Preliminares no “vainillas”

Cuando se habla del “sexo vainilla” se suele resaltar la importancia de los preliminares. En todos los textos de sexualidad y en todos los blogs en los que se habla de sexo y de relaciones sexuales se resalta esa importancia y se habla de cómo la estimulación oral o las caricias juegan siempre a favor de la excitación de los amantes y, con ello, del gozo final experimentado por ambos en el transcurso de la relación.

Pero… ¿y en el juego BDSM? ¿No cuentan en él los preliminares? ¿O es que los juegos BDSM se inician, de buenas a primeras, sin necesidad de contar con unos preliminares que sirvan para crear un ambiente propicio para que el juego se desarrolle? No. De hecho, a los juegos BDSM también les sientan bien los preliminares. Es más: es más que probable que un juego BDSM no podría desarrollarse correctamente ni dar lo mejor de sí a los participantes en él sin la existencia de preliminares.

Los preliminares en el juego BDSM son casi imprescindibles. En este artículo vamos a recoger una serie de consejos que debería tener en cuenta toda persona que fuera a participar en una sesión BDSM para, en virtud de ellos, saber cómo organizar y utilizar los preliminares que sirvan para implicar más y mejor a los participantes en el juego.

Lo primero que hay que tener claro cuando se va a participar en un juego BDSM es “a qué queremos jugar”. Esta respuesta es mucho más fácil de contestar cuando se va a compartir la sesión BDSM con una pareja estable. Si es así, conoceremos (o deberíamos conocer, al menos) los gustos de nuestra pareja, sus predisposiciones y sus límites sin necesidad de haberle preguntado sobre ellos. Eso facilitará enormemente la preparación de la escena y, por supuesto, del “escenario” y de todos los elementos que vayan a intervenir en el juego. No importa que en la sesión sólo participe la pareja. Todo debe estar preparado cuando se inicie el juego. La falta de preparación puede, en un determinado momento, introducir una pausa que rompa el ritmo del juego. Si sabemos que a nuestra pareja le gusta ser azotada, no podemos, llegado el momento de azotarla, tener que ir a buscar el látigo o la pala de azote en otra estancia. El instrumento con el que la azotaremos debe estar a mano. Que la escena no pierda ritmo es uno de los requisitos necesarios para que ésta sea un éxito.

Las horas previas

Un segundo factor a tener en cuenta cuando se quiere preparar unos buenos preliminares para el juego BDSM es el que hace referencia a las horas previas al juego. ¿Qué podemos hacer durante esas horas para mejorar el encuentro BDSM que vamos a tener? Principalmente, calentar el ambiente. Para ello, nada mejor que conocer a la pareja de juego. Conociéndola y, como hemos dicho antes, conociendo sus gustos y motivaciones, encontraremos la manera de “calentarla”. Puede ser con un mensaje de WhatsApp. Puede ser con una llamada telefónica. Puede ser con un correo. O con el envío de un archivo adjunto “provocador” y más o menos explícito. Un guiño, en definitiva. Un “vete preparando”. Un “qué bien lo vamos a pasar”. Lo importante, al enviar este tipo de mensajes en los juegos preliminares BDSM es que sirvan para excitar/calentar a nuestra pareja. Para hacerlo, hay que eludir en todo momento la posibilidad de incomodarla. Respetar el entorno en el que se encuentre es importante para evitar que se dé esa situación en la que calentamos a nuestra pareja pero en la acepción más negativa del término. Cuando hablamos de “calentar” no hablamos de enfadar; hablamos de poner cachonda, de excitar, de ponerla a punto para entrar a cien en el juego BDSM que vamos a compartir con ella.

Un tercer elemento fundamental en los preliminares para el juego BDSM es el de determinar cuándo y de qué manera iniciaremos el juego. Imaginemos que nos citamos con nuestra pareja en un bar para, una vez tomado el café, marchar a casa para iniciar el juego. Sólo sentir cómo se acerca la hora de ese café funciona ya como un afrodisíaco o un excitante para esa pareja que está contando los minutos que quedan para estar a solas para, de ese modo, disfrutar de los juegos BDSM como los miembros de esa pareja les gusta.

Una vez que se llega a casa, los preámbulos para el juego BDSM siguen desempeñando un rol fundamental. En este sentido, la ambientación es muy importante. Una luz adecuada, una música apropiada, una ambientación olfativa oportuna… todo ello debe servir para incrementar el ritmo de los latidos de quien sabe que va a participar en un excitante juego BDSM.

De alguna manera, los preliminares para BDSM tienen un objetivo prioritario: que quienes van a participar en el juego BDSM están pensando durante todo el día en el momento en el que, por fin, va a iniciarse ese juego. Prestando la debida atención a los preliminares para juegos BDSM conseguiremos que el juego se viva de un modo más intenso y, por tanto, placentero.

Que aconsejemos la utilización de los preámbulos en la práctica BDSM no quiere decir que debamos desterrar por siempre jamás al factor sorpresa de nuestras rutinas. La sorpresa que siempre produce lo imprevisto puede resultar muy productiva y excitante para una sesión BDSM. El conocimiento que de nuestra pareja debemos tener nos dictará, en la mayor parte de los casos, qué opción elegir, si la de la sorpresa o la de los preliminares, la de lo imprevisto o la de lo planificado. Proponer a nuestra pareja un juego BDSM tras un día infernal de trabajo puede no ser una buena idea. O sí. Quién sabe. Después de todo, cada pareja es un mundo y cada persona tiene unas necesidades y unos gustos diferentes. Hay quien puede encontrar en la práctica BDSM un camino ideal para liberarse del estrés laboral acumulado y hay quien, llegando agotado o agotada del trabajo, rechaza de plano y de manera categórica cualquier posibilidad de iniciar un juego BDSM o cualquier tipo de relación en la que el sexo, de una forma u otra, tenga algo que ver.