Origen del Triskel

El BDSM tiene sus propias normas de funcionamiento no escritas. En cierto modo, a quienes están iniciados en la práctica del BDSM les gusta mantener una cierta aura de misterio alrededor de sus prácticas y su modo de vida. Esto no es incompatible, sin embargo, con el hecho de querer identificar a quien comparte esas prácticas y gusta de mantener ese mismo estilo de vida y, al mismo tiempo, de identificarse ante él. Con esa doble intención (servir de contraseña o seña de identidad para simpatizantes e iniciados y, al mismo tiempo, mostrarse precavido frente a una identificación general de toda una sociedad que, en su mayor parte, desaprueba dichas prácticas) se utiliza un símbolo de inspiración casi mitológica: el Triskel.

El Triskel es un motivo de carácter artístico que se fundamenta en la unión de tres espirales. Símbolo sagrado celta que sólo llevaban los druidas, ese dibujo puede estar representado en un anillo, en un medallón, etc. A la vista de toda aquella persona que no comparta la filosofía de vida BDSM, ese medallón, ese anillo o esa tobillera será un bonito adorno. Para el iniciado en el BDSM, sin embargo, ese mismo objeto será una señal identificativa de quien, como él, gusta y goza de las prácticas BDSM y de toda la cultura asociada a él.

Este uso identificativo y de reconocimiento ya apareció recogido en uno de los grandes clásicos de la literatura erótica de todos los tiempos, Historia de O. Escrita por la autora francesa Pauline Réage en 1954, Historia de O, llevada al cine por el director Just Jaeckin en 1975, narra el proceso de aprendizaje de una joven en el mundo de la disciplina, la sumisión y las ataduras. En este libro y en su secuela, Retorno a Roissy, el Triskel es el símbolo de reconocimiento entre los miembros de la llamada sociedad de Roissy, la comunidad que, recogida en una especie de castillo, acoge a la joven que será iniciada en los secretos y las prácticas del BDSM.

Quizás fue esta referencia tan directa al uso del Triskel como elemento identificativo de una comunidad BDSM lo que inspiró a Steve Quagmyr para escogerlo como símbolo oficial internacional del BDSM.

Para diferenciar el Triskel BDSM de otros triskeles sin connotaciones propias del juego kinky hay que fijarse en cuatro aspectos:

  1. – Bordes y rayos deben ser de color metálico. Ese metal puede ser el hierro, la plata o el oro.
  2. – La anchura de bordes y rayos debe ser la misma. Los rayos deben rotar hacia la derecha.
  3. – Los fondos son de color negro.
  4. – Los agujeros que aparecen en el fondo, entre los brazos o rayos, deben ser agujeros. No pueden ser puntos.

La simbología del Triskel

El Triskel, para los celtas, representaba la eterna evolución a través del conocimiento y del aprendizaje perpetuo y la perfecta armonía de alma, mente y cuerpo. El equilibrio de estas tres realidades sería lo que simbolizaba el Triskel en la época celta. Si establecemos un paralelismo entre ese aprendizaje continuo y esa evolución hacia un conocimiento adquirido a través de él y lo que es una relación o una práctica BDSM, podremos comprobar cómo hay más de un punto de contacto.

Si atendemos a su etimología, la palabra Triskel (palabra latina derivada del griego), significa “tres piernas”. Tres piernas, precisamente, pueden parecer las líneas espirales que parten del centro del Triskel. Ese número tres puede simbolizar tres cosas diferentes.

La primera simbología que puede asociarse a ese número tres (fundamental en el Triskel) es la de los tipos de roles que pueden asumirse en el juego BDSM. Dominante, sumiso o switch (quien goza asumiendo un rol tanto de dominante como de sumiso) son los tres roles distintos que simbolizaría el Triskel.

Una segunda simbología del Triskel podría referirse a las tres principales formas de relación dentro del universo BDSM. El B-D (bondage y disciplina), el D-S (dominación y sumisión) y el S-M (sadismo y masoquismo) compondrían esta tripleta de opciones de prácticas encerradas en el concepto global de BDSM.

La tercera simbología a la que haría referencia el Triskel sería la de las tres características básicas que deben asociarse e ir implícitas en todo juego BDSM. Esas prerrogativas que todo juego BDSM debe cumplir son la sensatez, la seguridad y el consenso. El BDSM, para ser BDSM y no otra cosa, debe ser sensato, seguro y consensuado.

En el interior del Triskel, además, deben existir tres agujeros. Esos tres agujeros (que en caso alguno deben ser sustituidos por puntos) simbolizarían cómo el hombre está, en sí mismo, incompleto. Para estar completo el hombre necesitaría la ayuda de otra persona. Del mismo modo, todo aquél que desea practicar el BDSM debe contar con la compañía de otra persona que quiera jugar al mismo juego que él. Ésa sería otra de las simbologías expresadas por el Triskel, aunque no falta quien da a la existencia de esos tres agujeros una explicación algo más directa: los tres agujeros serían la representación simbólica de boca, ano y vagina, los tres orificios corporales que intervienen en los juegos eróticos en general y en los más propios del BDSM en particular.