Clases de Dominantes

Del mismo modo que existen diversos tipos de sumisos y sumisas, así también existen diversos tipos de Dominantes. En este artículo queremos mostrarte los tipos básicos de Dominantes que integran el universo BDSM. Como sucede con toda tipología que pretenda clasificar el comportamiento humano, esta tipología de los y las Dominantes dentro del BDSM debe ser vista como un instrumento y no como un tótem inquebrantable. De hecho, es difícil encontrar una persona que se ajuste perfectamente a una sola de estas tipologías. Lo habitual es que una misma persona comparta cualidades de varias de ellas.

Sabido y asumido esto (que no existe el Dominante que se ajuste en puridad a un solo grado de esta tipología de los Dominantes que vamos a mostrar en este artículo) vamos a ver cuáles son los tipos más destacados de Dominantes existentes.

Macho/Hembra Alfa

Este tipo de Dominante tiene una absoluta confianza en sí mismo. El Macho o la Hembra Alfa no conocen las dudas y, si las tienen, las ocultan. El comportamiento de este tipo de Dominante está mediatizado en todo momento por su carisma. El Macho o la Hembra Alfa son personas seductoras, encantadores de serpientes, líderes natos. ¿Su principal problema? Que no suelen reconocer sus propias carencias. Que no suelen reconocer sus errores. Y esto, a la hora de actuar como Dominante en una relación BDSM, es un hándicap. Serio, además. Considerándose el o la mejor, este tipo de Dominante considerará una obligación incuestionable el que el sumiso o la sumisa le muestren sumisión. Esta actitud es peligrosa: puede provocar que este tipo de Dominante cometa actos deshonrosos o de ética muy discutible.

El Macho o la Hembra Alfa necesitan atraer toda la atención sobre su figura. El egocentrismo es su gran pecado y, también, la gran traba que le impide convertirse en un buen o una buena Dominante. Además, pagado de sí mismo, este tipo de Dominante exige a su lado a un sumiso o sumisa que, desde su punto de vista, dé la talla. O sea: que sea inteligente y atractivo/a físicamente.

El Macho o la Hembra Alfa es un tipo de Dominante a quien le cuesta encontrar la pareja ideal para mantener una relación BDSM a medio/largo plazo. Por eso cambia habitualmente de pareja: porque siempre está a la busca de la pareja que, cree, es digna de iniciar con él o ella una relación BDSM más o menos estable.

El Dom perezoso

Este tipo de Dominante no es amigo de esfuerzos. Por eso valora el poder poseer un sumiso o sumisa que realice dichos esfuerzos en su nombre. Por ejemplo: limpiar la casa. O hacer las camas. O cuidarse de la cocina. Desordenado y poco aseado por regla general, este tipo de Dominante es apático y poco exigente. Más que un físico determinado, el Dominante perezoso busca un tipo de persona que le ayude a realizar (o, directamente, realice por él) esas labores cotidianas que se le hacen tan cuesta arriba.

A la larga, este tipo de Dominante se acostumbra a mostrar como un Dominante tendente a la inactividad. Por eso es un Dominante que no suele recurrir a los castigos ni a la imposición de rutinas muy marcadas. Si las impusiera debería velar porque se cumplieran, y eso es mucho trabajo para este tipo de Dominante que, generalmente, se muestra como alguien afectuoso y tolerante.

El Dominante ocasional

Este tipo de Dominante no es un Dominante que actúe por impulsos. Al revés: suele estudiar concienzudamente las técnicas que va a utilizar en una práctica BDSM. Para él, la práctica BDSM es una especie de prueba, un examen, una experiencia en la que debe demostrar su valía. Su propio rendimiento es, para él, más importante que el mantenimiento de un vínculo estrecho con su sumiso o sumisa. Esto implica que la relación BDSM establecida entre este tipo de Dominante y un sumiso o sumisa estándar no pase en demasiadas ocasiones de lo superficial. Por decirlo de algún modo, este tipo de Dominante sería un Dominante suficientemente preparado pero poco implicado. Conoce la técnica, la domina, sabe lo que hay que hacer en cada momento… pero nunca se entrega al máximo. Cerebral y distante, este tipo de Dominante llega y se va con la misma celeridad. Si la parte sumisa da señales de frustración emocional, el Dominante ocasional baja los brazos y abandona la lucha. Se va. Lo mismo hace cuando, por comodidad, encuentra a alguien más cerca.

DaddyDom / MommyDommes

Este tipo de Dominante destaca principalmente por la edad. Suelen ser personas maduras interesadas en personas jóvenes. Esas personas jóvenes deben asumir respecto a ellos el rol de hijas o hijos. Este Dominante es un tipo de Dominante que opta por el mimo, la protección, la enseñanza… El DaddyDom o la MommyDomme son mentores, protectores, y se pasean sobre la cuerda floja de la sobreprotección, algo que, en el BDSM, puede resultar no demasiado positivo.

Los especialistas en BDSM advierten que este tipo de Dominante es un Dominante que tiende a las multirelaciones, a formar familias y, por tanto, a practicar un BDSM poco intenso.

El Master – La Mistress

Este tipo de Dominante es un Dominante que espera mucho de su sumiso o sumisa. El sumiso o sumisa debe pasar por cualquier tipo de experiencia “por él” o “por ella”. Posesivo o posesiva, este tipo de Dominante gusta de relaciones estrictas y muy acotadas. Al Master o a las Mistress no les va el picoteo, les va mucho más profundizar en la relación y explotar sobre todo la vertiente psicológica de la misma. Por eso este tipo de Dominante relativiza hasta cierto punto la importancia de lo físico.

Investigador en profundidad de las distintas prácticas BDSM y de las características y técnicas de uso de los diferentes juguetes eróticos, a este tipo de Dominante le gusta compartir sus experiencias con personas que ya se han iniciado en los juegos BDSM y que tienen cierta experiencia en sus diferentes prácticas. Este tipo de Dominantes son los que practican una BDSM más intenso.

Sádicos y sádicas

Para el sádico o la sádica, el BDSM tiene interés siempre y cuando tengan cabida en él prácticas que, en mayor o menor grado, causen dolor. Más o menos moderados, más o menos extremos, los y las Dominantes que pertenecen a este tipo de Dominantes establecen relaciones tan ocasionales como vinculantes. Lo más habitual es encontrar en este tipo de Dominantes a personas que son muy inteligentes y observadoras, personas con mucho autocontrol que pueden resultar, en algunos momentos, excesivamente frías. Cuando saben poner coto a esa frialdad, este tipo de Dominante se convierte en un torturador o torturadora tan refinado como exquisito.

Dioses menores

Este tipo de Dominante exige que se le trate y se le adore como si de un dios se tratara. Su concepción del BDSM es, en cierto modo, una concepción religiosa. Por eso este tipo de Dominante valora especialmente el carácter ritual de las prácticas BDSM y gusta de los escenarios temáticos que favorezcan la visualización de esa ritualidad. A este tipo de Dominante le gusta los escenarios ambientados para escenificar juegos de rol más o menos complejos. En algunos casos el escenario servirá para mostrar una historia de vampiros. En otros, la escenificación será gótica. Habrá, también, quien prefiera ambientaciones orientales. En cualquier caso, este tipo de Dominante acostumbra a ser una persona imaginativa y solitaria, una persona hasta cierto punto misantrópica y que suele vestir de un modo que no acostumbra a pasar inadvertido.