Planificación y estructuración de tu primer período de sesiones
Las grandes escenas de los juegos de dominio y sumisión, al igual que las obras de Shakespeare, no brotan de la nada, no surgen por generación espontánea. Las grandes fantasías, al igual que los grandes dramas, deben ser planificadas. Una buena coreografía tiene mucho trabajo detrás. Y la escena de dominio y sumisión tiene algo de coreografía y algo de representación teatral. Ya habrá tiempo, cuando la estructura y la dinámica de la representación esté interiorizada, para dejar intervenir a la improvisación. Al principio, sin embargo, es mejor planificarlo. Imagina que en medio de la escena tienes que estar buscando en tu baúl de juguetes eróticos el instrumento que precisas en un determinado instante. Con un poco de planificación, ese juguete estará al alcance de tu mano. Tú lo cogerás en un momento y nada impedirá que se corte el ritmo de la escena y, con ello, se pueda enfriar uno de los participantes del juego.
Esto no quiere decir, por supuesto, que todas y cada una de las líneas a pronunciar deban estar escritas y predeterminadas. Un estilo de juego demasiado rígido es tan malo como uno en el que nada esté planificado y todo se deje en manos de la improvisación. Realizad ese esfuerzo de planificación y los frutos a recoger serán más sabrosos. Entiende qué necesita tu sumiso y actúa y planifica en consonancia con esa necesidad. Por ejemplo: si necesita humillación y le ofreces un simple castigo, puede rebelarse. Muy probablemente no aceptará un dominio que no la satisfaga y colme sus necesidades. La rebelión del sumiso encabeza la lista de los posibles fracasos del Ama.
La planificación de la escena te permitirá también introducir los elementos o actos que a ti te motivan y que tú deseas. A veces sucede que, preocupándonos de las necesidades del otro, olvidamos las nuestras. Eso es tan malo como caer en lo contrario, en el puro egoísmo. Un buen guión puede y debe hacer que estos factores no sean obviados y tengan una correcta plasmación en la escena. El guión puede ser un perfecto recordatorio de lo que buscas o buscáis con vuestro juego. En él debe quedar representado vuestro mundo interior, vuestras apetencias, lo que deseáis, lo que esperáis del juego.
Determinar las necesidades del sumiso
El primer paso a seguir en la planificación de una sesión es determinar las necesidades de tu sumiso. Puede ser (es lo más seguro) que no necesite disciplina real (entendiendo la disciplina real como un directo castigo físico). Puede ser que sólo necesite ser humillado, sentirse sumiso y en situación de servidumbre. Hasta puede resultar que tan sólo precise de unas dosis más o menos altas de feminización. Sentirse durante un tiempo mujer puede ser, ¿por qué no?, su único deseo y lo que, principalmente, busque en el juego.
Para conocer las necesidades reales de tu sumiso necesitas, puedes imaginarlo, comunicarte con él. Y que la comunicación que se establezca entre ambos sea, por encima de todo, una comunicación franca y sincera. Que te cuente sus fantasías favoritas mientras tomas mental o estrictamente notas de ellas es fundamental. Puede ser que resulte capital para él llevar ropa interior femenina. Que así sea. Lo que sí debe quedarte clara es una cosa. Hay factores del juego que él no podrá determinar. Si lo hiciera, tu autoridad se vería seriamente afectada. Por ejemplo, sólo tú serás quien, a partir del momento en que decidáis iniciar vuestro juego, deba tener el control de sus orgasmos. Él no puede correrse cuando quiera. Serás tú quien decida cuándo permites que lo haga.
Para completar tu información sobre él sería interesante que tuvieras acceso a su colección de revistas y libros sobre dóminas. Es probable que a partir de esa lectura se haya ido formando la idea que tiene sobre vosotras. A través de esa lectura podrás saber qué tipo de fantasía y qué tipo de accesorios valora.
Si, tras lectura de sus lecturas favoritas, aún no puedes determinar sus gustos, puede que sea un ecléctico sumiso. En este caso, elige tu fantasía favorita entre los cinco arquetipos y planifica tu estrategia en consecuencia. Puede suceder que, llevada a la práctica y durante el primer período de sesiones, el sumiso abra su corazón y confiese sus deseos secretos. Seguramente, si eres lo suficientemente flexible como para apartarte un poco del guión e inventar sobre la marcha, podrás satisfacer esos deseos. Eso hará que te valore como Ama y, al mismo tiempo, tu autoestima como tal mejorará, lo que hará que avances en tu carrera como Ama.