sexo oral
Cuerdas y muebles para Bondage: tipos y consejos para elegir
Las cuerdas largas de cáñamo, yute o ropa de cama son los materiales que normalmente resaltan en esa cultura y que son particularmente óptimos para contactar con la piel desnuda. Son muy flexibles y es muy poco probable que causen quemaduras. Esa flexibilidad permite, también, que se realicen intrincados dibujos sobre el cuerpo desnudo del socio sumiso, lo que realza la vertiente artística de estos juegos.
Sala Dreams: mazmorras BDSM, orgías y Glory Hole en Barcelona
En nuestro artículo “Los mejores clubs BDSM de Barcelona” citábamos un club situado en el número 199…
El facesitting
El facesitting es una de las prácticas más comunes de los juegos de dominación y sumisión en los que el hombre actúa como sumiso. En el facesitting o “trono de la reina”, la cara del hombre queda atrapada bajo las nalgas de la mujer, que se sienta sobre ella. En esta práctica no importa para nada el placer masculino. La relegación de sus deseos es total. Así, el hombre sólo debe cumplir una obligación: la de satisfacer a esa mujer que se ha sentado literalmente sobre su cara.
Felación y sumisión
Lo bueno de la felación, felatio, francés o mamada (de todas estas maneras se puede llamar al acto de estimular el pene con la boca, además de soplada, chupada, guagüis, comida…) es que en el placer que proporciona (siempre magnífico a poco que la persona que la ejecuta posea un mínimo interés en realizarla y un mínimo arte) no es sólo un placer de connotaciones físicas. En el gozo que el hombre experimenta con la felación intervienen también elementos de carácter psicológico. En el imaginario masculino, la mamada ha aparecido durante mucho tiempo como un acto de dominación.
El subspace
Al hablar y, sobre todo, al practicar BDSM, hay que tener siempre presente que hay muchos aspectos psicológicos que intervienen en una escena y también que cada persona tiene su manera particular de reaccionar a cada práctica y que una misma persona puede reaccionar de diferente manera en diferentes momentos o días. Una de esas reacciones puede ser lo que se conoce como “subspace”, es decir, un estado psicológico en el que la persona, al tocar fondo en una escena, se siente como en una especie de trance.
El castigo de la “garganta profunda”
Una práctica sexual idónea para introducir en una sesión BDSM es la de la garganta profunda, esto es, aquélla en la que la persona sumisa se vea obligada, para rendir pleitesía a su Amo, a meterse el pene de éste entero en la boca y a realizar una felación profunda y completa. Esta práctica puede ser una maravillosa manera de plasmar esa adoración y esa voluntad de proporcionar placer al Amo que tan bien puede sentarle a una escena BDSM
BDSM: la negociación de las reglas del juego (II)
En la negociación de la puesta en escena de una fantasía erótica BDSM hay que establecer claramente los límites y hablar sin tapujos y sinceramente de los gustos y deseos, pero también de los problemas físicos que se tienen o de las reacciones psicológicas que pueden afectar al correcto desarrollo de la escena y a la obtención de placer gracias a ella.
Gokkun: la ingesta de semen
Que el gokkun tenga su espacio reservado en la mayor parte de las webs que exhiben vídeos pornográficos es algo a lo que ya nos hemos acostumbrado. Que un hombre eyacule en la boca de una mujer o que la mujer beba el semen que varios hombres han vertido en una copa, vaso u otro tipo de contenedor es, fundamentalmente, el contenido principal de este subgénero del cine porno.
Sade: bicentenario de la muerte del gran recopilador del sadismo
El bicentenario de la muerte del Marqués de Sade vuelve a traer su nombre a la palestra. Autor maldito, prohibido durante muchos años, de vida disoluta y contenidos escandalosos, Donatien Alphonse François de Sade no inventó el sadismo, pero le dio nombre a algo que ya existía: la tendencia de algunas personas a sentir placer sexual al observar el dolor en otra persona.
BDSM, cunnilingus y felación
La felación y cunnilingus pueden adquirir nuevos matices si tienen lugar dentro de los juegos BDSM. Añadir notas de dominio y esclavitud erótica a estas prácticas es añadirles un plus de placer y excitación. La emoción y la incertidumbre del BDSM le sientan muy bien a felación y cunnilungus.