bdsm
La privación sensorial
La privación sensorial siempre ha funcionado como castigo. Al niño, de hecho, cuando se le castigaba de cara a la pared o se le obligaba a permanecer encerrado en su habitación, se le estaba privando de contacto social. Esa privación sensorial sigue mostrándose como un medio perfecto para imponer castigos y domesticar a los desafiantes. La combinación de varios tipos de privación, de hecho, resulta particularmente eficaz en los juegos BDSM.
Látigos y flagelos en el BDSM
Los látigos y flagelos pueden ser, qué duda cabe, unos grandes instrumentos para utilizar en los juegos de dominio y sumisión. El latigazo a la manera de Indiana Jones es mucho más difícil de ejecutar de lo que a simple vista parece. Se necesita, para empezar, una gran cantidad de espacio para poder moverlo correctamente. Tampoco hay medio alguno de enseñar a usar un látigo con cuatro instrucciones escritas.
La suspensión bondage
La suspensión bondage es una de las prácticas estrella del bondage y del BDSM. La suspensión bondage implica el hecho de que se ate a una persona y, bien sea mediante cuerdas, bien mediante cadenas, bien mediante algún aparato especialmente destinado a ello, elevarla del suelo. Esta práctica requiere unas medidas de seguridad muy estrictas para evitar lesiones, pero puede producir muchos momentos de placer.
Sobre el juego de rol y la fantasía erótica
El juego de rol y la fantasía erótica puede ser parte importante de una sana y satisfactoria vida sexual. Los juegos de rol pueden servir para añadir un montón de diversión e intriga a toda relación sexual, pero son especialmente importantes y adquieren un protagonismo especial en el BDSM.
Instrumentos de castigo BDSM: ramita de abedul y caña
Entre los instrumentos de castigo propios del BDSM, la ramita de árbol y la caña son algunos de los instrumentos más utilizados. Cada uno de ellos tiene sus propias características y sus propias normas de uso. De entre las formas de castigo, el llamado “estilo inglés” es, seguramente, uno de los más estrictos y tradicionales.
La dómina y el sumiso: las expectativas mutuas
El éxito o el fracaso de una escena BDSM no dependen tanto de la lista de actividades que las negociaciones recojan como de la actitud que mantengan los participantes en la escena. Y, de entre todas las actitudes, la que más determina el hecho de que la escena resulte positiva o no es la que mantenga durante la misma la dómina y cómo se ajuste a las necesidades propias y a las del sumiso.
La buena Dómina
¿En qué consiste ser una buena dómina? La información que circula por las diferentes publicaciones y en la red puede abrumar y, en cierto modo, despistar a la dómina inexperta. El exceso de información, a menudo, empuja a que se pierda de vista lo básico y fundamental. El conocimiento de los propios valores, el respeto al sumiso, el empleo de la persuasión y la autoconfianza son algunos de esos aspectos básicos que una dominatriz no debe olvidar si desea ser una buena dómina.
¿Quieres ser una dómina?
¿Quieres explorar la vertiente dominante de tu feminidad? ¿Deseas convertirte, a tiempo completo o parcial, en una mujer peligrosa y misteriosa, feroz y dominadora, para imponer a tu pareja tus ritmos sexuales? ¿Deseas sentirte segura sensualmente? ¿Quieres ser una dominatrix? ¿Tu pareja te ha pedido que tomes el control de vuestra sexualidad y no sabes por dónde empezar para convertirte en esa dómina que él espera?
El placer de morder y ser mordido
Si eres de los que piensan que, para practicar el juego erótico, en nuestras bocas sólo tenemos los labios y la lengua, estás perdiéndote todas las oportunidades de placer que los dientes te ofrecen. Piensa en el placer de mordisquear la lengua, los labios, las mejillas, el cuello, la espalda, las pantorrillas… Piensa en ese placer de apresar la carne de tu amante y cerrar lentamente tu boca sobre ella, dejando sobre su piel, sin llegar a rasgarla, la marca de tus dientes.
Técnicas para realizar el fisting
Cuando vayas a iniciarte en la práctica del fisting recuerda un principio básico: la excitación sexual va siempre de la mano de la relajación. Una persona caliente y excitada está preparada para gozar de una nueva práctica sexual y es más proclive a la aventura y la experimentación. De cualquier forma, en cualquier tipo de BDSM o de juego sexual necesitamos algún tiempo de calentamiento. Y unas técnicas que nos ayudarán a completar nuestro juego de la manera más satisfactoria.
El arte de la bofetada
No se puede concebir el BDSM sin la bofetada. La bofetada es parte principal de estos juegos. Eso sí, hay que saber cómo y dónde darla y, sobre todo, debe haber sido pactada. El consenso es, en estos juegos, absolutamente preceptivo. Todo lo que se realice sin haber sido pactado y consensuado es susceptible de ser considerado abusivo.
