Las tetas, territorio BDSM

Las tetas no suelen figurar entre los lugares más recomendados a la hora de aplicar la técnica del azote a nuestros juegos BDSM. El hecho de que carezcan de músculo y de que estén formadas por grasa, lóbulos y conductos las convierten en una parte de la anatomía femenina muy sensible a los golpes. ¿Las incapacita eso para ser protagonistas estelares de una buena escena de azotes? Indudablemente, no. Simplemente hay que dominar la técnica del azote y, por supuesto, extremar las precauciones a la hora de proceder a ejecutarlos.

Cuando se azoten las tetas hay que hacerlo de manera superficial. Los efectos del azote a las tetas deben quedan circunscritos a las primeras capas de la dermis. ¿Cómo puede conseguirse eso? Con instrumentos que tengan una baja velocidad de impacto y una baja inercia. Para elegir ese instrumento que pueda servirnos para azotar las tetas hay que buscar un instrumento de poco peso y que, además, sea flexible. El impacto de una vara, una caña, una fusta o una paleta será mucho más duro que el que pueda ejecutar un flogger o un gato.

Éstos últimos elementos, además, proporcionan la posibilidad de repartir la fuerza del azote por la mayor superficie posible. Un gato o un flogger permiten que cada golpe quede dividido en un amplio abanico de golpes individuales. Además, si son flexibles, estos instrumentos, al azotar, rebotan sobre la piel golpeada evitando, así, el efecto que podría tener el impacto de un instrumento rígido.

A lo hora de escoger un instrumento para azotar las tetas debe tenerse en cuenta, también, la longitud de ese instrumento. Cuanto más largo sea, más fuerte será el impacto que se produzca sobre los pechos.

Técnica de azote de las tetas

Una vez que se haya escogido el instrumento hay que asegurarse sobre la manera de aplicarlo. Familiarizarse con él es fundamental para que su uso sea el adecuado. Un flogger de crin de caballo no se usará del mismo modo que un flogger de látex ni uno de cuero igual que uno de goma o cuerdas. Tampoco se utilizará de un mismo modo un flogger largo que un flogger corto ni uno de colas anchas igual que uno de colas estrechas. El entrenamiento, así, será fundamental para evitar errores que, al azotar las tetas, puedan dañarlas. Antes de usar los flogger sobre los pechos de tu pareja, pruébalos sobre tus antebrazos o sobre tus muslos. Conocer su funcionamiento será fundamental para que tú y tu pareja podáis disfrutar por igual a la hora de azotar las tetas.

Una vez elegido el instrumento que utilizarás para azotar las tetas y dominada la técnica del azote deberás proceder a aplicarlo sobre las tetas de tu pareja de juego. Para hacerlo, deberás calentar previamente sus tetas. Para ello deberás acariciárselas, darles unos cachetazos suaves (ya te contamos en otro post cómo torturar las tetas con las manos) y pasear el instrumento sobre la superficie de su piel.

Una vez hayas calentado las tetas de tu pareja y una vez que te hayas asegurado de que el rostro queda a salvo de los golpes, azota sus tetas suave y espaciadamente. Que se acostumbre a ellos. Que la piel enrojezca poco a poco. Después, y de manera progresiva, ve incrementando la fuerza y la velocidad. Siempre hasta un punto, claro. Suele resultar mucho más estimulante para la azotada que los golpes se prolonguen suavemente en un tiempo más extenso a que estos se concentren, con fuerza, en un corto período de tiempo. Al azotar las tetas, los golpes en pezones y areolas deben ser más suaves que en el resto de las mamas. Como sabes, los pezones y las areolas son las zonas más sensibles de la mama.

Tipos de azotes de tetas

Sabiendo todo esto deberás plantearte qué sentido deberás seguir para azotar los pechos. Podrás hacerlo de arriba abajo trazando un semicírculo aproximadamente vertical. También podrás hacerlo horizontalmente. En ambos casos, al hacerlo, deberás recoger las colas y pasar el flogger a la otra mano. El molinillo (un movimiento semejante al que se realiza al realizar el de arriba abajo pero sin recoger las colas) es otra de las opciones a la hora de azotar las tetas. Si las anteriores eran idóneas para calentar las tetas, ésta es una forma de azote especialmente indicada para aplicar cuando ya las tetas están calientes. El molinillo puede aplicarse golpeando las tetas por abajo o por arriba.

Aplicadas las anteriores formas de azote sobre las tetas, es hora de aplicar, como golpe final de despedida, el impacto directo sobre las mismas. Al descargar un golpe directo sobre las tetas hay que apuntar correctamente y vigilar la fuerza con la que se aplica el azote sobre las tetas. El golpe debe picar, nunca causar hematomas.

Una vez que se haya acabado la sesión de azote de las tetas hay que aplicar una crema protectora hidratante que ayude a refrescar la zona y a curar las posibles heridas que pudieran aparecer en la dermis de la misma.