Presiona ESC para cerrar

Fiesta sado en el campo (I)

No hay mejor lugar que un club para los amantes del BDSM. El club es el sitio ideal para ir a experimentar, para sentir y para ver cómo sienten los demás. Una fiesta durante un fin de semana puede ser la ocasión de oro para poner en común los juguetes eróticos y las prácticas y técnicas con las que mejorar los propios sistemas de juego.

Nudo de Bondage “La chica en el trono”

Esta atadura es el paradigma de una atadura deliciosamente dominante. Piernas y muñecas quedan atadas a las patas y al respaldo de la silla, respectivamente. Con las piernas abiertas, los genitales quedan completamente expuestos a la caricia que la parte dominante del juego quiera realizar. Ésta es una de las ataduras estrellas del universo bondage.

Fiestas y eventos fetichistas

Las fiestas y eventos fetichistas son el lugar idóneo para que todas aquellas personas que tengan un fetiche puedan juntarse con otras que lo compartan y, así, celebrar la mutua sexualidad. El turismo fetichista es, también, una fantástica manera de conocer mundo y, al mismo tiempo, de conocer personas que, de un modo u otro, se asemejan a nosotros en nuestra manera de disfrutar la sexualidad.

Fisting: rozando el límite de la vagina

Ciertamente, la imagen, vista en más de una película pornográfica, asusta un poco. ¿Cómo no va a asustar el ver cómo un puño entero desaparece dentro de una vagina? Sin embargo, esta práctica no deja de ser habitual dentro del mundo BDSM. Después de todo, piensa en el placer que puede ser sentir los latidos de tu socio en tu mano a través de sus paredes vaginales. Piensa en la presión que las paredes húmedas y calientes de esa vagina pueden hacer sobre tu brazo.

Preparando la nalgada

Dentro del desarrollo de la escena BDSM pueden darse diferentes situaciones. Una de ellas es que el sumiso o sumisa suplique un castigo o, en cierto modo, se le obligue a suplicarlo. Todo forma parte de un proceso que debe concluir en el castigo. Cuando éste llegue, las nalgas deben haber sido preparadas convenientemente.

BDSM: la negociación de las reglas del juego (II)

En la negociación de la puesta en escena de una fantasía erótica BDSM hay que establecer claramente los límites y hablar sin tapujos y sinceramente de los gustos y deseos, pero también de los problemas físicos que se tienen o de las reacciones psicológicas que pueden afectar al correcto desarrollo de la escena y a la obtención de placer gracias a ella.

La escena sado: uso de cuerdas y navajas

La cuerda es, sin duda, una de las grandes aliadas de los juegos sadomasoquistas. El bondage como técnica de atadura no puede faltar en el BDSM. Otro de los instrumentos que tampoco pueden faltar en los juegos del sado es la navaja. La navaja proporciona muchas opciones de juego. Su efecto psicológico puede ser muy efectivo.

Nudo de Bondage “Atando una pierna a la silla”

Una simple silla de cocina puede hacer perfectamente las funciones de trono bondage. Para que nos sirva, a la silla sólo se le exigen dos requisitos: que tenga las patas rectas y que tenga un respaldo. Si la silla resulta muy incómoda para practicar vuestros juegos bondage, podéis utilizar unos cojines.

Cuero y caucho

A menudo, nuestros fetiches tienen que ver no tanto con su forma o tamaño como con el material de que están hechos. En este aspecto, los dos grandes tipos de fetiches existentes son los siguientes: los que están elaborados con algún tipo de piel y los que lo están con goma o algún material cercano a ella (látex, PVC, etc.).

¿De qué hablamos cuando hablamos de BDSM?

El BDSM es un mundo complejo como complejas son las necesidades y los gustos sexuales de las personas. La sexualidad humana es tan rica y compleja que, en ocasiones, es preciso acotar perfectamente de qué estamos hablando cuando hablamos de un tipo determinado de sexo. Para realizar esa acotación no disponemos de otra cosa que las palabras. Ellas son las que deben servirnos para ponernos de acuerdo sobre aquello de lo que estamos hablando.

Disciplina y nalgada

Comúnmente, cuando hablamos de “disciplina” en los juegos de dominio y sumisión, lo estamos haciendo de “nalgadas”. Las nalgadas pueden variar mucho. Desde el cachete infantil a algo mucho más intenso, es muy amplia la gama de castigos infligidos a las nalgas.