La palabra fetiche significa muchas cosas para muchas personas. De hecho, es una especie de palabra-saco en la que cabe de todo. Eso sí: siempre tiene una connotación innegablemente sexual y, a menudo, un poco turbia y morbosa.
Buscar en las webs porno bajo el concepto “fetiche” y encontrar lo que realmente se necesita es poco menos que participar en una lotería y que te toque. Así de amplios pueden ser los contenidos del concepto.
En el fondo, en el fondo, a todos los fetiches sexuales solo les une el hecho de ser considerados como fuera de la normalidad. Eso sí: en grados diferentes. Así como muchas personas tienen asumido que se pueda sentir una atracción especial por los pechos grandes, no todo el mundo entiende que se pueda sentir una atracción de carácter erótico por las axilas, las cicatrices o la discapacidad.
Solo hay que atender a las conversaciones de la gente para saber lo que se considera o no aproximadamente normal en cuanto a sexualidad se refiere. Ya nos hemos habituado a que se hable casi sin tapujos de sexo oral, de experiencias que tengan que ver con el sadomaso o el BDSM y también, por supuesto, del sexo anal.
Pero, ciertamente, no estamos tan acostumbrados a oír hablar de fetiches. Algunos de nuestros usuarios nos han hablado de ello, y hemos aprendido mucho escuchándoles. Por ejemplo: no sólo es fetichista quien adora unos altos zapatos de aguja de mujer o un corsé con unas formas y un color determinado. También lo es quien profesa la misma admiración por unas zapatillas deportivas sudadas y apestosas.
Hay mujeres que sólo quieren acostarse por hombres depilados. ¿No es parecido eso (imaginariamente) a hacérselo con un niño grande? Quizás por eso muchas de estas mujeres se excitan contemplando a su pareja en pañales, vestidito como un bebé.
Fetiche: significado
Si tuviésemos que dar una respuesta a la pregunta ¿qué es fetiche? diríamos que el fetichismo sexual es una parafilia basada en la excitación sexual intensa y recurrente a partir de un objeto inanimado o una parte determinada del cuerpo de las personas o un tipo de acción.
Ese objeto inanimado, esa parte del cuerpo (pies, axila, pecho, cabello…), esa acción o esa prenda de ropa o complemento (zapatos de tacón, tanga, calcetines, bragas, etc.) sería, así, el fetiche sexual del fetichista.
¿Es esto un trastorno? No. Es solo una manifestación de la sexualidad de la persona. Solo se podría hablar de trastorno cuando esa persona solo pudiera excitarse ante la intervención o la presencia del fetiche.
Éste, de hecho, actúa como un estímulo más en la relación sexual. Como una ayuda. Su intervención no debe implicar en caso alguno una disfunción ni tampoco ningún tipo de angustia.
Los fetiches más habituales y los más raros
El abanico de fetichismos es amplio. Hay personas que se excitan con animales (habitualmente potros o perros). Las hay a las que les gusta jugar con los fluidos corporales(desde la sangre al semen pasando por los flujos vaginales, el sudor o los propios excrementos).
Tener información nunca está de más para poder comprender mejor a tu amante, tu esposo o esposa o cualquier miembro de tu familia. Incluso para abrirte nuevas perspectivas. Quién sabe.
Entre los fetiches más populares podemos destacar:
- Uso de juguetes sexuales.
- Prendas de goma o látex.
- Uniformes.
- Adoración de una parte determinada del cuerpo. El fetiche de pies es uno de los más comunes y más conocidos.
- Urofilia o atracción por la práctica de la lluvida dorada.
Junto a estos fetichismos más o menos corrientes o habituales en muchos fetichistas, hay otros más extraños o poco comunes. Entre ellos vamos a citar los siguientes:
- Necrofilia.
- Somonofilia.
- Climafilia o atracción por la introducción de líquidos por el ano.
- Acrotomofilia o atracción por personas con miembros amputados y por sus muñones.
- Tricofilia o atracción por el cabello.
- Coprofilia.
En los artículos de nuestra web te hablamos de muchos de esos fetichismos y te invitamos a reflexionar sobre ellos y conocerlos mejor a nivel teórico. Lo hacemos con carácter eminentemente informativo pero también con la esperanza de que alguno de nuestros lectores se sorprenda a sí mismo descubriendo deseos ocultos que, asumidos, van a ayudar a enriquecer su sexualidad.