¿Qué es la varita violeta?
La varita violeta podríamos decir que es una especie de transformador eléctrico que, dotado de mango y electrodo, es utilizado en juegos de estimulación sexual. Este instrumento convierte la electricidad doméstica en una electricidad de frecuencia y voltaje adecuados para ser aplicados sobre la piel humana generando así una serie de sensaciones más o menos gratificantes para la persona sumisa que siente sobre sí las descargas eléctricas generadas por la varita violeta.
No hace falta decir que la electricidad suscita todo tipo de temores instintivos y profundos. Antes de utilizar un instrumento de este tipo en las relaciones BDSM es importante conocer perfectamente su funcionamiento y los efectos derivados de su uso. Un instrumento de este tipo no puede ser utilizado en modo alguno si antes no se produce una negociación que sirva para consensuar su uso.
Del uso de la varita violeta podemos encontrar sus orígenes, con fines más o menos medicinales, a finales del siglo XIX, cuando el uso de la electricidad, poco a poco, se había ido extendiendo. Las pilas secas sirvieron para impulsar la fabricación y expansión de cajas de descarga. El elemento verdaderamente revolucionario y que se haya detrás de la aparición de las varitas violetas es la bobina creada por el inventor Nikolas Tesla.
La bobina de Tesla consiguió descomponer el flujo eléctrico en cargas de una fuerte electricidad estática. Que se considerara que esta electricidad estática era de gran utilidad para curar gran cantidad de enfermedades hizo que la varita violeta se volviera muy popular. El hecho de que estas varitas no tuvieran el efecto mágico que de ellas se esperaba hizo que su popularidad cayera en picado. En la actualidad, sólo algunos defensores de las terapias de medicina alternativa siguen apostando por la varita violeta como implemento para corregir algunas enfermedades relacionadas con la piel o el cuero cabelludo. En cierto modo, se puede decir que la varita violeta ha quedado relegada a usos esencialmente eróticos.
Actualmente podemos encontrar cuatro tipos de electricidad (cuatro clases de forma de onda eléctrica) en los estimuladores eléctricos. Esos cuatro tipos de electricidad son los siguientes:
- Corriente continua. Ésta es la forma de electricidad que generan las baterías y algunos generadores.
- Un solo impulso de corriente continua. Este tipo de electricidad podemos encontrarla en los condensadores o en las porras para el ganado.
- Baja frecuencia. Este tipo de electricidad es la base de las unidades TENS, que se utilizan para la estimulación nerviosa transcutánea.
- Alta frecuencia. Esta es la electricidad que caracteriza a las varitas violetas. La varita violeta utiliza la bobina de Tesla para transformar la electricidad doméstica. Esta electricidad es de 120 voltios y 60 hercios en Norteamérica (alterna de baja frecuencia) y de 220 voltios y 50 hercios en Europa.
Tipos de varita violeta
¿De dónde le viene a la varita violeta su calificativo? Del color que adquiere el argón gaseoso existente en el extremo de la varita cuando, debido a la electricidad, se excita. Actualmente se pueden encontrar otros tipos de gases en el extremo de la varita que producen otros colores y otras intensidades de descarga. Ésta también puede variar dependiendo del diseño y forma de los tubos.
En la varita violeta, la electricidad viaja a través del vidrio y, fundamentalmente, del gas que está en el interior del tubo. La resistencia que se ofrece ahí hace que la intensidad de la descarga no ponga en riesgo la vida del sumiso. A pesar de ello, siempre recomendaremos no utilizar ningún tipo de estimulador eléctrico demasiado cerca de los órganos internos y extremar las precauciones cuando vaya a utilizarse por encima de la cintura.
Si decides comprar una varita violeta podrás comprobar que en el mercado puedes encontrar modelos muy variados. Con núcleo de cera, cerámica, polietileno o resina; con duraciones de entre 30 minutos y seis horas; con una, dos o tres puntas; cada uno de ellos producirá una sensación diferente. Las varitas violetas con núcleo cerámico sean las más apropiadas para el BDSM. La cerámica permite, frente a la cera, un mayor tiempo de uso. Las de cera son, sin embargo, las más comunes y tradicionales.
La cera (negra en este caso) era el elemento principal en el núcleo de las varitas violetas antiguas. Éstas también pueden ser una opción, sobre todo si eres amante de todo lo vintage. Si escoges una de éstas, sin embargo, debes tener en cuenta los riesgos que asumes. Piensa que tienen cables viejos, que no poseen aislamiento antichispas y que no soportarán un tiempo demasiado prolongado de uso.
Para comprobar el estado de una varita violeta antigua ponla en marcha a su máxima intensidad durante cinco minutos. Si ves que al pasar un par de minutos pierde su potencia es porque esa varita violeta ha sido mal utilizada y no es de fiar. Nuestro consejo, en este caso, es que optes siempre por varitas violetas actuales, de marcas de prestigio y sin estrenar. Tu varita perderá seguramente ese encanto que acostumbra a tener lo vintage, pero tu seguridad y, con ello, tu capacidad de disfrutarla junto a tu pareja, será mayor.
Uso de la varita violeta
Hay que tener en cuenta que el juego con la varita tiene sus riesgos. Una sesión un poco larga puede producir quemaduras en la piel parecidas a las que puede producir el sol. Según qué tipo de ropa también puede resultar peligrosa, en especial si posee algún tipo de hilo o fibra metálica. No hace falta decir que no se debe utilizar sobre nadie que lleve marcapasos.
La intensidad de una varita violeta depende del tamaño de la misma y de cómo sea aplicada al sujeto. Cuanto más grande sea la superficie de contacto, menor será la intensidad. Algo que tienes que tener presente al utilizar la varita violeta es que nunca debes colocarla cerca de los ojos ni en cualquier orificio corporal. Tampoco debe permanecer durante un tiempo prolongado sobre el mismo lugar, ya que puede causar quemaduras. Tampoco, y por el mismo motivo, debe acercarse a piercings u otros adornos metálicos. Si se va a utilizar la varita violeta lo mejor es no llevar puesto ningún adorno de ese tipo.
Otra cosa que hay que tener presente cuando se utiliza la varita violeta es que, aunque parezca un contrasentido, el chisporroteo sobre la piel es mayor si la varita se coloca a unos centímetros del cuerpo que si se coloca directamente sobre él. La explicación es simplemente física: cuanto mayor sea la distancia que la carga eléctrica tenga que recorrer, más deberá viajar a través del aire y eso significa que más energía deberá acumularse en la varita para que la chispa “salte”.
Teniendo en cuenta todas estas advertencias, ya puedes introducir, con extremo cuidado, la varita violeta en tus prácticas BDSM.