alcohol, agua oxigenada o algún ungüento. El uso de estos productos podría producir irritación y, al mismo tiempo, podrían retrasar la recuperación de la zona. Sólo el uso de un gel de aloe vera durante los primeros días tras la realización de la marca al rojo vivo podría ser recomendable. El gel de aloe vera podría ayudar a refrescar la zona señalada.

Si se utiliza algún tipo de líquido antiséptico para curar la quemadura producida por el branding hay que buscar algún producto que contenga cloruro de benzalconio, un desinfectante, bactericida e inhibidor de la actividad viral que ayudará a prevenir la infección de la zona marcada al rojo vivo. El líquido antibacterial ideal es aquél que acostumbra a utilizarse para cuidar el oído. Una vez colocado hay que dejar que se seque sin enjuagar la zona sobre la que se ha colocado.

En caso de utilizar jabón hay que buscar un jabón suave, con pocos productos químicos adicionales. Los jabones con color intenso o con mucho aroma no son los más indicados ya que ambas cualidades (color intenso y aroma) se consiguen gracias al empleo de esos productos químicos que, en este caso, no son los más recomendables a la hora de tratar las heridas provocadas por el branding.

Tras el lavado de la zona (siempre con las manos absolutamente limpias y retirando cualquier secreción seca que se compruebe que está suelta), hay que enjuagar la zona y secarla cuidadosamente con un toallita limpia.

El tiempo que tarda la costra en formarse y desaparecer de la quemadura producida por la práctica del branding acostumbra a ser de entre 2 y 6 semanas. La formación del tejido cicatricial se produce entre 2 y 12 meses.