La escena fetish
El fetish se hace carne en la escena. La escena fetish señala el momento de la verdad, ese instante en que el objeto adquiere su protagonismo y determina lo que debe y cómo debe suceder entre los participantes en la misma. La planificación del escenario y el realismo que se imprima a la escena son fundamentales para el éxito de la misma.
Sobre el juego de rol y la fantasía erótica
El juego de rol y la fantasía erótica puede ser parte importante de una sana y satisfactoria vida sexual. Los juegos de rol pueden servir para añadir un montón de diversión e intriga a toda relación sexual, pero son especialmente importantes y adquieren un protagonismo especial en el BDSM.
Instrumentos de castigo BDSM: ramita de abedul y caña
Entre los instrumentos de castigo propios del BDSM, la ramita de árbol y la caña son algunos de los instrumentos más utilizados. Cada uno de ellos tiene sus propias características y sus propias normas de uso. De entre las formas de castigo, el llamado “estilo inglés” es, seguramente, uno de los más estrictos y tradicionales.
La dómina y el sumiso: las expectativas mutuas
El éxito o el fracaso de una escena BDSM no dependen tanto de la lista de actividades que las negociaciones recojan como de la actitud que mantengan los participantes en la escena. Y, de entre todas las actitudes, la que más determina el hecho de que la escena resulte positiva o no es la que mantenga durante la misma la dómina y cómo se ajuste a las necesidades propias y a las del sumiso.
Piercing temporal en los genitales: puro sado
El “play piercing” o piercing temporal está ganando popularidad en ciertos ambientes kinkys. Esta práctica, no hace falta recalcarlo, entraña una peligrosidad que no la hace recomendable para nadie que no haya sido instruido convenientemente sobre cómo realizar las punciones y minimizar sus riesgos. La experimentación y el riesgo inconsciente pueden tener, aquí, consecuencias bastante desagradables. Por eso es necesaria una formación especial para realizar esta práctica.
Nudo de Bondage “El collar y la liga”
Este complemento que te vamos a enseñar a elaborar con cuerda y que no deja de ser una banda puede servir tanto de collar como de liga. Como collar, añadirá un punto inexcusablemente bondage a la sumisión que la pareja quiera representar en alguna escena BDSM. Como liga, tendrá una lectura completamente diferente, pero también cargada de erotismo.
El juego fetish y su planificación
Sabemos que la espontaneidad es algo que se valora mucho al hablar de las relaciones sexuales. Parece como si el único valor a tener en cuenta fuera la pérdida de la parte más racional de nosotros mismos que la pasión más exacerbada lleva consigo. No hay que hacerse fanático de nada. De la espontaneidad, tampoco. Un poco de planificación no viene nunca mal. Ni siquiera cuando se habla de encuentros sexuales.
La buena Dómina
¿En qué consiste ser una buena dómina? La información que circula por las diferentes publicaciones y en la red puede abrumar y, en cierto modo, despistar a la dómina inexperta. El exceso de información, a menudo, empuja a que se pierda de vista lo básico y fundamental. El conocimiento de los propios valores, el respeto al sumiso, el empleo de la persuasión y la autoconfianza son algunos de esos aspectos básicos que una dominatriz no debe olvidar si desea ser una buena dómina.
BDSM: herramientas de corrección
La disciplina correctiva puede administrarse con instrumentos muy variados, algunos muy formales e ideados para la función, otros mucho más improvisados. Los instrumentos utilizados para ejecutar la corrección se pueden dividir en tres categorías: la propia mano humana, los implementos rígidos y los flexibles.
¿Quieres ser una dómina?
¿Quieres explorar la vertiente dominante de tu feminidad? ¿Deseas convertirte, a tiempo completo o parcial, en una mujer peligrosa y misteriosa, feroz y dominadora, para imponer a tu pareja tus ritmos sexuales? ¿Deseas sentirte segura sensualmente? ¿Quieres ser una dominatrix? ¿Tu pareja te ha pedido que tomes el control de vuestra sexualidad y no sabes por dónde empezar para convertirte en esa dómina que él espera?
El placer de morder y ser mordido
Si eres de los que piensan que, para practicar el juego erótico, en nuestras bocas sólo tenemos los labios y la lengua, estás perdiéndote todas las oportunidades de placer que los dientes te ofrecen. Piensa en el placer de mordisquear la lengua, los labios, las mejillas, el cuello, la espalda, las pantorrillas… Piensa en ese placer de apresar la carne de tu amante y cerrar lentamente tu boca sobre ella, dejando sobre su piel, sin llegar a rasgarla, la marca de tus dientes.