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fetichista

Confesar a tu pareja que eres un fetichista

Para algunas personas, su amor por masturbarse sobre ciertos tipos de zapatos es una cosa privada, y consideran que lo apropiado es que siga siendo así. Otras personas pueden sentirse muy culpables por el hecho de tener en secreto a su pareja que es fetichista. Otros, dispuestos a formar con su pareja una relación estrecha e íntima, prefieren compartir esta especie de juguete sexual con ella y divertirse juntos.

Vivir una relación estable teniendo fetiches

Para algunas personas, su amor por masturbarse sobre ciertos tipos de zapatos es una cosa privada, y consideran que lo apropiado es que siga siendo así. Otras personas pueden sentirse muy culpables por el hecho de tener en secreto a su pareja que es fetichista. Otros, dispuestos a formar con su pareja una relación estrecha e íntima, prefieren compartir esta especie de juguete sexual con ella y divertirse juntos.

Asumir la condición de fetichista

Uno de los mitos más dañinos que existen sobre las personas a quienes atraen algún tipo de actos calificados como “no comunes” es el de pensar que dicha persona siempre “irá a más”, siempre querrá algo novedoso y cada vez más excitante para satisfacer su libido. Esto es algo así como decir que los fanáticos de la salsa caliente buscarán finalmente quemarse literalmente la lengua.

Secretos sexuales de un fetichista

Vivir con un fetiche es algo así como tener un compañero de habitación en nuestra vida sexual, alguien que nos ofrece una satisfacción sexual ilimitada de una manera muy específica y, al tiempo, divertida e inigualable por nadie que hayas conocido.

Fetiche versus interés sexual

Los fetiches no discriminan por razón de género, raza o clase social. Pueden ser tanto propiedad de hombres como de mujeres. Hay fetichistas femeninos a quienes excitan los mismos objetos que excitan a los hombres, aunque en las webs y en las revistas suelan asociarse a los hombres. Si es así es, simplemente, por una cuestión empresarial y por motivaciones económicas: los principales consumidores de pornografía son hombres.