Dominación
Dominación y Sumisión es un conjunto de prácticas sexuales que pertenece al BDSM donde se centra en una relación consensuada que implica el dominio de un individuo sobre otro en un contexto sexual limitado o indefinido en el tiempo.
La corbata como instrumento de restricción
La corbata puede ser una opción muy elegante y, a la vez, socorrida, para realizar una restricción. ¿Qué hombre no tiene una corbata en su armario aunque esa corbata sea ésa que aparece en todas las fotografías que algún día te hicieron en las bodas de tus amigos? Si sois nuevos en la práctica de ser atados, las corbatas pueden ser una buena forma de aliviar el trámite.
El bondage, una técnica perfecta de dominación
El bondage, como práctica erótica, ofrece al sumiso comodidad e inquietud a partes iguales. La comodidad, extrañamente, deriva de la sensación física de compresión. Esta compresión proporciona a la Dómina una sensación de calma y paz. También de autoridad omnipotente. De tener al sumiso rendido a su merced. El sumiso, mientras tanto, siente coartada su libertad. Amputada. El no poder moverse libremente a su antojo hace que sea así.
Estimulación de los pezones en el BDSM
La estimulación de los pezones merece, seguramente, una sección en sí misma. En el fondo, la estimulación de los pezones es algo más que una forma de coacción. También puede ser una fuente de placer. Hay mujeres que reconocen haber tenido un orgasmo a raíz de la estimulación de sus pezones. Esta práctica, al mismo tiempo, participa de la naturaleza del bondage y de los juegos de dominio y sumisión.
Látigos y flagelos en el BDSM
Los látigos y flagelos pueden ser, qué duda cabe, unos grandes instrumentos para utilizar en los juegos de dominio y sumisión. El latigazo a la manera de Indiana Jones es mucho más difícil de ejecutar de lo que a simple vista parece. Se necesita, para empezar, una gran cantidad de espacio para poder moverlo correctamente. Tampoco hay medio alguno de enseñar a usar un látigo con cuatro instrucciones escritas.
Instrumentos de castigo BDSM: ramita de abedul y caña
Entre los instrumentos de castigo propios del BDSM, la ramita de árbol y la caña son algunos de los instrumentos más utilizados. Cada uno de ellos tiene sus propias características y sus propias normas de uso. De entre las formas de castigo, el llamado “estilo inglés” es, seguramente, uno de los más estrictos y tradicionales.
BDSM: herramientas de corrección
La disciplina correctiva puede administrarse con instrumentos muy variados, algunos muy formales e ideados para la función, otros mucho más improvisados. Los instrumentos utilizados para ejecutar la corrección se pueden dividir en tres categorías: la propia mano humana, los implementos rígidos y los flexibles.
Los límites del castigo
Todo castigo debe tener sus límites y ser proporcional al “pecado” cometido por el sumiso. Tampoco cada sumiso es igual. El nivel de tolerancia al dolor es diferente en cada uno. Atender a las reacciones que el sumiso tenga antes el castigo y encontrar el nivel justo del mismo es responsabilidad de toda Ama que se precie. La experiencia, como siempre, es un grado.
Dosificando el dolor en la escena BDSM
En el desarrollo de la escena BDSM es fundamental la dosificación del dolor. El manejo de los recursos que la parte dominante tiene en sus manos es fundamental para que el castigo se desarrolle del modo adecuado. No es lo mismo, por ejemplo, la nalgada con finalidad disciplinaria que la nalgada entendida como un recurso erótico para excitar. Esos conceptos hay que tenerlos muy claros y presentes cuando se inicia la escena de dominio y sumisión.
Técnicas de dominio en la escena BDSM
El castigo ante público, el uso adecuado de la voz y la combinación de correcciones y métodos de castigo son instrumentos perfectos para conseguir la obediencia y la humillación del sumiso dentro de la escena BDSM. Si concluye con el sumiso besando el instrumento castigador, mejor que mejor.
Preparando la nalgada
Dentro del desarrollo de la escena BDSM pueden darse diferentes situaciones. Una de ellas es que el sumiso o sumisa suplique un castigo o, en cierto modo, se le obligue a suplicarlo. Todo forma parte de un proceso que debe concluir en el castigo. Cuando éste llegue, las nalgas deben haber sido preparadas convenientemente.
Disciplina y nalgada
Comúnmente, cuando hablamos de “disciplina” en los juegos de dominio y sumisión, lo estamos haciendo de “nalgadas”. Las nalgadas pueden variar mucho. Desde el cachete infantil a algo mucho más intenso, es muy amplia la gama de castigos infligidos a las nalgas.