Dilatación vaginal

La experiencia del fisting es casi tan mental como física. Ser capaces de conseguir que nuestro cuerpo se abra a nuestro socio sexual no es sencillo. Aprender técnicas de relajación de la vagina es importante. También permite que la mujer se comporte de manera activa en esta práctica sexual. Esto, al mismo tiempo, puede resultar más excitante para ella que el simple hecho de estar a verlas venir, esperando a que su compañero o compañera lo haga todo.

Empezar a concentrarse en la propia relajación vaginal puede resultar difícil si ésta es la primera vez que se realiza el fisting o si se está en un lugar que no resulta familiar, pero es absolutamente fundamental el poder hacerlo para hacer factible que la mano del compañero entre dentro de la vagina.

Una de las técnicas más habitualmente usadas para relajar la vagina consiste en controlar la respiración y ejercitarla y usarla de la manera adecuada. Una respiración profunda y calmada ayuda a conseguir esa relajación vaginal. Para realizar esta respiración, hay que contraer los músculos de la parte inferior del cuerpo (abdomen, ano, caderas, ombligo, vaginales) cuando se inspira y relajarlos completamente cuando se exhala. Progresivamente los músculos se irán relajando.

Otra manera de conseguir esa relajación/dilatación vaginal es emplear el sistema de la visualización. La respiración debe realizarse como se ha indicado anteriormente, pero el foco mental debe concentrarse en la vagina. Al respirar, se debe pensar que el aire se ha llevado directamente hasta la vagina. Cuando se exhale, la mujer debe pensar que su cuerpo, poco a poco, se va abriendo cada vez más. Sabemos que nuestra mente tiene influencia sobre nuestro cuerpo y por lo tanto podemos intuir el efecto beneficioso que sobre nuestra efectiva relajación puede tener el pensar en ella y el concentrar en ella nuestra atención. La imaginación sexual, así, se convierte en un fantástico e insustituible instrumento para conseguir una mejor experiencia sexual.

Fisting y actitud positiva

Hay un aspecto que, tanto en la vida como en el sexo, sólo puede conducir al fracaso y a la frustración: la negatividad. Tener una actitud negativa sólo puede llevarnos a la derrota. Es algo sabido y recalcado por todos los psicólogos. Reforzar el pensamiento positivo es fundamental para posibilitar una práctica sexual como la del fisting y para, una vez realizada, sacar de ella el máximo placer.

La adopción de esta actitud positiva no puede conducir, sin embargo, a llamarse a engaños. La práctica del fisting no es una práctica sencilla y, al no serla, es muy probable que, en algún momento de la misma, puedan ocasionarse molestias. Hay que ser conscientes, ante todo, de que una parte del cuerpo se estira bastante. Esto hará que la mujer sienta presión. Para manejar esa presión, las técnicas de respiración y relajación serán fundamentales. Manejadas de una manera óptima, podrá irse un poco más allá.

Esto no quiere decir que deba soportarse cualquier dolor. Es de una importancia capital el avisar a la pareja cuando se sienta un fuerte dolor o alguna sensación de ardor. Avisada, la pareja debe detener la penetración. Las paredes vaginales son muy fuertes en la mayoría de las personas, pero eso no significa que no pueda producirse alguna pequeña herida o algún pequeño desgarro. Esto hará que sea necesario un tiempo de cicatrización y, casi con toda seguridad, de dolor. Además, la cicatrización hará brotar una mayor o menor cantidad de tejido cicatricial que, en el futuro, hará las penetraciones menos cómodas.

El objetivo principal del fisting, ya se haya practicado con toda la mano introducida y varias eyaculaciones a cuestas, bien con la introducción sólo de media mano, es aumentar el sentido de la intimidad en el seno de la pareja. Quien introduce la mano puede sentir, al tenerla dentro de su pareja, una inigualable sensación de poder, control e intimidad física. Sentir la contracción de la vagina caliente y húmeda durante el orgasmo de la pareja puede ser muy placentero para quien, en la práctica del fisting, introduce su mano dentro de la vagina de su chica.