El ponyplay
Una de las modalidades de dominación más usadas en los juegos BDSM se fundamenta sobre la animalización del sumiso. El sumiso deja de ser persona para convertirse en un animal que, como tal y siempre dentro de las normas de funcionamiento del BDSM, carece de derechos. El animal, en el ideario de las prácticas BDSM, debe estar supeditado en todo momento a la voluntad del hombre. En el BDSM no existen asociaciones de defensa de los animales y el “animal” que se rebela y desobedece debe ser ineludiblemente castigado por ello. Ese animal en que se ha convertido en sumiso puede ser un perro o puede, por ejemplo, ser un pony.
En este artículo de InfoBDSM vamos a ver cómo puede un sumiso o sumisa convertirse en un ponyboy o en una ponygirl y veremos cómo debe comportarse una vez que se haya producido dicha transformación y cómo debe ir equipado/a.
Lo primero que debe saber un sumiso convertido en pony en un juego de rol equino es que, mientras ejerza como ponyboy o ponygirl, no podrá hablar en ningún momento. Por otro lado, si se dispone de los complementos necesarios para dar verosimilitud a la conversión en pony, éste no podrá, físicamente, hablar. El bocado, esa parte del freno de las caballerías que se coloca en la boca de la caballería y que entra en ella, se lo impedirá. Sólo cuando el sumiso/esclavo haya dejado de ejercer su condición de pony para volver a ser un esclavo/sumiso humano podrá volver a hacer uso de la palabra.
El adiestramiento del pony humano debe iniciarse utilizando todo tipo de trampas. Con ellas lo que se buscará será que el pony hable para, con ello, hacerlo merecedor de un castigo que, a la larga, servirá para convertirlo en mejor pony o mejor mascota para practicar el juego de rol equino. Si el pony humano debe expresarse deberá hacerlo con bufidos, relinchos, pataleos, resoplidos o, aunque puedan ser menos explícitas, miradas. Si el pony humano desea poner fin a un tipo de castigo determinado no podrá, en modo alguno, utilizar la palabra. El safeword debe ser sustituido, pues, por algún tipo de gesto, postura, actitud, etc. Un pony humano, por ejemplo, puede hincarse de rodillas ante su Ama para así solicitar el fin de un castigo y hacer patente su obediencia.
El pony humano tampoco debe utilizar las manos, al menos de manera humana. Un pony humano no se rascará, no cogerá nada, no se tocará. Las manos del pony humano sólo podrán hacer una cosa: actuar como cascos o pezuñas cuando el sumiso se coloque a cuatro patas.
Alimentación, desplazamiento y necesidades fisiológicas
El pony humano tampoco puede alimentarse por sí mismo. Será el Amo/a quien decida en todo momento cuándo puede beber y comer el pony y dónde deberá hacerlo. Esto da mucho juego en el juego de rol equino. Por ejemplo: el pony puede comer en un comedero para mascotas y puede comer, por ejemplo, una comida típicamente herbívora que incluya entre sus ingredientes zanahoria, lechuga, maíz, fruta o cereales. O sea: una especie de ensalada de verduras sin aliñar que sirva para que el pony humano recupere las fuerzas tras haber llevado a su Amo/a en un carro o haber corrido por el campo. No hace falta decir que el ponyboy o la ponygirl no podrá utilizar sus manos para ingerir estos alimentos y que deberá hacerlo a la manera animal, es decir: metiendo la cabeza en el comedero. El pony deberá, también, beber de un bebedero.
Las necesidades fisiológicas del pony humano también deben realizarse de una manera muy especial dentro de la dinámica del juego de rol equino o ponyplay. Si se desea aumentar el grado de realismo del juego de rol, el pony humano deberá poder aliviar vejiga y recto cuando lo necesite. Eso sí: tendrá que hacerlo allá donde se le indique (quizás en el mismo campo, quizás en el espacio que se haya habilitado como establo) y deberá hacerlo sin variar de postura, tal y como se encuentre, de pie o a cuatro patas.
El pony humano puede experimentar también un cierto grado de excitación sexual. Esa excitación sexual puede condicionarse, en cierto modo, con el uso de uno de los complementos que no debería faltar en un juego de rol equino: el arnés. El qué se hace o no con la excitación sexual del pony es algo que deberá decidirse previamente o sobre la marcha. Hay practicantes del BDSM que optan por reprimirlo. Otros, por el contrario, consideran que puede ser muy interesante y estimulante el contemplar la excitación del sumiso. Eso sí: se debe prohibir terminantemente que el pony humano se toque.
Otra tarea que debe realizarse en todo juego de rol equino es el del lavado del pony. Para ello, hay que quitarle todos los complementos de cuero que pueda llevar puesto en ese momento. Lo mejor para lavar al pony en el ponyplay es utilizar una manguera, un cubo con agua jabonosa y un guante de ducha de crin.
El adiestramiento de un pony humano implica la enseñanza de los diversos tipos de paso. Para ello, el Amo/a puede sujetar al pony humano, tal y como se ve en las películas del oeste, con una cuerda larga que le sirva de rienda y que permita que el ponyboy o la ponygirl pueda dar vueltas alrededor de Él/Ella bien sea al paso, bien al trote, bien al galope. Los dos últimos tipos de paso serán de imposible realización cuando el pony humano esté a cuatro patas. En este caso sólo podrá desplazarse de un modo más o menos rápido.
Complementos para el juego de rol equino
Para escenificar el juego de rol equino o ponyplay podemos utilizar diversos tipos de complementos. Los más habituales son los siguientes:
- Bocado/arnés de cabeza.
- Arnés corporal.
- Arnés de ingle.
- Piercing.
- Calzado: zapatos y botas de tacón, botas-pezuña, etc.
- Carros y tiros.
- Silla de montar.
- Establo.
- Piel de pony.
A todos estos complementos para el ponyplay dedicaremos un artículo próximamente.
Finalmente, debemos resaltar que mientras se realiza un juego BDSM con un pony humano, la parte Dominante debe estar continuamente pendiente del comportamiento del pony y de su resistencia. Ejercer de pony humano puede resultar muy cansado, y la parte Dominante debe, en caso de duda, aflojar el ritmo del juego o imponer un descanso.