Dentro de las prácticas propias del mundo bedesemero, los juegos FemDom BDSM de humillación son aquéllos que están destinados a crear una situación en la que los sumisos hombres se sientan profunda y especialmente sometidos a los caprichos y órdenes de su Dómina.
¿Qué tácticas puede utilizar una Dómina para que su sumiso pueda sentirse especialmente humillado y obediente ante ella? Todas aquellas que determinen la imaginación (fuente inspiradora de toda práctica que tenga que ver con la sexualidad alternativa) y el consenso. En este artículo queremos proporcionarte una serie de ideas para que puedas aplicarlas a tus juegos Femdom.
La Dómina puede, por ejemplo, desnudar a su esclavo mientras ella permanece vestida con sus mejores galas. O puede obligarle a arrodillarse ante ella y a besarle los pies. O puede ordenarle a dirigirse a ella como Ama, Dueña o Señora.
La Dominatrix puede, también, optar por cualquiera de las siguientes provocaciones con su sumiso:
- Ordenarle que le practique un annilingus.
- Atarle las manos y obligarle a desnudarla con los dientes y la boca.
- Someterlo a una práctica en la que se le niegue el orgasmo.
- Atar sus genitales con un nudo corredizo y, cogiendo el cordel por el extremo, dar tirones, sacudidas o pasear al sumiso por la casa como si fuera un esclavo o un animal.
- Obligarle o a olerle la entrepierna sin tocarla.
- Atarlo a la cama y torturarlo durante mucho rato empleando plumas, juguetes eróticos, etc.
- Provocar una erección y golpear el pene erecto con algún minilátigo, una fusta, etc.
Ideas para juegos Femdom BDSM
Las opciones que tiene una Dominatrix para humillar a su sumiso son casi infinitas. Vestida con la mejor y más sensual lencería erótica, la Dómina conseguirá tentar al sumiso y excitarlo. Para ello, la Ama podrá arañarle, podrá pellizcar sus pezones, podrá hacerle cosquillas, podrá sentarse sobre su pecho y tentarle con sus senos impidiendo que él pueda llegar hasta ellos tanto con su boca como con sus manos…
Otras de las ideas que una Dómina puede llevar a cabo durante los juegos FemDom con su sumiso pueden ser:
- Vendarle los ojos y obligarle a practicar un cunnilingus.
- Masturbarse ante él, utilizando un dildo. Este tipo de juego abre muchas posiblidades. Él, por ejemplo, tumbado boca arriba e inmovilizado, puede sujetar el dildo con la boca mientras la mujer se hunde en él y, masturbándose, coloca sus nalgas sobre su nariz (facesitting). O la Dominatrix, por ejemplo, puede obligar a su esclavo a lamer el dildo o el vibrador con el que ella se ha masturbado para, así, sacar de él los flujos vertidos durante la práctica masturbatoria.
- Quitarse las bragas y pasearlas por la nariz y la boca de él mientras su pene permanece encerrado en una jaula para penes o en algún otro dispositivo de castidad.
- Vestir al esclavo de mujer, travestirlo con ropa de empleada del hogar o con lencería íntima femenina para, así, feminizarlo mientras se le obliga a realizar tareas domésticas tales como barrer, fregar, tender la colada, etc. Esta táctica de humillación FemDom puede ganar intensidad si, por ejemplo, se le atan al esclavo los genitales y el otro extremo de la cuerda se fija, por ejemplo, al fregadero. Sentirse atado por los testículos y el pene mientras lava la vajilla hará que el esclavo se sienta especialmente humillado.
- Colocarle un collar y llevarlo a pasear, como si de una mascota se tratara, tanto por la casa como por el barrio.
- Convertirlo en un caballo o en un pony. El del rol equino es un juego FemDom BDSM muy extendido que consiste en poner a la parte sumisa a cuatro patas para, a continuación, cabalgarla calzada con unas espuelas y provista de una fusta.
- Colocarse un arnés y penetrarlo analmente. El pegging es una práctica que para muchos hombres, y debido a las connotaciones homosexuales que siempre ha tenido el sexo anal cuando la parte pasiva es un hombre, puede resultar especialmente humillante.
- Obligar al esclavo a llevar ropa de lencería femenina bajo su ropa habitual cuando vaya a trabajar. ¿Cómo no pensar en la Ama y en sus órdenes cuando se lleva puesta su ropa interior?
La Dómina que haya impuesto a su sumiso algunos de estos juegos femdom BDSM puede considerar que él se ha portado de manera tal que merece un premio. Éste dependerá de la personalidad del sumiso.
Alguno preferirá masturbar a su Ama. Otro preferirá masturbarse él. Otro elegirá el ser masturbado por su Dominatrix.
La Dómina será la que escoja entre estas opciones. Todas ellas pueden tener el mismo final: aquél en el que el sumiso, bajo el mandato de su Señora, se ve obligado a lamer su propio semen.
Características de una buena Dominatrix
Para aplicar todas estas técnicas de humillación hay que ser una buena Dominatrix. Para ello hay que cumplir los siguientes requisitos:
- Hay que ser una mujer fuerte y sentirse poderosa.
- Tiene que ser una mujer a la que le guste liderar.
- Hay que estar liberada de prejuicios.
- Hay que ser controladora pero, al mismo tiempo, hay que ser comprensiva.
- Hay que saber estar atenta a las reacciones y necesidades del compañero de juegos.
Cumpliento todos esos requisitos, solo hay que buscar la estética y los instrumentos adecuados: máscaras, disfraces, trajes de cuero o látex, fustas, látigos, palas de spanking, etc.
Se puede clavar alfileres para que se estire la piel