Cambio de roles

Siglas, siglas, siglas… No nos hemos acostumbrado a unas que ya llegan otras. CFNM es la nueva sigla de moda. No es un nuevo canal de televisión por cable. No es un nuevo organismo gubernamental. No es una ONG. Es, simplemente, una práctica erótico-fetichista que se está poniendo de moda en algunos ambientes liberales.

¿De dónde provienen las siglas CFNM? De la expresión “Clothed Female, Naked Male”. Es decir: “mujeres vestidas, hombres desnudos”. La expresión es, sin duda, bastante representativa de lo que es el CFNM: un juego erótico en el que, en mitad de un grupo de mujeres vestidas, un hombre luce su desnudez.

Este tipo de práctica implica un cambio total del paradigma y del juego de roles tradicionalmente asociados a hombre y mujer. Los roles aparecen completamente invertidos en el CFNM. Aquí el pasivo o sumiso es el hombre, que debe enfrentarse, en desigualdad de condiciones, a la mirada de la mujer que lo contempla desde la atalaya que le concede el ir vestida.

El CFNM se ha convertido en los últimos tiempos en algo que, sobrepasando los límites de la pareja, se vuelve puramente grupal. En muchas ciudades del mundo ya se están organizando fiestas CFNM. En estas fiestas, las mujeres permanecen completamente vestidas mientras los hombres exhiben su desnudez.

¿Es o no es BDSM el CFNM?

¿Juego sexual o práctica BDSM? ¿En cuál de estas dos categorías incluiríamos al CFNM? Para algunos autores, el CFNM es una práctica innegablemente sadomasoquista. Para estos autores, el contraste entre la mujer vestida y el hombre desnudo en el seno de una práctica sexual es una típica práctica BDSM en el sentido de que una de las dos partes del juego ostenta todo el poder mientras la otra aparece absolutamente subyugada a aquélla. Esto se puede hacer más evidente en las que el componente de la humillación (y eso puede ser más claramente remarcable en las prácticas grupales) se hace más evidente.

En los ambientes BDSM, en locales de Dóminas, se vienen organizando de un tiempo a esta parte fiestas de carácter CFNM. En la convocatoria de dichas fiestas, por ejemplo, se pide que el vestuario de las mujeres sea elegante y el de los hombres, ausente. Eso, en la práctica, se traduce en una serie de hombres desnudos paseando entre mujeres desnudas.

La práctica del CFNM puede fundamentarse en algunos casos en el exhibicionismo del hombre que desee ser admirado por sus atributos. Esta situación puede hacer que el hombre, lejos de sentirse humillado, se sienta poderoso. Después de todo, pocas cosas resultan tan fortalecedoras de la autoestima como la de sentirse admirado. La práctica del CFNM también puede fundamentarse en aquellas circunstancias en las que una mujer desee que el resto de mujeres aprecien a sus hombres.

En el Reino Unido y los EEUU se está empezando a practicar una nueva modalidad de CFNM, el Extreme CFNM. El inicio de este tipo de fiestas es el mismo del que tiene lugar en las fiestas CFNM. Es decir: las mujeres acuden vestidas y los hombres, desnudos. La diferencia entre el CFNM y el Extreme CFNM está en los límites. En el CFNM, el roce entre hombres y mujeres es casi superficial.

Importa más la tensión sexual que el sexo en sí. De hecho, éste no suele practicarse. En el Extreme CFNM, sin embargo, el sexo siempre existe. Es más: las mujeres acaban practicándolo de manera pública, ante el resto de asistentes a la fiesta.

El CFNM ha encontrado también su espacio dentro de la industria pornográfica. El porno muestra a hombres desnudos entre mujeres vestidas y éstas, habitualmente, y ajustando su comportamiento a los estándares del porno, acaban realizando una felación a ese hombre cuyo miembro ha sido admirado entre todas ellas. Sin duda, no cuesta demasiado encontrar alguno de esos vídeos.