En el Bondage, como en tantas otras prácticas BDSM, cada persona es un mundo. Y eso vale tanto para la elección del tipo de cuerda que se va a usar en las prácticas como para el tipo de terminación de la cuerda bondage que gusta más a cada cual.
El que deban utilizarse terminaciones en las cuerdas viene determinado porque la mayor parte de las cuerdas, al ser cortadas, tienden a deshilacharse con bastante facilidad. Por eso es necesario rematarlas adecuadamente. A lo largo de la historia del Bondage han ido surgiendo diferentes formar de rematar las cuerdas bondage. Habitualmente, lo que muchos expertos recomiendan es rematar las terminaciones de las cuerdas bondage antes de cortarlas. ¿Por qué? Porque al hacerlo de ese modo el material con el que está hecha la cuerda no se deshilacha con tanta facilidad.
Entre las principales formas de terminar las cuerdas bondage podemos distinguir el anudamiento, el aforramiento, el encintado, la fundición y el engomado. Vamos a ver, a continuación, en qué consiste exactamente cada uno de estos remates de cuerdas bondage.
Anudamiento
Si hay una forma rápida de rematar una cuerda bondage dicha forma consiste en hacer un medio nudo apretado en el extremo y en eliminar lo que sobra. Al proceder de este modo, además, estamos dejando en un extremo de la cuerda una serie de pequeños nudos que, a posteriori, resultarán muy útiles cuando deseemos suplementar la cuerda.
Aforramiento
Esta forma de rematar una cuerda bondage se fundamenta en el uso de algún tipo de hilo (muy a menudo hilo de seda) que se enrolla en el extremo de la cuerda para que, de esa manera, ésta no se deshilache. Existe un amplio abanico de posibilidades de rematar una cuerda bondage mediante la técnica del aforramiento. Una de ellas, sencilla, consistirá simplemente en enrollar y remeter. Otras, más complejas y seguras, estarán extraídas, directamente, del oficio de la marinería, tan en contacto con el tratamiento de todo tipo de cuerdas y con su aforramiento.
Encintado
Al igual que se enrollan los extremos de la cuerda con hilo para, de ese modo, terminarla, también se pueden enrollar los extremos con cinta aislante. Si algo bueno tiene este sistema de rematar una cuerda bondage es que es rápido y sencillo. Al mismo tiempo, esta terminación de cuerda bondage puede resultar muy colorista, pues en el mercado podemos encontrar cinta aislante de muchos colores.
A la hora de utilizar la cinta aislante para terminar las cuerdas bondage, se recomienda enrollar alrededor de 2,5 cm de cinta aislante alrededor de la cuerda para, a partir de ahí, cortar por el centro de la cinta aislante. Al actuar de ese modo lo que estamos consiguiendo son terminaciones de cuerdas bondage perfectamente rematadas de una manera sencilla y económica.
Fundición
Este método para rematar cuerdas bondage es muy útil cuando se está trabajando con cuerdas sintéticas. Para llevarlo a la práctica hay que servirse de un mechero o una fuente de calor que funda los extremos de la cuerda y cree en el extremo de la misma una especie de masa sólida de plástico que se puede desenredar.
En determinados establecimientos, cuando cortan para ti una cuerda sintética que has comprado a granel, utilizan una especie de cuchillo eléctrico que, al mismo tiempo que corta la cuerda, la funde. Si compras este tipo de cuerda para tus prácticas bondage y no te la cortan así puedes recurrir, tal y como hemos indicado antes, a un mechero o algún tipo de soplete. Bastará con que apliques brevemente la llama al extremo de la cuerda para que realices este remate de una cuerda bondage.
Engomado
Para practicar este tipo de remate de cuerdas bondage hay que disponer de lo que se conoce como máquina de engomar. Al utilizarla, hay que colocar la cuerda en forma de U dentro de la herramienta, aplicar ésta y, después, dejar que se seque la zona del engomado antes de cortar para conseguir los remates de la cuerda.